Hola, Ly.
Hace días que no sé de ti. De nuevo.
El otro día volví a preguntarle a tu madre. Por ti, por tu abuela... Por todo. Esta vez me lo contó todo.
La verdad es que nunca te había preguntado lo que le pasaba a tu abuela exactamente, ni por qué estaba ingresada. Me parecen preguntas muy intrusivas y no creo que deba preguntar yo por algo que en teoría no me concierne. Pero sí me lo había preguntado en muchas ocasiones.
Tu madre se sorprendió cuando le dije que no sabía qué le pasaba a tu abuela, pero me dijo que quizá no querías decirlo en voz alta.
Cuando dijo eso pensé lo peor.
Tu abuela tiene Alzheimer.
Lleva meses desconociéndoos a ti y a tu madre. Incluso a sí misma.
Y, pese a eso, de ti es inseparable e incapaz de olvidarte. Siempre supe que eres una persona inolvidable, pero no lo decía en este sentido.
Te reconoce casi la mayoría del tiempo y cuando no lo hace, sabe que, seas quien seas, te quiere con cada pizca de su ser.
Me entraron escalofríos de pensarlo.
Supongo que, a veces, el corazón es más fuerte que el cerebro, la razón y la enfermedad.
Tu madre está muy afectada, y por eso te cuento esto. Quereos mucho las tres, Lyonna. Busca apoyo en las personas que te quieren, por favor.
Prométeme que me dejarás apoyarte siempre, Ly.
—Miles.
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Cartas para Ly.
Historia CortaSolo quería recordarte lo mucho que vales, Ly. Recordarte también lo fuerte que eres, y lo guapa que estás cuando luchas por lo que quieres. - Miles.