Capítulo 16 "Cambios"

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Kyuhyun había entrado a la cocina para dejar los platos que había usado hasta hace un momento atrás cuando escuchó a alguien entrar a aquella habitación y dudaba que fuera Shindong porque nunca estaba a esas horas debido a que atendía el restaurante que manejaba por las tardes, por lo que miró de reojo y sonrió de forma irónica al ver a aquel personaje presente. Ambos habían estado algo distanciados –más por su cuenta que por el mismo mayor- y estaba al tanto de que era estúpido siendo que vivían bajo el mismo techo, pero era lo único que podía hacer dadas las circunstancias y porque temía que volviera a bajar la guardia si estaban juntos como en otras ocasiones, ceder ante el pelinegro cuando no debía.

-Estoy enamorado de ti, hyung...- murmuró su confesión un minuto después y lanzó un pequeño suspiro cuando no recibió respuesta, el silencio se expandió por un momento que pareció eterno y decidió volver a tomar la palabra al ver el panorama que se dibujaba para él –hay que terminar bien las cosas... hazme ese favor por esta vez, de todas formas me tengo que ir en algún momento- le recordó como si con eso pudiera hacer que el mayor olvidara lo que había dicho antes y salió de la cocina luego de no recibir ni siquiera un asentimiento de parte del moreno y solo tomó su silencio como un "si".

Jongwoon nunca tuvo intenciones de dejar a su novio o lo hubiera hecho desde el inicio y dudaba que fuera a romper su compromiso solo por él... al menos se sintió un poco mejor al poder sacar aquel sentimiento de su pecho unos días atrás.

Escuchó la voz por el alto parlante, vio su vuelo en la pantalla y la voz de aquel par de hyungs sonrientes le llamaron; sonrió con cierta melancolía y sus pies se movieron para alcanzarlos.

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–Te eché tanto de menos...-


Jongwoon abrió mucho los ojos incrédulo, pensaba que era una broma, un mal chiste, pero cuando escuchó la voz de Donghae impregnada de sorpresa pronunciando la palabra "tía", supo que se trataba de aquella mujer.

-Estás tan grande Donghae-ah- comentó luego de separarse del moreno y ver a su sobrino a unos metros de ellos, tenía un par de años sin ver al castaño así que era más que obvio que le sorprendiera ver a aquel chiquillo convertirse en casi un adulto.

-¿Qué estás haciendo aquí?- preguntó Jongwoon desviando la mirada, interrumpiendo aquella conversación que apenas iniciaba entre esos dos.

-Jongwoonie-ah-

-Si no tienes nada que hacer aquí deberías regresar a Londres- dijo con intensiones de alejarse de ella, pero antes de que pudiera hacerlo su voz interrumpió su camino.

-¿Podemos hablar?- escuchó detrás de él y a pesar de que tenía intenciones de negarse, la expresión de Donghae le hizo terminar por aceptar.

-Solo unos minutos- soltó al final sin estar muy convencido de hacerlo.

*

La mujer de cabellos largos miró con cierta tristeza que su hijo miraba en otra dirección mientras bebía su café en una cafetería que quedaba a unos minutos de la residencia. No era la primera vez que Jongwoon actuaba así con ella, así que no le extrañó, siempre fue así desde que dejó Corea.

-¿Qué tienes que decir? Estoy ocupado y no puedo darme el lujo de perder mi tiempo- habló, dejando la taza en su platito sobre la mesa para luego mirar a la bajita que estaba sentada frente a él.

-¿Por qué dejaste de responder mis llamadas?- siempre pensó que Jongwoon le guardaba cierto resentimiento por haberlo dejado solo con su padre para tomar un trabajo que le habían ofrecido en el extranjero.

-No sé porque te preocupa eso cuando ocurrió hace tantos años-

-Pero tampoco quisiste verme cuando viajaba para verte a ti y a tu abeoji en las vacaciones o cuando él iba a verme-

-¿Eso es todo lo que ibas a decirme?- cuestionó con cierta sorna, antes de correr su asiento con intenciones de retirarse –me marcho- la relación con su madre había sido buena en el pasado pero cuando recién tenía 16 años, su madre había mencionado en la cena que le habían ofrecido empleo en Londres.

Pensó que no lo tomaría.

