El reloj marcaba las cinco y media, la música retumbaba por todo el castillo. Los pasos habían cesado, todo había vuelto a su estado habitual: calma y tranquilidad. Desde que karius se marchó he permanecido en la misma posición: sentada contra el marco de la cama y recorriendo con mi mirada toda la habitación. No podía quitar mi mirada del hermoso vestido negro, pensaba en asistir pero luego mi cerebro rechazaba aquella idea, si acepto. Karius ganaría y no estaría dispuesta a aceptarlo. La puerta se abrió y lucía entro a la habitación
-Pensé que estabas arreglándote para esta noche- caminó hacia el borde de la cama y se sentó, su delantal blanco y ropa negra de mucama habían sido reemplazados por un vestido holgado blanco de tirantes
-Te ves diferente – gatee hasta el borde donde me senté junto a ella
-Tengo la noche libre –Agregó- Pense que estabas arreglando todo para la fiesta
-No asistiré
-Nada de eso, utd se va a levantar en este momento y se va a dirigir al baño, va a tomar ese vestido y asistirá a la fiesta- algo en sus palabras me lleno de valor
-Lucía- iba a replicar pero habló
-Eres joven Alysa, mereces divertirte, salir a fiestas después de todo eres humana. Sus vidas pueden parecer muy largas pero son demasiado cortas, en cualquier momento puedes morir- Antes de esto no lo había pensado, estuve a punto de morir dos veces y hasta este momento no me he sentido viva, llevaba una vida aburrida hasta este momento comprendí que estaba muerta en vida. A la mierda Karius y su vestido. Iré a la fiesta. Me dirige hacia el baño para tomar una larga y relajante ducha. Después de todo será una larga noche.
Lucía se encargaba de todo, sus manos se movían por mi cabello, trenzaban, bajaban, subían y ponían horquillas por aquí y allá. Trabajaba muy rápido pero se detenía en aquellos pequeños detalles, tuvo que aplicar mucho fijador a mi cabello ya que este no podía quedarse en un solo lugar. Aplico rímel y una sombra negra en mis ojos junto a ello un labial rojo. En mis orejas descansaban aretes de ónix negro alrededor de la hermosa piedra habían pequeñas incrustaciones de diamantes. Tome la botella entre mis manos, torpemente la destape
-todo va a estar bien- Lucía trataba de sonreír pero falló
-Eso espero- medí la cantidad, tomaría 7 ml para durar en ese estado 7 horas. Mis manos temblaban podía jurar que había comenzado a sudar. Solo será una noche Alysa repetía una y otra vez mi cabeza. Tome el valor y acerque la cuchara medidora con el líquido violeta, no lo pensé dos veces y lo pasé.
-¿Y?
-¿Qué se supone que tiene que suceder? Me siento igual. No hay nada diferente- dije convencida. Sentí que el aire comenzaba a faltarle a mis pulmones, mi respiración se volvió entrecortada poco a poco se me hacía difícil respirar, había olvidado como hacerlo. Podía escuchar los latidos de mi corazón apagarse, me tambalee un poco pero lucia impidió que cayera. En ese momento vi por primera vez mis manos, eran dos tonos más pálidos de lo normal, estaba fría como la nieve.
-Alysa, tus ojos- lucia me llevo a empujones hacia el espejo que se encontraba en el gigantesco armario. Eran rojos, pero no un rojo cualquier, el rojo más oscuro y hermoso que antes hubiera visto. Mi corazón dejo de latir. en ese momento comprendí, que ya no era humana. Me había convertido en vampira.
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Make a wish Alysa
VampirosVamos alysa pide un deseo - dijo lorelain canturreando, y poniendo frente a mi el panecillo con una vela sobre el Exactamente que tengo que pedir- dije con una sonrisa de oreja a oreja, mirando la llama inquieta Lo que tu alma desee con mayor i...