Capítulo 2 "Conociendo la residencia Kim"

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"Su vuelo sale en una semana y una persona pasará por usted cuando llegue al aeropuerto de Incheon para llevarlo a la residencia"



-Dulzura, llama a las demás... ¡iremos a celebrar está noche!-

Los vasos chocaron provocando el repique del vidrio y un grito de jubilo conformado por varias voces se hizo escuchar en el bar antes de que todos llevaran sus bebidas a sus labios para tomarse aquellos líquidos de distintos colores de un shot. Un par de expresiones con ceños fruncidos y sonrisas divertidas se vieron en la mesa; Kyuhyun pensaba que no había nada mejor que celebrar con los amigos y las abuelas, tomando bebidas con diferente contenido alcohólico y nombres divertidos.

Todavía ni pasaban de las diez de la noche pero eso no impidió que se ambientaran y parecieran sujetos que acababan de salir de prisión luego de pasar veinte años encerrados en una celda sellada y a los cuales nunca se les había permitido salir ni ver a nadie... pero, ¿las personas un poco locas no eran siempre más divertidas?

A veces la vida necesitaba un poco de locura.

Se escucharon aplausos y vitoreos, y rió al ver que habían convencido a Hankyung –el novio de su tío- de subir a la barra y empezar a bailar de forma provocativa al ritmo de la música que inundaba el ambiente en el lugar. El mayor podía ser un sujeto serio y tranquilo, pero sabía seguir la corriente –algo que le gustaba- y si a esto le sumaba la forma de ser de su tío, de sus amigos y el humor de las abuelas... era una mezcla perfecta para perder la vergüenza y hacer aquello que solo el alcohol te empujaba a hacer cuando te pasabas de copas.

El bar era propiedad del padre de James –uno de sus mejores amigos junto con Vernon, Jackson, Eric y Amber- y tenían permitido hacer el escándalo que quisieran sin temer que llamaran a la policía para que se los llevaran por "alteración del orden", aunque otros clientes también parecían disfrutar de ver el cuerpo del entrenador y dueño del gimnasio "Gold Ace" moverse al ritmo de la música.

Vio a Heechul reír alentando más a su novio junto con aquellas mujeres mayores y sintió como le empezaban a empujar un minuto después las mismas y su hyung para que se le uniera a aquel moreno en la barra, lo cual lograron que hiciera al final, siendo ayudado por la mano del mismo Hankyung para que subiera. Admitía que el baile no era lo suyo, pero sabía moverse cuando era necesario.

A veces se preguntaba cómo había terminado convirtiéndose en lo que era en esos momentos, pero luego de ver a las personas con las que iba se dijo que solo había sido cuestión de tiempo para que sucediera.

-¡¿Qué dicen?!- se escuchó la voz de Amber a través de un micrófono que había sido usado otros días cuando hubo un pequeño show en vivo de un grupo y que le pasó un joven detrás de la barra para que pudiera hacerse escuchar entre el ruido del lugar -¡¿qué se la quiten?!- se escucharon gritos y sonrió –no sé ustedes chicos, pero el público quiere ver un poco de piel- habló con humor mientras los veía -¡afuera la camiseta! ¡Afuera la camiseta!- decía mientras movía su mano libre para alentar a las personas a que animaran más -¡Dj sube el volumen!- gritó antes de entregar el micrófono sin poder evitar reír y luego se fue a sentar con las abuelas y los otros chicos que les gritaban algunos piropos a los "bailarines" en son de broma mientras tomaban un poco de cerveza.

Hankyung apartó su camiseta mostrando su cuerpo trabajado de 34 años y sonrió cuando varios silbidos se escucharon entre los gritos divertidos y emocionados -¿se la quitamos?- preguntó haciendo alusión al menor de piel blanca que era sobrino de su novio. Hasta el pelinegro estaba seguro de que eso había sonado extraño, pero ya estaba acostumbrado -luego de estar saliendo tanto tiempo con Heechul- y como la edad de ambos no estaba tan lejana de la otra a pesar de la diferencia que había entre ellas, había visto normal ese tipo de relación que mantenían, similar a las que había tenido antiguamente con compañeros de la universidad.

-¡Si!- se escuchó y antes de que se acercara para que lo hiciera, vio al menor sacarse su playera dejando a la vista aquel tatuaje de una frase ambigua que tenía en la cadera y que todavía le seguía sacando una sonrisa, y arrojarla a sus acompañantes para que la cuidaran.

La música sonaba fuerte, las personas bebían y animaban, y lo más importante, estaban felices. El pelinegro se acercó y se movió de forma provocativa e insinuante cerca de su cuerpo, y sonrió encontrando aquello divertido por lo que le siguió la corriente.

Ambos ganaban, ellos se divertían y el bar recibía más ingresos de clientes felices y satisfechos de pasar un buen momento en la noche... tal vez por eso el padre de James no se molestaba con ellos cuando llegaban a ir.

Luego de bajar de la barra y volverse a colocar su camiseta minutos más tarde, le pasaron una cerveza fría a Kyuhyun, la cual se bebió casi por completo debido a la sed. Siempre había tenido buena resistencia al alcohol y gran parte de ello se debía a que Antonella le había enseñado a catar el vino, siendo que su esposo dirigía una pequeña compañía que se dedicaba a producir aquella bebida y en ocasiones le invitaban a probar la nueva cosecha en los viñedos.

Ahora que lo pensaba, esas mujeres le habían enseñado muchas cosas, mejorando unas cuantas y conociendo otras tantas de las que no sabía nada.

Más tarde bailaron y se divirtió al ver que sus amantes habían tomado como acompañantes a sus amigos para hacerlo, para luego gritar y animar a las mismas a mostrar sus mejores pasos en algo así como un reto de baile, solo que combinando todos aquellos ritmos que conocían y que muchos jóvenes presentes no hacían, como la música disco, rock & roll y una serie de ritmos de las décadas de auge de las discos.

Él no le veía problema alguno a salir con personas mucho mayores que el, estaba acostumbrado a convivir con ellas y su relación era casi familiar –solo que sin las incomodidades que esa palabra implicaba-, por lo que veía su convivencia como algo normal y sinceramente no le importaba qué pensaran los demás por que el era feliz de esa manera.

Cuando la noche empezó a adentrarse y sus cuerpos empezaron a perder energías, decidieron que era hora de terminar por esa ocasión y despidieron a aquellas mujeres mayores cuando algunas tomaron un taxi y otras fueron recogidas por sus esposos. Podía ser que fuera un poco raro, pero las parejas de sus clientas nunca se habían molestado por la relación que mantenía con ellas, él nunca le había ocultado a ninguno lo que hacía y ellas tampoco, así que de cierta forma había confianza para llevar un trato de esa manera tan peculiar sin causar conflictos de ninguna clase.

Era extraño pero a veces les daba consejos de pareja a esos hombres, algo irónico siendo que ellos tenían más años de experiencia sin contar que tenían matrimonios de años, pero a veces una mirada externa podía ser más objetiva al respecto, pero aquello no quería decir que se las diera de terapeuta de pareja ni nada por el estilo, solo les decía que a veces les hicieran cumplidos en ciertos aspectos que a veces no se tomaban en cuenta pero que a ellas les gustaba que notaran, como cuando se arreglaban el cabello, se pintaban las uñas o usaban un tono diferente de sombras de ojos -al parecer estar influenciado por Heechul le había hecho entender mucho a las mujeres siendo que la clientela de este era 99% femenina-, así que ellos muchas veces le agradecían aquellos consejos por que veían que se motivaban de cierta forma, al igual que cuando se involucraban en sus ejercicios relacionados con las terapias.

Incluso había habido una ocasión en que había decorado el lugar donde les daba sus terapias como un salón de baile –porque sabía que a ellas les gustaba- con ayuda de sus amigos por el día de San Valentín y había invitado a las parejas de sus clientas y amigos para que las acompañaran y pasaran un buen rato. Podía ser que fuera una relación laboral, pero como doctor estaba al tanto de que en ocasiones había cosas más importantes que seguir ciertas reglas siempre que esto fuera a beneficio de sus pacientes.

Al parecer su relación con ellas nunca fue normal.

Se despidieron y Kyuhyun subió al auto de Hankyung junto con Heechul ya que no había llevado su motocicleta estando al tanto de que iba a beber y no quería dejarla en el lugar porque la necesitaría al día siguiente.

-¿Desde cuándo bailas así?- preguntó Hee con una sonrisa mientras el menor echaba a andar el auto, sabía que el pelinegro no acostumbraba hacer ese tipo de cosas en público por el tipo de personalidad que tenía, pero le había divertido verlo en esa faceta tan atrevida y sexy.

-Ya deberías saberlo, ¿no crees?- soltó con picardía sin apartar la mirada del frente.

-Eres bastante bueno, si no fueras el novio de mi hyung te hubiera besado cuando te movías así cerca de mi- dijo con diversión mientras iba sentado en la parte trasera y veía a los mayores en el frente.

-No creo que a Heenim le hubiera molestado o ¿si?- y sintió un golpe en su hombro de parte de este –solo bromeo- le dijo al mayor –lo siento Kyuhyun, pero ya tengo dueño- respondió, viéndolo por el espejo retrovisor.

A Kyuhyun le agradaba mucho aquel sujeto de raíces chinas, tenía alrededor de 8 años saliendo con su tío y congeniaban muy bien, por ello no le fue difícil verlo como parte de la familia ni que estuviera viviendo con ellos, aunque a veces se quedaba en su departamento cuando tenía visitas de sus familiares o estaba ocupado con alguna cosa que le llevaría gran parte del día. Podría decirse que ambos eran como una especie de padres para el, siendo que normalmente eran los que lo aconsejaban en alguna situación, especialmente Hankyung porque Heechul era un poco extremista en algunas ocasiones debido a su personalidad algo excéntrica.

Les había comentado ya a todos sobre su empleo y que requería que viajara a otro país -un dato que él no conocía hasta que se lo dijeron luego de darle el trabajo, porque había "ido a la buena del señor" sin saber nada-, y a pesar de que Heechul parecía un poco reticente a dejarlo ir a él solo, al final aceptó con la promesa de que estuviera hablando con él y que regresara si le hacían mala cara porque nadie trataba mal a un Kim o a un Cho –en este caso-. Sus amigos prometieron ir a visitarlo cuando supiera si le darían un período de vacaciones y dijeron que armarían una fiesta para demostrarles a aquellas personas serias lo que era celebrar.

-Creo que hay alguien que te busca- dijo Heechul atrayendo la atención de su sobrino mientras se quitaba el cinturón de seguridad antes de bajar del auto una ves que estacionaron afuera de su casa luego de hacer varios minutos de camino desde el bar.

-Entren entonces, iré en unos minutos- respondió y bajó del vehículo mientras su hyung sonreía negando con la cabeza al darse cuenta de quién era aquel jovencito.

Sungmin era sobrino de una de sus vecinas, el cual solía visitarla cuando estaba de vacaciones en la escuela por que vivía en Seúl con su madre –la cual era coreana- y su padre, que era americano. Desde la primera vez que llegaron a aquel vecindario luego de comprar la casa, aquel jovencito de cabellos negros y aspecto tierno se había encandilado con Kyuhyun, quizás porque era todo lo contrario a él.

El menor de 16 años recién cumplidos ese año era algo tímido, pero no negaría que era atractivo, solo que normalmente Kyuhyun lo ignoraba al darse cuenta de que coqueteaba de forma un tanto inconsciente con el, porque decía que era muy joven y aunque le agradaba, nunca se ligaría con alguien de su edad, además de que estaba seguro que solo era un enamoramiento pasajero debido a su etapa de adolescencia y no quería lastimarlo. Su menor le llevaba diez años de diferencia y a pesar de que ya le había dicho que no le gustaba, Sungmin era persistente, algo que admiraba porque incluso en esa faceta resultaba una persona agradable, ya que por lo general solo buscaba hablar con Kyuhyun o pedirle ayuda con sus deberes escolares como excusa para estar cerca de él.

-Kyuhyun...- dijo sin poder ocultar una pequeña sonrisa al verlo acercarse, siendo que tenía bastante tiempo afuera esperando ver que llegara porque nadie le había abierto la puerta cuando tocó en su casa.

-¿Me estabas buscando?- preguntó el mayor, siendo que el pelinegro estaba en el jardín frontal de la casa que estaba rodeado por una pequeña cerca blanca buscando algo con la mirada hasta que el auto se estacionó. Ya era algo tarde y le preocupó un poco que el menor estuviera afuera a esas horas si estaba solo, aunque el vecindario era tranquilo así que podría ser que no hubiera ningún inconveniente.

-Solo me preguntaba... si te gustaría ir a ver una película conmigo el próximo miércoles- soltó mientras lo miraba con ojos brillantes y a Kyuhyun le recordó aquella ocasión en que le había preparado un pastel el día de los enamorados, algo que le pareció tierno de su parte y a lo cual no pudo negarse a aceptar luego de ver que llevaba una bandita en un dedo de donde resaltaba una mancha rosácea que indicaba que se había quemado mientras lo hacía.

-No puedo...-

-No dura mucho y dijeron que era buena... y yo...-

El mayor negó con la cabeza –me refiero a que no puedo porque la próxima semana me iré de viaje por un trabajo nuevo- en realidad no le veía mucho inconveniente a aceptar su invitación, la mayoría de las personas que no los conocían pensaban que eran hermanos o familiares cuando los veían juntos debido a la diferencia en sus edades, además de que Sungmin era joven así que no intentaba nada cuando estaban juntos, ya que por lo general a este solo le gustaba hablar con el de cosas varias como el hacía con sus amigos.

-Ah...- soltó y aunque trató de no verse desanimado Kyuhyun lo notó.

-Deberías invitar a uno de tus amigos, no sería bueno que se desperdiciaran las entradas, ¿no crees?-

-Pero, pero yo quería ir contigo porque me gustas- el más alto sonrió, a pesar de su timidez en algunas ocasiones, Sungmin podía decir aquello sin titubear.

No sabía por qué el menor se había enganchado de el porque nunca había hecho algo para que sucediera, pero podría ser debido a su edad, siendo que apenas había cumplido 16 años y estaba en el apogeo de las hormonas. Tal vez había tenido el efecto de "chico malo" en él, probablemente le atrajo que anduviera en motocicleta y vistiera de esa forma un tanto diferente, y al ser alguien acostumbrado a las cosas de otro ámbito, posiblemente eso le llamó la atención.

Kyuhyun miró hacia los lados para saber si no había ningún vecino afuera y se dijo que por esa ocasión podría dejarlo pasar -¿recuerdas que una vez me preguntaste algo y yo me negué porque te dije que quedaría como un pedófilo?- hasta el tenía sus límites.

El menor asintió con un pequeño sonrojo en las mejillas y es que aquello le había sido difícil de soltar.

-Si te dejo hacerlo ¿prometes dejar de insistir conmigo y buscar a alguien de tu edad para salir?- le preguntó de forma seria y tomó la palabra antes de que hablara al notar sus intenciones de hacerlo -y si en el futuro cuando seas mayor de edad ninguno de los dos tiene pareja te daré la oportunidad de conquistarme como quieres, ¿qué dices?- lo vio cerrar sus labios luego de unos segundos y quedarse pensativo al darle vuelta a sus palabras –es una buena oferta- agregó tratando de persuadirlo, aunque realmente era una buena opción para el menor.

-Está bien, p-pero aceptarás cuando te invite a salir y-y también dejarás que te visite en tu casa- el mayor asintió, estaba seguro que el enamoramiento se le pasaría uno de esos días y encontraría a una buena persona para él que estuviera más cerca de su rango de edad.

Kyuhyun le dijo que lo siguiera y pronto llegaron al jardín trasero de la casa en la que vivía junto con Heechul, no podía dejar que la tía de Sungmin viera aquello porque estaba seguro que se enojaría con él –si le iba bien- por hacer lo que pensaba en ese momento con su joven sobrino a pesar de que no le molestara que estuvieran juntos por que sabía que era una buena persona.

-Hace un par de meses cumpliste los 16, ¿no?, ve esto como un regalo de mi parte- le dijo y se inclinó un poco dejando su rostro frente al del menor para que lo alcanzara siendo que era más alto que él -¿no vas a besarme?- preguntó abriendo los ojos luego de varios segundos, dándose cuenta de que parecía un tanto nervioso y tenía un pequeño sonrojo adornando sus mejillas blancas.

-Si, lo haré- respondió seguro pero seguía sin acercarse y cuando pensó que no lo haría el menor pegó sus labios a los suyos y se separó apenas unos segundos después.