Sabía que sus padres habían discutido por el tema –su progenitor nunca estuvo demasiado fascinado por la profesión de su madre, en especial siendo una mujer tan sobresaliente y lista que podría haberse dedicado a otra cosa-, pero ella terminó yéndose de todas maneras; prefirió su trabajo antes que a él y entonces dejó de tocar el piano.

Sus padres mantenían su matrimonio a distancia, su padre era ministro en el país y su madre profesora de música en un país extranjero. No había mucho que se pudiera hacer.

-Voy a volver a Corea- Jongwoon se detuvo y la miró confundido –voy a volver para estar contigo y tu abeoji...-

El trayecto era silencioso, Jongwoon no podía creer que su madre hubiera dicho aquello y es que tantos años sin vivir en la residencia, algunas discusiones y una relación rota de madre-hijo... a pesar de todo lo sucedido ella no había regresado, ni siquiera parecía haber tenido intenciones de hacerlo en algún momento.

Las negativas siempre habían estado ahí, el resentimiento y cierto rechazo por ceder a lo que el otro quería, pero esa mañana todo había cambiado y todavía existía la duda, ¿por qué?

Su madre se había alejado para buscar a su padre cuando llegaron y él se había quedado en su habitación viendo a la nada, no supo si sentirse feliz o no, pero había una mezcla de sentimientos en su interior porque las palabras que había escuchado representaban algo que había perdido en su adolescencia. Cuando su madre los dejó, abandonó las prácticas musicales porque su motivo para hacerlo era ella y entonces se volvió apegado a su padre, y comenzó a hacer todo lo que este le pedía sin rechistar, tratando con ello de que estuviera orgulloso de él y no tuviera razones para reprenderlo para que no sucediera lo mismo que con su progenitora. Era cierto que no era tan pequeño cuando sucedió, pero le había dolido y sintió cierto grado de culpa porque pensaba que si hubiera sido mejor con los instrumentos ella no habría querido tomar otros estudiantes bajo su tutela.

La relación entre él y su madre no estaba bien, y aunque no quisiera aceptar la culpa completa, sabía que el puso una traba, una barrera para que ella no se le acercara a pesar de que lo intentara cuando surgía la oportunidad.

Escuchó que alguien llamaba a la puerta y suspiró al escuchar "hyung, ¿estás bien?" de parte de Donghae que estaba en el exterior.

-¿Sucedió algo malo con tu omma?- el castaño había entrado luego de escuchar un "pasa" desde el interior y se sentó a un lado del mayor en la cama.

Negó –dijo que volverá a Corea...-

-Eso es algo muy bueno- dijo con ánimo y dejó su emoción de lado al ver la expresión del pelinegro –pensé que siempre habías querido que estuviera viviendo con ustedes- Donghae lo entendía, su madre era modelo de pasarela por lo que en algunas ocasiones al año su padre y él se quedaban solos si no era que se quedaba unos días bajo la supervisión de un familiar como en esos días que estaba con los Kim, debido a las ocupaciones de sus padres, así que sabía qué se sentía estar sin ellos.

-Si, es solo que es un poco raro... la sensación que siento... han pasado muchos años desde que no vive con abeoji y conmigo... temo que haya cambiado más de que lo pienso-

-Tal vez, pero tía siempre ha sido muy amable y dudo que le sea difícil adaptarse a las ocupaciones que tienen ustedes ahora-

Fue extraño para Jongwoon esa noche, ¿cuándo fue la última vez que se sentó en la mesa con sus padres? Sus preocupaciones iniciales quedaron enterradas por unas nuevas y le pareció raro acostumbrarse a la presencia femenina que había invadido su vida de esa mañana.

No se lo dijo, que le había extrañado todos esos años e incluso no pudo cambiar mucho su comportamiento frente a ella, pero por la mirada de esta pudo asumir que ella sentía algo similar.

Ver a su madre como una desconocida esos primeros días fue diferente de lo que estaba acostumbrado y fue entonces que recordó la ausencia de la presencia de Kyuhyun en esa casa, quizás porque era extraño adaptarse a otras personas que no vivían en el lugar. Con el regreso de su madre había dejado de lado toda aquella imprudencia de exigirle al castaño que se despidiera de él antes de irse y es que Kyuhyun ni siquiera le había dicho "adiós" y antes de que se diera cuenta ya no estaba.

Las cosas no parecían haber terminado de la mejor manera.

Un extraño doctor en la casa del primer ministro {YeHyun/KyuSung}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora