La casa de Citlally era todo menos lo que se puede esperar que es la casa de una celebridad tan conocida como lo era el papá de Cit en la ciudad de Monterrey. De hecho, con la salida del closet de Alberto, el papá de Citlally, y el escándalo del caso Domínguez con el crimen organizado, la pequeña familia se había convertido en ícono de la ciudad, pero su casa no los representaba. Era de un tamaño mediano. Tenía plantas afuera, un árbol a un lado de la reja de entrada y una cochera para dos carros. Al entrar a la casa, lo primero que veías era un pasillo en el que del lado izquierdo había una mesita con fotos de Citlally de bebé, con un diploma de la secundaria y con su toga y birrete de la preparatoria, así la conocí, también había fotografías de Alberto, de Mauricio (el novio del papá de Cit) y hasta una foto de los papás de Citlally, la foto se veía reciente, creo que había sido de un año anterior, cuando en vacaciones toda la familia de Cit se fue a Argentina a visitar a la mamá y todo estaba bien entre ellos.
Citlally entró a su casa como si nada, dejó las llaves en la barra de la cocina, se quitó la chaqueta, y subió las escaleras, detrás de ella fui yo. Nos sentamos en un sillón largo que tenía en su estancia y que enfrente estaba una Smart TV algo grande. Cit entró al cuarto de su papá, sacó el Ipad de su papá y tecleó una película, luego la mandó a la tele y se empezó a reproducir en la SmartTV ¡como por arte de magia! (Es sarcasmo, eso, para el año en el que te estoy contando todo esto, ya está obsoleto). Cit bajó por algo de comer, y después de un rato, vimos juntos la película, estábamos sentados en el sillón, con un plato de palomitas en medio de nosotros. La película había salido en el 2014 y trataba de unos chavos que estaban atrapados por alguna extraña razón en un laberinto y tenían que encontrar la manera de salir de él. Lo que más coraje me dio es que el protagonista le daba un aire a Rodrigo, pero no dije nada al respecto y Citlally tampoco. Cuando la película llegó al final, Citlally y yo estábamos muy sorprendidos y nos hacíamos preguntas mutuamente:
—¿O sea qué pedo? ¿Todo era un plan malévolo?
—¡No sé! ¿Qué rollo? ¡No entiendo nada! ¡Estoy muy impresionado por eso!
—¿Y qué va a pasar con ellos ahora? Ya salieron del laberinto, ahora ¿adónde los llevan? ¡WHAT THE FUCK! No creo que estén a salvo.
—Citlally, tenemos que ver la otra película —pedí y me metí a la boca la última palomita que quedaba.
—Sí, no mames. ¡La tengo que buscar ya!
Citlally tomó su tablet y tecleó el nombre de la segunda película, la encontró y nos pusimos a verla. Pero antes, Citlally bajó a la cocina y preparó más palomitas, cuando subió, vio mi cara de emoción porque tenían mucha mantequilla. Cuando se acercó a mí, puso el bol de nuevo en medio de nosotros y me metí otro puñado de palomitas a la boca. Cit le puso play a la segunda película.
—¡Noooooooo! ¡Van a matar a Thomas!
—Dios, la actriz ésa está muy bonita...
—Se llama Kaya Scondelario —contestó Citlally.
—Ok.
—De hecho salía en una serie que se llamaba Skins, ¿nunca la viste?
—¿Cuándo salió esa serie? —pregunté.
Citlally se quedó pensando.
—2008, 2009, por ahí... Cuando estaba en la secundaria mucha gente estaba obsesionada con esa serie, pero nunca la he visto.
—Ni en cuenta. Yo estaba en la primaria... Pero deberíamos de verla, digo, sólo por Kaya.
Citlally me miró fijamente.
ESTÁS LEYENDO
Que este momento fuera eterno (Cosas que no duran #3)
Teen FictionLa vida de Patricio es demasiado aburrida y complicada, tiene dos trabajos y estudia siempre tratando de ser el mejor de su generación, además, vive recibiendo reclamos de Ana, su novia y mamá de su hija. La vida de alguien de diecinueve años suele...