Hidden.

Capítulo 10.

Oh Jesús, ten piedad de mí. ¡¿Cómo demonios se enteró?! Este va a ser mi fin. Adiós, vida. Fuiste buena mientras duraste. ¡Una tragedia morir a los dieciséis!

Bueno... quizás este siendo un poco exagerada.

-¿De dónde vienes?-pregunto mirando mi vestimenta.

-Eh... estaba.. y-yo estaba...

-Persiguiendome.-Dijo Dylan detrás de mí.

-¿Persiguiendote?-Hizo una mueca extraña.

-Sí.-asintió repetidas veces.-Ya te dije Mia que odio que hagas eso. Ya no lo hagas más.

Oh, Dylan.. eres mi nuevo salvador. La luz de mis días el perfume de mis rosas, eso eres. Bien, quizás sigo exagerando.

-Y-yo lo sé... solo te-tenía miedo de que recayeras.. -Miré agradecida a Dylan.

-¿Y dónde estuviste?-Le preguntó papá.

-En la casa de una muchacha.-Respondí yo rápidamente.

-¿Y por qué vas vestida así?

-Porque... porque creí que iba ya sabes donde...

-Bien, basta de preguntas. Son las cinco de la madrugada.. así que por favor vayamos a dormir.

Subí las escaleras sin dejar que papá pronuncie alguna pregunta que me ponga al filo de la muerte. Entré a mi habitación y me tiré encima de mi cama. No pude ni pensar en cambiarme o desmaquillarme ya que caí profundamente dormida. Esa fue la primera noche en la que no soñé ni con hombres con máscaras, ni almas de niñas abducidas por monstruos.
Soñé con Ayden, de eso estoy segura.. pero, sin embargo, no puedo recordar nada. Estire mis brazos arqueando la espalda. Suspire pensando en cómo casi me descubrían anoche, en Newt, en Aaron, en Ayden. En hace cuanto no hablaba con mis amigos de New York..¡Demonios! Prometí llamarles..

Tomé mi móvil de la mesita de noche y lo encendí. Tenía tres llemadas perdidas de papá y un mensaje de número desconocido.

Número desconocido: Lamento no haber podido llevarte.

Enviado a las 7.20 a.m.

Tecleé una respuesta rápidamente;

Yo:¿Quién eres?

Enviado a las 12.30 a.m.

¡Por Houston! Ya eran las 12.20 a.m. Traté de salir de mi cama con rapidez, pero mi pie se enredó en la sabana y mi cara se aplastó contra el suelo. Gemi de dolor mientras me incorporaba. Mi teléfono celular sonó indicando un nuevo mensaje. Lo abrí y era del mismo número.

Número desconocido: Newt, soy Newt.

Enviado a las 12.35 a.m.

Iba a teclearle una respuesta cuando ví lo tarde que se hacía. Dejé mi móvil sobre la mesa de noche y corrí al baño a ducharme. El agua logró relajarme un poco y sacarme el dolor de cabeza, sin embargo el dolor de estómago y acidez seguían allí, solo quería dormir por mil años y olvidar todo. Salí del baño envolviendo mi cuerpo y mi cabello en toallas y me dirigí a mi habitación a vestirme. Me coloqué un buzo blanco con capucha que me quedaba grande, ya que se lo había robado a mi hermano, un Jean negro y mis Vans grises. Amo las cosas clásicas. El gris, el negro, el blanco. Acepto también el rosa viejo. Bajé las escaleras, no sin antes tomar mi móvil. El silencio reinaba en la casa solitaria. Aburrida e indignada de qué ni Dylan ni papá me hayan despertado conecté mi móvil a unos parlantes y puse música, Years & Years de Shine sonó a todo volúmen, bailaba al ritmo de la canción mientras tomaba una pastilla para el estómago. Tomé mi móvil sin desconectarlo y tenía otro mensaje de número desconocido.