Le pareció tierno.

–Pensé que habías dicho que te gustaba- murmuró Kyuhyun irguiéndose un poco –creí que sería un beso diferente...- agregó con una sonrisa a modo de juego para quitar la tensión del ambiente.

-Es por que... por que nunca lo he hecho- susurró bajito sintiéndose apenado al dejar que el mayor supiera eso cuando él posiblemente ya lo había hecho en muchas ocasiones.

No creía que fuera malo no tener experiencia, pero frente a Kyuhyun aquello le importaba porque el ya era mayor y suponía que había hecho muchas cosas que alguien de su edad apenas soñaba con hacer como viajar, conocer cosas o salir con distintas personas y no quería que lo viera solo como un niño, sino como alguien maduro que podría llegar a gustarle en algún momento.

-¿Soy tu primer beso?- y el menor asintió mientras se mordía el labio al sentirse un poco apenado por ello –no deberías desperdiciarlo con alguien como yo-

-Pero yo quería que fuera contigo, por eso no he dejado que nadie me bese- le respondió mirándolo a los ojos.

Tal vez podría llegar a arrepentirse de sus actos en ese momento, pero ya habría tiempo para ello más adelante.

-Solo haré esto por única vez por tu cumpleaños y por que has sido muy amable conmigo todo este tiempo, ¿si?- y se acercó para sostener con cuidado la cara del menor por las mejillas sintiendo a este temblar ligeramente mientras lo miraba expectante con sus ojos oscuros –tu primer beso debe ser especial, así que trataré de no ser brusco y hacerlo con cuidado- lo vio tragar saliva y sonrió antes de inclinar su cabeza y unir sus labios con los del menor para luego comenzar a moverlos de forma lenta.

Los labios de Sungmin le parecieron muy parecidos a su persona, eran tiernos y suaves, además de que tenían un ligero sabor dulce, probablemente debido a que había estado comiendo un poco de pay como le gusta hacer la mayoría del tiempo.

-Trata de mover tus labios igual que yo- le murmuró sobre estos al ver que parecía estar petrificado de alguna forma, escuchó un pequeño asentimiento un tanto nervioso y volvió a unir sus labios con los del pelinegro, y sonrió al notar que empezaba a moverse aunque lo hacía de forma un tanto torpe debido a su falta de experiencia.

Atrapó sus labios de forma insistente de forma cuidadosa y cuando se separó vio que las mejillas del menor estaban encendidas como si hubiera pasado todo el día bajo el sol de la tarde -¿te gustó?- el menor asintió con la cabeza de forma autómata y sonrió divertido al verlo en ese estado de embobamiento –esto va a ser un secreto entre nosotros, ¿está bien?- no quería a nadie tratando de crucificarlo si sabían que prácticamente se había propasado con un menor de edad siendo que ya era un adulto, aunque solo fuera un beso.

-Yo... si, no diré nada-

-Eres un buen niño Sungmin- le sonrió y le despeinó el cabello con la mano en un gesto cariñoso, estaba seguro que esa acción no cambiaría la relación que ambos tenían y esperaba que pudiera conservarse así por que le agradaba, era como una especie de hermano menor aunque al parecer había sobrepasado esa "hermandad" esa noche.

-¿Puedo... podría... otro... tener otro beso?- murmuró mientras jugaba con sus manos de forma nerviosa y desviaba la mirada –ya no podré verte porque te vas a ir lejos...-

-¿Desde cuándo eres un timador? ¿Se te pegó por mi culpa?- preguntó curioso –está bien y es el último, así que tienes que hacerlo bien porque no habrá otro sin importar lo que digas- este asintió y Kyuhyun atrapó nuevamente sus labios tiernos.

Sabía que eso se veía mal desde muchos ángulos, pero de cierta forma sentía que le debía algo a ese jovencito porque ya había pasado alrededor de dos años detrás de el –luego de que empezara a crecer y fijarse de forma romántica en los demás- y siempre lo rechazaba, y estaba al tanto de que no debía ser fácil para el recibir negativas todo el tiempo cuando se había portado bien y se había tratado de ganar su afecto de forma un tanto inocente debido a su edad.

