Capítulo 11.- Rebelión en Marmoreal

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Narradora

Mientras Stella trataba por sus medios de entrar a Infratierra, en Infratierra tenían sus propios problemas

Estaban en la corte celebrando el compromiso de la reina Lirio y del que pronto sería el rey, hasta ese momento solo había sido un simple guardia al servicio de la reina, pero eso no impidió que la reina se enamorara de él.

Su nombre era Lucio, alto, de complexión un poco ancha, parecía que su rostro había sido tallado por los mismos ángeles, todo un sueño.

Todos en Marmoreal estaban festejando el compromiso, hasta que el cielo azul se oscureció, pasaron del día a la noche en pocos segundos, una ventisca como si anunciara tormenta, las puertas se abrieron de par en par y apareció en medio de todos, una cabeza pelirroja, no tan inmensa como la de la reina Iracebeth, a excepción de eso, pero tenía mucho parecido

- ¡Que grata sorpresa! - dijo él al ver a todo Infratierra reunido allí, poco a poco comenzó a caminar por el pasillo que llevaba directo al trono, cuando estuvo cerca de Lirio ella solo le sonrío cínicamente

- Hola prima – dijo saludándola con esa sonrisa maquiavélica

- ¿Qué estás haciendo aquí Fabricio? – dijo asustada Lirio

- Esa no es manera de saludar a tu primo – dijo el aun con esa sonrisa – Creo que mi invitación se perdió, o no llego a Salazen Grum, bueno de igual manera no llega nada allá – dijo sarcástico

- Fabricio, te pido que no hagas ninguna locura – le advirtió Lucio

- No pienso cometer locuras, estúpido guardia, solo vengo a tomar lo que por derecho es mío – dijo él y aparecieron las cartas que alguna vez uso Iracebeth de Crims

- ¿de dónde sacaste esas cartas? – pregunto Lirio asustada

- Pues, querida prima, cuando tu insoportable madre desterró a mi madre en el Frabulloso día, algunas aun le guardaron lealtad, se refugiaron en Salazen Grum, y cuando mi madre fue a reunirse con los abuelos ellos me dieron su lealtad – dijo Fabricio

- Fabricio, no comprendo nada, mamá y la tía Iracebeth hicieron las paces, hace mucho tiempo, todos sus rencores fueron olvidados – dijo Lirio confundida

- Saca cuentas, primita, haz números, ¿sabes cuándo nací? – dijo el con sorna

- Naciste dos años antes que yo. En 1885 – dijo lirio quien era resguardada por Lucio

- Tú lo has dicho, yo soy mayor, y por tanto el heredero de Infratierra, basándonos en la ley del abuelo – dijo él con su ejército atrás

- Estas malinterpretando la ley del abuelo – dijo Lirio asustada

- No primita, la ley es clara, dice que el hijo mayor será el gobernante de Infratierra, cosa que le correspondía a mi madre y fue arrebatado por tu madre, entonces querida, tu reinado se acaba de terminar – dijo el para después soltar una carcajada

- ¿Por qué ahora reclamas "ese derecho"? – grito Lucio

- Porque tenía que esperar a que Lirio se casara, no se podía hacer nada antes, la ley es clara también en eso ¿cierto Lirio? – dijo dándoles la espalda

- La ley dice que en caso de ser una mujer la que llegue al trono no podrá gobernar hasta que esté casada, o en el caso ser hija directa de un miembro de la realeza – cito Lirio alterada

- Ahí está la respuesta, guardias llévensela – dio la orden y las cartas ahora negras fueron por ella

- ¡Ni se les ocurra ponerle un dedo encima a Lirio! Se interpuso entre la baraja y ella

- ¿y un estúpido guardia va a impedir que me la lleve? – dijo irónico Fabricio y con una estocada al corazón mato a Lucio en ese momento, Lirio grito como desquiciada y el caos se desato, lo que fueron los nietos de Bayard, los Tweedles, sonriente, Mallymkun, McTwisp, Thackery, Demetrius y Skylar se refugiaron en las cocinas, esperando que no les pasara nada

Fabricio era hijo de Iracebeth y del Tiempo, y tenía cierto parecido a sus padres, tenía el cuerpo y el porte de su padre, y el cabello y el carácter de su madre.

Apreso a Lirio y se la llevo a Salazen Grum, no se tentó el corazón y mando a todos a las tierras del interior, no sin antes destruir Marmoreal

- Esto es solo el principio madre, vengaré tu reinado, y al idiota de mi padre, pronto se las verá conmigo – dijo Fabricio mientras veía como Marmoreal ardía

Nuestros lunáticos preferidos lograron escapar

- ¿Qué vamos a hacer? – preguntaba llena de hollín Mallymkun

- No podemos hacer nada, solo ellos conocen las leyes que establecieron los padres de la reina blanca y roja – tosía Demetrius

- No lo sé Demetrius – decía sonriente sacudiéndose también el hollín

- Yo sé quién puede salvarnos – dijo Tweedledee

- Alicia, bueno, su descendiente- agrego Tweedledum

- Nivens, ¿hay algo en el oráculo? – dijo Demetrius recuperándose

El conejo saco el oráculo y se mostraba ese día como el Rebeldioso Día, rápido comenzó a recorrer el oráculo y apareció esa cabellera dorada que tanto anhelaban ver

- Ahí está – dijo sonriente señalando como se enfrentaban dos personas al ahora proclamado "Rey negro"

- ¿Por qué aparezco yo? – dijo Sky viendo aquella imagen

- Porque estás destinado junto con Stella Alicia a restaurar el orden en el Festividoso día, que pondrá fin a la era del rey negro – dijo Mallymkun

- Nivens, creo que es hora de traer a Stella Alicia de vuelta a Infratierra- dijo Thackery

- Yo también creo eso, pero la Reina Lirio dijo que tenía que ser creyente y estar un poco loca, si no, no podrá volver – dijo Nivens enrollando el oráculo

- Ya la trajiste una vez cuando tenía seis años y te puedo asegurar que ella no sabía que tenía algo que ver con Alicia Kingsley – dijo Sonriente

- Demetrius, cuida esto como tu vida, Absolem ya no está como para dejar el oráculo en cualquier sitio – le entrego el pergamino

- Viaje bueno Nivens – le dijeron sus amigos

- ¡Fin al Diamante Negro! – dijo Nivens antes de escabullirse

- ¡Fin al Diamante Negro! – respondieron ellos, para después salir con cuidado de su escondite e irse a refugiar a sus casas, todos menos Sky que estaba aún pensativo, Demetrius lo noto

- ¿Qué sucede hijo? – le dijo ayudándolo a volver en sí

- No entiendo porque yo estoy en el oráculo – dijo ya caminando Sky

- Era obvio Sky, tu bisabuelo Tarrant siempre ayudo a Alicia Kingsley, la campeona para que se diera el Frabulloso día y cuando estuvo a punto de ser el final de Infratierra, creo que su destino está unido de cierto modo – dijo Demetrius vigilando que no vinieran los guardias negros

- ¿Crees que lo lograre? – pregunto Sky algo nervioso

- No solo lo creo, lo sé, andando – dijo Demetrius y ambos siguieron el camino para su casa, o su refugio

El cielo en tu miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora