Capítulo 3.- Stella en el país de las maravillas

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Narradora

Corría el año 1994 en septiembre la fuerte y valiente Angélica dio a luz a una hermosa niña, de ojos entre azules y verdes, dependía de la luz, y rubia con el cabello rizado

- Es hermosa Angélica- decía la abuela Betty

- Lo sé, es mi pequeña estrellita – decía Angélica mirando a la niña dormir

- ¿Qué nombre le pondrás? – dijo su hermano Hugo

- A Adam y a mí nos gusta el nombre de Stella – dijo Angélica mirando a su madre y a su hermano

- Es un hermoso nombre, pero sabes, creo que tiene un cierto parecido con mi bisabuela Alicia – dijo Betty viendo a la niña

- ¿La abuela Alicia Kingsley? – dijo Hugo algo confundido

- La misma, así que, si no les importa a ti y a Adam, porque no la nombramos así Stella Alicia o Alicia Stella, como gusten – dijo la abuela Betty que cargaba a la niña

-Stella Alicia – apareció el padre de la niña el señor Adam Brooks

- Así será Stella Alicia Brooks Evans – dijo Betty con su nieta en brazos

6 años después

La pequeña Stella estaba trepada en un árbol mirando las nubes, estaban en la casa de campo de su familia

- ¡Stella! – escucho que la llamaban, de mala manera bajo del árbol, era su tío que la llamaba

Iba caminando a la casa cuando de pronto vio un conejo blanco, lo que le pareció extraño, en la casa no había animales más que canarios o un cotorro, Stella dejo pasar al animalito y siguió su camino, pero de nuevo la pequeña y blanca criatura apareció y ahora Stella pudo observar que el animalito estaba vestido de una manera elegante y llevaba un reloj de plata de bolsillo.

La curiosidad pudo más y siguió al conejo que parecía que le hacía señas, Stella corrió y corrió hasta que llego a un agujero en la tierra, pensó que era la madriguera del conejo, dejo de darle importancia y cuando iba a regresar a la casa de campo, la agujeta de uno de sus tenis la traiciono y cayo por la madriguera del conejo, mientras más caía observaba cosas extrañas, al fin llego a una sala circular con muchas puertas, fue tratando de abrir cada una, hasta que dio con una demasiado pequeña, que no se abría, estaba decidida a irse cuando apareció una mesa que tenía una llave relativamente pequeña y un frasco que decía "Bébeme" . Stella sabía que eso podía ser veneno o algo, pero tenía mucha sed, así que, sin soltar la llave de su mano derecha, con la izquierda se llevó a la boca aquel frasco, en cuanto dio el último trago, comenzó a encogerse. Cuando fue del tamaño de un ratón con mucho trabajo llevo aquella llave que en primera parecía pequeña ahora era grande y logro abrir la puerta.

Al abrir la puerta se encontró con una tierra extraña, donde las flores tenían rostros

- ¿Quién eres tú? – le pregunto aquel conejo que la había conducido hasta aquel lugar

- Me llamo Stella, Stella Alicia Brooks Evans – se presentó aquella chiquilla de cabello rubio alborotado y rizado, de ojos verdes-azulados, que vestía un pantalón de mezclilla y una blusa color azul cielo, su cabello peinado en dos coletas con un moño negro adornando cada una

- ¿Alicia? – dijo el conejo sorprendido

- Sí, pero es mi segundo nombre, todo mundo me dice Stella- dijo Stella viendo asombrada aquella tierra que aún no se había percatado de que hablaba con un conejo

- Mi nombre es McTwisp, te enseñaré el lugar para después regresarte a tu casa – dijo el conejo y la tomo de la mano

McTwisp llevo a la pequeña Stella a recorrer Infratierra, pero para él, era sumamente extraño que una chica tan parecida a la heroína del país pudiera entrar

El cielo en tu miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora