Capítulo 10 "El hijo del ministro es...¡¿gay?!"

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-¿Qué hacemos en este lugar?- cuestionó Hyukjae luego de que el menor cerrara la puerta.

-Divertirnos, ¿qué más?- respondió con una pequeña sonrisa mientras caminaba hasta llegar al lugar que buscaba –quiero mostrarte algo que aprendí, hyung- el rubio sonrió -¿estás listo?- sin duda iba a sorprender al mayor.



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Donghae se quitó la chaqueta que se había puesto antes de salir de casa debido a la brisa que corría, pero que en ese momento le estorbaba y sonrió mientras movía su cuello y hombros como si quisiera destensar los músculos de su cuerpo antes de comenzar, mientras el mayor solo le veía un tanto divertido.

-¿Estás seguro?-

-Tan seguro como que me llamo Lee Donghae- respondió con determinación antes de meter su mano en su bolsillo y sacar lo que necesitaba.

Su mano se movió sosteniendo con firmeza aquella extensión que sobresalía, mientras sus dedos presionaban distintos puntos de manera en ocasiones firme y en otras tantas con más calma, esperando el momento exacto antes de tocarlo para lograr la reacción que quería y necesitaba dependiendo de lo que ocurría mientras los minutos avanzaban.

-Donghae-ah...- dijo incrédulo y vio al menor esbozar una gran sonrisa antes de mirarle con ojos brillantes.

-Hyung... ¡gané! ¡Gané Hyukjae!- gritó olvidándose de los formalismos al último momento antes de abrazar al rubio con emoción, para luego alejarse de él y ver todos los ticket que salían de la maquinita en aquel centro de arcade donde el mayor y el iban a jugar en ocasiones sin que su tío y Jongwoon se enteraran porque sabía que empezarían con su sermón de siempre sobre que eran cosas que pudrirían su mente y que solo servían para entorpecer a las masas y blah, blah, blah... ¿a quién no podían gustarle los videojuegos? Eran divertidos y desestrezantes en muchas ocasiones.

Hyukjae solo vio como Donghae le decía un par de cosas a la maquinita como un desquiciado y tomaba sus cosas antes de alejarse, llamándole para decirle que fueran a otras para conseguir más boletos, pero no lo culpaba, Hae no era el mejor jugador y por lo general su récord de tickets conseguidos consistía en alrededor de 20 y eso si jugaba casi toda la tarde.

El pobre chico era un asco.

-¡Apúrate hyung!- le gritó y Hyukjae solo negó mientras avanzaba para alcanzarle, al parecer sería una tarde muy larga con el chico repentinamente bueno en los juegos al que tanto quería.

***

En momentos así, Kyuhyun extrañaba no tener su motocicleta a la mano siendo que podría moverse fácilmente con ella y no tendría que ir a buscar transporte quién sabe cuantos kilómetros abajo por que el viejo había creído que era una buena idea poner la residencia lejos de todos los demás, pero como era medio ogro y quejumbroso supuso que no estaba acostumbrado a convivir con personas normales que no tuvieran que ver con su trabajo.

Podía ser una ironía, pero no le gustaba mucho el ejercicio a pesar de que su profesión tratara los problemas relacionados con la movilidad y todo ello; él prefería una buena siesta cuando no salía, a andar usando el transporte de los pobres –caminar- o ejercitarse, pero Hankyung le había inculcado ese tipo de cosas y de un tiempo a otro terminó por hacérsele costumbre y siempre se preguntó si era porque lo veía demasiado vago o porque Heechul nunca podría ser su compañero de rutina porque si se hablaba de esfuerzo físico su hyung debía suponer que el que hacía con Han en su alcoba mientras él se perdía en su mundo de fantasía virtual, era suficiente, sin olvidar el hecho de que Hee prefería evitarse la horrible tarea de "sudar como un puerco" y verse "fatal" por culpa del ejercicio y es que era una criatura vanidosa, similar a la reina malvada de blanca nieves, solo que más gay.

Recordó entonces, que le había mandado un mensaje por e-mail a su hyung porque ya se estaba hartando de que le llamara cada cinco minutos cuando era más que obvio que si una persona no contestaba a la segunda llamada ya no lo haría e incluso había muchas razones para ello que lo respaldaban, en especial si por eso había sido besado por un idiota... bueno, un idiota bastante genial ahora que lo pensaba y es que a pesar de que quisiera mandarlo al mismísimo infierno, recordaba el hermoso control maravilloso que le había obsequiado y el puñetazo que le había dado minutos atrás, así que podría decirse que su deuda de venganza ya estaba saldada.

No podía guardarle rencor si se había redimido con él y vaya que no lo había hecho de cualquier manera sino de una bastante especial.

Le hizo una señal a un taxista que iba pasando por la calle luego de llegar a esta y varios minutos más tarde ya estaba afuera de la tienda de Jessica.

Aquella noona seguía siendo una criatura gruñona, pero admitía que se había vuelto más madura y profesional y ya no se lamentaba con la cabeza pegada en la mesa sobre sus bocetos cuando tenía una crisis de estancamiento creativo, ahora solo maldecía en un coreano extraño.

-Me cuesta creer que te sirva de algo estarme observando, dime la verdad, ¿lo haces solo para molestarme?- preguntó, mientras veía a la rubia sentada en una escritorio de dibujo, trazando cosas en un papel con distintos colores.

-Ya te dije que no es así, todos tenemos algo que nos ayuda a pensar y por alguna extraña razón tu presencia me da ideas...- respondió, levantó la mirada del papel unos segundos y observó al castaño seguir en la posición que le había pedido -¿puedo saber por qué estás tan obediente y pareces tan alegre? La última vez tenías cara de sufrimiento cuando te hice la prueba con objetos para inspirarme-

-Por nada en particular- respondió y la mayor le miró, su expresión no daba pie a malentendidos pero conocía al menor.

-¿Conociste a alguien?- preguntó y sonrió al ver que al parecer había acertado, volvió la mirada a sus trazos y siguió con ello.

-Algo así- murmuró, evocando su recuerdo.

-¿Cómo es?-

-Es algo pequeño, pero es hermoso...- decía y Jessica sonrió, quizás eso podría servirle de algo, además de que el Kyuhyun de buen humor solía darle buenas ideas, en especial si preguntaba y este hablaba sobre lo que acostumbraban usar las clientas de su tío o lo que las mujeres mayores consideraban más adecuado para ellas o el tipo de actividades que realizaban –es bastante bueno en su trabajo y es increíble- sonrió.

-Suena como un sujeto bastante genial, pero que yo recuerde nunca te gustaron los chicos pequeños ni de aspecto lindo o ¿no?- si algo tenían en común ambos, es que preferían a los chicos atractivos y varoniles o en su defecto algo lindos sin llegar a ser demasiado femeninos o delicados.

-¿Quién está hablando de una persona? Te confundes noona, hablo de mi nuevo control inalámbrico, ¿quieres verlo? le tomé un par de fotografías- dijo, mientras metía su mano al bolsillo de su pantalón para buscar su celular.

-Olvídalo- le cortó antes de que siguiera hablando. Kyuhyun era una persona algo reservada cuando se trataba de hablar de su vida privada, pero había dos cosas de las que podía hablar todo el día, una era su carrera y todo lo que conllevara conocimientos del tema y la otra era sobre videojuegos y lo que se necesitaba para usarlos.

"¿Algún día cambiarás Kyuhyun?"

Un extraño doctor en la casa del primer ministro {YeHyun/KyuSung}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora