Make a wish Alysa

Capitulo 9

Me levante por los leves rayos de sol que atravesaban la ventana, luego unos golpes se escucharon, me levante para ir a abrir, hice un intento fallido por tratar de arreglar mi camiseta de cuadros y el short de mezclilla que usaba, mi cabello debía de ser un nido de pajaros peor eso era lo que menos me importaba. Los golpes se volvieron mas insistentes

-Ya voy- dije y entre bostezos me acerque a la puerta, al abrirla la misma mucama de ayer entraba con un carrito repleto de comida

-Buenos días señorita alysa ¿Cómo se encuentra en esta mañana?- dijo sirviendo un liquido humeante en una copa, por el color y olor deduje que era chocolate

-Muy bien gracias, ¿utd? – mi madre me había educado para ser siempre cortes y amable con las personas

- Muy bien, eh traído su desayuno, el príncipe es muy estricto con el horario, así que me disculpo por levantarla tan temprano. Entenderé si no desea desayunar en estos momentos, cuando desee podrá hacerlo. Si me disculpa, tengo que retirarme las princesas desean verme, espero y se sienta cómoda y disfrute de su estadía. Al otro lado de la habitacion se encuentra un armario, allí podrá elegir cualquier prenda, en caso de que no sean su talla, hágamelo saber de inmediato para llamar a un costurero y pueda ayudarle con ella. Vendre a la hora del almuerzo, que tenga una linda mañana señorita Alysa- dejo sobre la mesa mas cercana a la mesa un plato con unos waffles, un bowl con frutas picadas y el chocolate caliente

-Gracias, es utd muy cordial- dije para que me dedicara un intento fallido de sonrisa y saliera, mire el reloj de pared que estaba al lado del enorme ventanal. Ocho en punto. Asegure la puerta y me encamine al baño. Cerre la puerta con seguro. El baño era hermoso lo cubría el mismo mármol blanco muy bien pulido, las paredes era de una cerámica blanca con espirales azules. Fuera de lo común había una tina donde podían caber dos personas, un pequeño jaccuzi. Me desvestí y decidi tomar una ducha rápida, las tinas y jacuzzies estaban muy lejos de mi alcance, al terminar tome una toalla blanca del estante, me enrede en ella, tome la ropa y Sali. Lo que parecía ser el armario era una puerta electrónica al lado tenia una pantalla, la toque y se encendió

-Identifícate- pidió la voz chillona robotica

-Alysa Kast- dude en decir mi nombre

-Acceso concedido- siguió con su chirriante voz y se abrió la puerta revelando un enorme armario, con un millón de playeras, faldas, vestidos, pantalones, shorts, accesorios y zapatos. Esto era el paraíso. Hacia algo de frio, vi un vestido manga larga blanco. Era caído en los hombros, la primera mitad junto a las mangas eran de tela blanca, luego cinco centímetros de tela transparente con un hermoso encaje en la parte inferior para darle paso a otra mitad de tela blanca y finalizar en otro cinco centímetros de tela transparente y en encaje de final, terminando cuatro dedos mas arriba de la rodilla. Sorprendentemente el vestido estaba hecho a mi medida, era impresionante. Despues de salir y desayunar alguien llamo a mi puerta, rogué para que no fuera karius. Al abrir la puerta me encontré con un mayordomo

-Señorita Alysa el príncipe Karius desea tener una cita con utd- dijo inexpresivo con el antebrazo derecho frente a su pecho y el antebrazo izquierdo detrás en su espalda

-Digale al príncipe karius que no quiero tener una cita con una persona engreída y egocéntrica como lo es él- termine y cerre la puerta sin esperar que el mayordomo se fuera, iba a recoger las cortinas blancas de la ventana cuando escucho nuevamente golpes en la puerta, sin ganas me acerque y abri

-El príncipe Karius le envía este presente- dijo el mismo mayordomo tendiéndome una cajita de regalo cuadrangular pequeña

-No quiero nada que venga de él- volvi a cerrarle la puerta en la cara, me devolvi a las ventanas, cuando estaba recogiendo las cortinas en un nudo la puerta sonó de nuevo

-El príncipe Karius le envía este presente- repitió esta vez la cajita era mucho mas grande igual al de una caja de zapatos

-No voy a recibir nada que venga de él- termine decidida a no volver a abrir la puerta