Amelía había comenzado a caminar por los casi oscuros pasillos hechos de arbustos, ni siquiera sabia porque había aceptado entrar en este juego, no le emocionaba mucho la idea de estar caminando por este laberinto esperando a que su "pareja" la encontrara. Tampoco sabia porque había dejado que aquel erizo negro fuera quien la buscara.
Ni siquiera sabia su nombre.
Cruzo en una esquina y pareció entrar en una especie de cuarto, el cual estaba dentro del laberinto, no tenia techo ni paredes de piedra; solo de arbusto, aunque este tenia un banco de piedra tallada y a la vez estaba siendo cubierto en lo alto por un sauce, dicho árbol no tenia hojas debido a la llegada del invierno, solo parecía ser un montón de ramas secas pero seguía vivo. Solo invernaba.
Se abrazo a sí misma cuando un viento helado azotó su cuerpo. Este mismo viento provoco que las farolas que alumbraban el lugar en donde se encontraba quedara a obscuras, si piel se erizo; tenia un mal presentimiento...
No debía quedarse aquí más tiempo.
Se levanto de aquel banco y empezó a caminar nuevamente por los pasillos de arbustos, sentía como algo la perseguía, miro hací atrás; nada.
- Tal vez es solo mi imaginación - Susurro mientras cruzaba por una esquina, no había salida.
Estaba dispuesta a regresar sobre sus pasos cuando se dio vuelta noto como una sombra tapaba la salida de aquel callejón. Pronto dos ojos rojos se hicieron presentes en la oscuridad, ¿era él? ¿O otra persona de ojos rojos?
Comenzó a acercarse a paso lento, involuntariamente ella comenzó a caminar hacia atrás, chocando a los pocos segundos con la pared de arbustos. Esos ojos seguían avanzando hacia ella, sintió una respiración chocar contra su rostro y de repente una mano la tomo de la barbilla; obligándola a seguir mirando esos ojos rojos.
- No sabes cuanto tiempo espere para hacer esto - Susurro esa sombra, tenia la voz ronca, le causo otro escalofrío a Amelía.
Algo húmedo paso por su cuello, la estaba lamiendo.
— ¡P-para! — Susurro, debido a que el miedo la había controlado completamente, apenas podía mover su rostro en un intento de que la soltase.
De repente escucho como la zuela de los zapatos de alguien se acercaba. Al parecer él también lo noto, puesto que soltó un poco su agarre, dándole la oportunidad a Amelía de escapar.
Sacudió su cabeza y lo empujo con todas sus fuerzas, logrando que aquel cuerpo la dejara escapar de ese callejón. Corrió hasta la salida y giro a su izquierda, corrió por un pasillo mas largo, miro hacia atrás y noto como aquellos ojos rojos de quedaron en la esquina del callejón; observando como se iba.
Sintió un gran impacto y cayo al suelo.
— ¡Princesa Amelía! — Miro hacia arriba y de nuevo; ojos rojos. ¿Pero cómo? Si hace un momento estaban atrás de ella. Observo con más cuidado,era aquel erizo de pelaje negro y betas rojas, era su "pareja".
Por un lado se sentía segura, pero por el otro desconfiaba de él, era la única persona que había visto que tenia ojos rojos; nadie más los tenia...
O tal vez no había visto más allá de él.
— ¿Se encuentra bien, princesa? — Su voz sonaba preocupada. Lo observo nuevamente, ahora tenia su mano extendida hacia ella, proponiéndole ayuda para levantarse del suelo, la tomo con desconfianza y se levanto. Ahora su vestido estaba sucio.
— S-si — Su voz todavía sonaba entrecortada por la repentina carrera — ¿Podemos salir ya?
— Por supuesto — Comenzaron a caminar nuevamente por los pasillos del laberinto, un silencio algo incómodo los arropaba — ¿Por qué corría? — Su repentina pregunta provoco que ella se sobresalta se, seguía con los nervios de punta, además de que su voz ronca y gruesa la asustaba.
¿Debía contarle? ¿Debía confiar en él?
— Solo he visto una sombra y he salido corriendo — Mintió, en parte.
— ¿Una sombra? — Fruncio el ceño y la miro con duda.
— Si, una sombra es todo.
No quería hablar con él. No confiaba.
Luego de aquella conversación tan cortante, él no hizo ninguna otra pregunta, solo la guió hasta la salida, Amelía de vez en cuando volteaba para asegurarse de que esos ojos no la siguieran, y afortunadamente no lo hacían. Sintió un gran alivio cuando salieron del laberinto y vio a Sonic a lo lejos, estaba hablando con una ardilla de color café, aunque él no parecía muy interesado en seguir la conversación.
De ahora en adelante no se separaría de él, o al menos hasta que la fiesta terminase...
— Parece que el único que falta por salir es Silver y su pareja — Comento, aquella murciélago de pelaje blanco, Rouge. Quien estaba ahora tomada del brazo del equina, no parecía estar muy cómodo al lado de ella, parecía sobre todo nervioso.
— ¿Quién es la pareja de Silver? — Pregunto Amelía, la cual aun estaba al lado del erizo negro.
— Es la princesa Blaze, aunque yo tampoco la vi en el laberinto, supongo que ella se esconde bien — Respondió él, mientras ajustaba los botones de su chaleco negro.
De repente el erizo plateado salio del laberinto acompañado por una gata purpura, Blaze. Él se veía bastante serio, aunque ella le ganaba por mucho.
Caminaron hasta donde estaban la murciélago y el equina. El juego había terminado, ya podía irse a otro lugar, pero no quería hacerlo. Tenia miedo de que aquella cosa la tocara de nuevo, preferiría estar al lado de Sonic por el momento, pero tampoco quería interrumpir su conversación con la ardilla. Seria muy descortés de su parte, de repente un pensamiento paso por su mente.
No le había preguntado aun el nombre a aquel erizo negro. Lo miro de reojo y se encontró con la mirada de él también. Esos ojos rojos le recordaban a lo que había pasado hace poco.
— Disculpa, ¿cual es tu nombre? — Pregunto ella, luego de que aclarase su garganta, se sentía nerviosa al lado de él.
— Shadow, aunque los demás me llaman Lancelot. — No parecía notar el nerviosismo de ella, o tal vez si lo había notado ya. Aunque él estaba acostumbrado a ese tipo de reacción, todos en su reino le temían...
¥€¥¢¥€¥¢¥¢¥¢¥¢¥¢
Hooooola! °<°)
Digan me si creen que fue Shadow, o quien podría ser. Puede ser cualquiera *inserte musica iluminati aquí* incluso el memos esperado 7u7)
¡Es el mayordomo! CHAN CHN CHAAAN xD okno.
Los quiere con todo su pie y cabello fastidioso, Yerianny♥
Amyrose13lee ♪
AliceMaddisonRoxanne ♣-
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Cuando Las Rosas Mueran
FanfictionTras pasar muchos años desde el establecido juramento de venganza de un enemigo, el cumpleaños numero dieciocho de Amelia se convierte en el suceso más importante de su vida; vida que reposa sobre manos ambiguas con el encargo de eliminarla.