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-Parker...

-Horan... creo que no es necesario que venga a amenazarte, hace unos momentos estaba algo molesto, pero como lo has dicho, tú sabes lo que haces.

-sé que me buscabas.

-si lo hacía, de hecho estaba a punto de encargarle a alguien más el trabajo, pero Rebeca me ha hecho cambiar de idea... te daré más tiempo, has lo que tengas que hacer... te doy el tiempo que necesites.

-¿a qué juegas Parker? –sabía que algo tramaba, lo podía ver.

-esta vez no juego a nada, sucede que por el momento tengo asuntos más importantes que tratar.

-¿Qué asuntos?

-eso no te incumbe Horan, solo no olvides algo y tenlo en mente todo el tiempo, el plan sigue en pie, solo que alargaremos un poco el plazo.

Lo veo caminar hacia Rebeca, quien se levanta para poder estar a la altura de Parker lo cual es gracias a sus plataformas, observo como se dan un fugaz beso, seguido de eso Parker abre la puerta de la casa y cuando pienso que por fin se va a ir se gira lentamente.

-no lo olvides Horan, al final del día ella tendrá que morir.

Sale de la casa y miro fijamente la puerta por un largo tiempo.

-deberías agradecerme cariño, gracias a mi la chica tiene más días de vida. –siento la mano de Rebeca rozar la cremallera de mi pantalón.

-no tengo nada que agradecerte. –la miro y sonríe se acerca rápidamente a mí y me toma por la sudadera, acerca sus labios a los míos, pero giro la cabeza rápidamente, ella me mira dolida.

- estas rota Rebeca, has caído tan bajo al acostarte con Parker...

-¿y por eso no me besas? ¿O es por otro motivo? –La miro y me dirijo hasta la puerta- porque Horan, ambos sabemos qué hace unos meses no te importaba a cuantos hombres había besado con tal de pasar un buen rato –la miro con ojos cansados.

-me canse de lo mismo, eres una prostituta y siempre será así, solo alguien para un rato.-mis palabras la dejan sin palabras por un momento, pero después me mira fríamente

-comprendo, pero debes saber que dentro de poco no seré la única rota, ni la única que habrá caído tan bajo.

-olvidas algo Rebeca, yo ya estoy roto.

-no me refiero a ti.

Salgo de la casa y mi corazón late contra mi pecho, se perfectamente a quien se refiere.

Narra Alice.

Es lunes por la mañana, salgo de mi casa con la mochila y mi celular, después de lo de Betty la mayoría de los empleados dio las gracias a mi familia y se retiraron, por lo tanto ahora no tenía chofer, cruce la calle y espere sentada en la banqueta a que Harry saliera.

-Disculpa la tardanza. –besa levemente mi mejilla

-no importa vamos.

El camino a la escuela es silencioso y nos concentramos solo en caminar a la escuela. Nos toca juntos en esa hora, y hoy nos toca laboratorio por lo que cuando entramos al salón ya tenemos los lugares asignados, por suerte la mesa de Harry esta justo al lado de la mía, Harry me sonríe y después se voltea a conversar con su compañero de mesa, observo como mi compañera saca sus notas tranquilamente, nunca hemos entablado una conversación que vaya más allá de un simple "hola", pero recuerdo lo que me dijo Harry cuando él estaba en el hospital, y Melissa es la única chica, con quien tendría la confianza de entablar una amistad, me acomodo en mi asiento y observo mis dedos nerviosamente, es muy difícil para mí entablar conversaciones con personas que no conozco. Ella observa distraídamente su celular.

El asesino (EDITANDO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora