Cartas para Ly.

20.

Gracias por avisarme de dónde estabas, Ly. De corazón.

No sé muy bien qué decirte para consolarte. De hecho, creo que nada podrá consolarte y en realidad dudo mucho que lo que necesites de mí sea lástima o compasión.

Siento lo de tu abuela. La última vez que vi a tu madre me dijo que todo apuntaba a que volvería a su casa en breve.

Espero de verdad que esta complicación sea algo puntual y pueda por fin volver a casa, donde pertenece: contigo.

Sé lo mucho que os queréis la una a la otra. Pocos amores tan puros he podido ver con mis ojos, pero el vuestro es tan único y real que resulta casi mágico.

Tal y como te dije ayer, iré con frecuencia a visitaros. Ya le he pedido a mis compañeros del trabajo que me cubran y en clase le he dicho a un colega que me pase los apuntes, para que cuando las aguas se calmen puedas volver a ponerte al día enseguida.

Mucho ánimo, Ly. Sois las personas más fuertes que conozco.

                      —Miles.