No podía ser tan cruel con un chico que estaba apenas creciendo y pasando por la adolescencia.

Sintió a Sungmin mover sus labios con un poco más de seguridad y dejó por un momento que fuera el único que se movía, para que disfrutara un poco más aquello, porque de esa forma solo él lo estaría besando y podría decir que había cumplido aquella meta de poder besarlo como quería hacer desde que tenía 14 años, luego de que se lo pidiera cuando le había acompañado para dejarlo en casa de uno de sus amigos por una pijama.

-Ve con cuidado- dijo cuando el beso se rompió y le despidió agitando la mano para luego verlo tropezar con sus propios pies y seguir avanzando con una amplia sonrisa en la cara para desaparecer por el pasillo que llevaba a la parte frontal de la casa.

-Eres un pedófilo Kyuhyun, ¿yo te enseñé eso?- escuchó detrás de el y suspiró al saber de quién se trataba, no esperó que alguien lo hubiera visto, pero al menos agradecía que no fuera un vecino o se armaría un alboroto de seguro.

-Lo sé, lo sé, no está bien, pero me sentía mal por rechazarlo todo el tiempo, además de que es una forma de despedirme de él por un período, así tal vez pueda superar el enamoramiento si comienza a ver a otras personas-

-Al menos me alegra que no lo hicieran enfrente o su tía ya hubiera llamado a la policía si los veía...- decía y se calló cuando vio lo que hacía el menor -¿por qué te relames los labios?- lo cuestionó mientras lo miraba incrédulo.

-¿Qué, ahora no puedo hacerlo?- y Heechul le dio un golpe en la nuca.

-Eres un desvergonzado, ¡lo disfrutaste!- lo regañó.

-Un beso es un beso y Sungmin tiene labios muy suaves y dulces...- otro golpe –aish, ¿no deberías estar con hyung?- se quejó mientras se sobaba la cabeza.

-Debería pero por suerte me aparecí aquí, quien sabe si hubieras intentado propasarte con él-

-Tengo principios y lo sabes hyung, que en esta ocasión hiciera una excepción no quiere decir que haya dejado de tenerlos, nunca tendría nada que ver con alguien tan joven, prácticamente es un niño, solo fue un beso, los chicos de su edad también besan a otros, es algo normal-

-Si normal, pero no besan a alguien de tu edad-

-Ya pasó y no volverá a suceder así que deja de mirarme como si fuera un depravado o... besaré a Hankyung... lo convenceré de que te engañe conmigo- sonrió y salió huyendo al ver que se había sorprendido al escucharlo –¡te quiero hyung!- le gritó entrando a la casa por la puerta del patio.

-¡Vas a pagármelas Kyuhyun!- le gritó cuando lo vio subiendo las escaleras una vez que lo siguió al interior de la casa.

-¿Vas a besar a Sungmin también? Por que yo no tengo novio- y antes de que dijera algo escuchó la puerta de su habitación cerrarse.

Sabía que el menor estaba bromeando, pero necesitaba que alguien le diera un buen golpe para que recuperara la cordura, aunque estaba al tanto de que Kyuhyun nunca había hecho algo como lo de esa noche –besar a alguien tan joven-, podía ser que fuera una persona a la que le gustaba la fiesta, beber y todo ello, pero no era alguien de mal corazón y mucho menos alguien que tratara de propasarse con un jovencito, pero se había sorprendido al ver a su sobrino besar a un chiquillo en el patio como si estuviera en plena pubertad.

Kyuhyun era una persona que disfrutaba su vida en todo sentido como creyera ético, tampoco es como que fuera por la vida rompiendo todas las reglas de la sociedad, pero era alguien feliz y desinhibido, algo que le alegraba porque luego de que sus padres fallecieran había pasado por un período de depresión. Cuando había decidido tomar sus cosas e ir a América, pensó sobre si sería bueno llevar al menor con el, pero al final llegó a la conclusión que estar en otro lugar podría ayudarle a sanar sus heridas al igual que el estaba tratando de hacerlo y de sobrellevarlas.

¿Sería bueno que Kyuhyun volviera al país que lo vio nacer? ya habían pasado alrededor de nueve años, estaba seguro que estaría bien.

Un extraño doctor en la casa del primer ministro {YeHyun/KyuSung}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora