Capítulo 15.- Quiero saber de ti

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Skylar

Habían pasado alrededor de 15 minutos que dejamos la casa de mi bisabuelo, o debería decir mi casa, que se ha convertido temporalmente en el cuartel general. ¡Como sea! Stella y yo íbamos ocultándonos entre los árboles del bosque, yo la iba guiando, sabía perfectamente cómo llegar a los límites de lo que abarcaba el pueblo de Marmoreal

Marmoreal era en sí el castillo, pero todas nuestras casas estaban cercanas así que decíamos que éramos vecinos del palacio. Me desvié del teman, de cuando en cuando, volteaba a ver que Stella estuviera bien, aún tenía en su rostro una expresión de confusionamiento confuso

- ¿Te encuentras bien? – dije cuando estuvo a mi lado

- Aun estoy digiriendo todo – dijo ella calmada

- ¿A qué te refieres con eso? – dije tratando de ser amable

- Imagina que toda tu vida, pensaste que un mundo era solo fantasía, ficción, y en menos de una semana descubres que es real, que eres descendiente de la protagonista de tu libro favorito y que ese mundo fantástico es real, que estás en él, y que, si algo sale mal, se puede ir todo al traste – dijo ella más relajada

- Me supongo que es una impresión demasiado fuerte, pero, no tienes que preocuparte, tu abuela Alicia también era así de indecisa – dije con una sonrisa

- ¿Qué quieres decir? – dijo ella sin entender

- Digamos que aquí en Infratierra, Alicia es algo así como la "heroína" y es parte de la historia de Infratierra, todo mundo sabe que se enfrentó al Jabberwocky en el Frabulloso día, pero le puedes preguntar a los Tweedles, a Mallymkun, Sonriente o incluso a McTwisp todo lo que ella sentía cuando vino aquí, no estaba preparada, y no quería destruirlo – dije mientras nos deteníamos, llevábamos al menos 1 hora caminando y ya estaba oscureciendo

- Aguarda, ¿cuántos años tienen ellos? - dijo sorprendida

- Fácil unos 250 años más o menos, conocieron a mi bisabuelo, y el murió de 111 años, además eran amigos desde niños, así que fácil pueden tener esa edad o más – dije sonriendo

- ¡vaya! – eso es demasiado tiempo

- Sí, se dice que la reina Mirana y la reina Iracebeth vivieron 450 años más o menos, nunca se sabe con exactitud, recuerda, el tiempo pasa de manera diferente aquí que en tu tierra – dije tranquilo

- Skylar, ¿Por qué ya no andamos? – dijo Stella al ver que estábamos sin andar

- Porque ya oscureció, y ahorita con las cartas de Fabricio, no podemos andar libremente, tenemos que ocultarnos, para pasar la noche – dije observando los árboles, hasta que encontré un árbol bastante frondoso como para escondernos a Stella y a mí - ¿Sabes trepar a los árboles? – le dije curioso

- claro, ¿a cuál hay que subir? – dijo ella entusiasmada

- A este – dije señalando el árbol

- Muy bien, ¿te sigo o me sigues? – dijo ella poniéndose enfrente del árbol

- Creo que subes tu primero, por si te caes estar aquí para sostenerte – dije con una sonrisa de medio lado, y pude ver como se ruborizaba

- Gra-gracias Skylar – dijo ella avergonzada y bajando la mirada

- De nada Stella – dije cuando ella ya iba subiendo el árbol, cuando llego a la rama que le había señalado, comencé a subir hasta que le di alcance

- Eres buena – dije cuando estuve con ella sentada en la rama

- Gracias, tu igual Skylar – dijo ella serie

- Puedes llamarme Sky, creo que Skylar es demasiado formal, nada sinfónico – dije bromeando

- De acuerdo Sky, tu puedes llamarme Stell – dijo ella y un ligero sonrojo apareció

- Muy bien Stell, creo que hemos tenido muchas presentaciones – dije riendo

- Creo que es cierto – dijo ella uniéndose a mi risa, y por Dios, que hermosa risa tiene

- Bueno Sky, cuéntame de ti – dijo ella y su pregunta o propuesta me tomo desprevenido

- ¿De mí? – dije sorprendido

- Sí, te recuerdo cuando eras un chiquillo como de 15 años, pero nunca supe nada de ti – dijo ella inocentemente

- Tenía 14 años, y de mí no hay mucho que contar, fui a la escuela cuando niño, mi padre me enseño el oficio de sombrerero y como sabes soy descendiente de Tarrant Hightopp- dije alzando los hombros

- ¿Todo? No creo, ¿Qué hay de tu madre? ¿No tienes hijos? ¿Estás casado? ¿tu edad? – dijo ella curiosesca, yo solo me limite a reír

- Son muchas preguntas, pero te responderé, mi madre falleció cuando yo tenía 16 años, ya está con el Tiempo y con el clan, hijos no tengo, y mucho menos estoy casado, estuve a punto de casarme con una doncella de la corte de la Reina Lirio, Lady Satine, pero no funcionamos, incluso vivimos juntos un tiempo, pero no funcionamos, así que lo dejamos por la paz, regrese a vivir con mi padre y ahora vivo en la casa del bisabuelo, y mi edad, tengo 30 años – dije haciendo un resumen pequeño de mi vida

- Esta bien, al menos ahora se un poco más de ti – dijo ella sonriendo

- Ahora soy yo el que hará las preguntas, quiero saber de ti - dije tomándola desprevenida, justo como ella me tomo a mí

- Pues, tengo 22 años, soy la hija mayor, tengo un hermano de 14 años, hija de padres divorciados – dijo y esa palabra me hizo un poco de ruido

- ¿Divorciados? ¿qué es eso? – dije curiosesco

- ¿No existe el divorcio aquí? – dijo ella curiosesca

- Dime primero, ¿qué es eso? – dije intrigado

- Es la anulación de un matrimonio, y la separación de una familia– dijo ella y se quedó seria

- Aquí no hay esas cosas, cuando uno se casa es para siempre – dije igual serio

- Son muy afortunados aquí, es un proceso doloroso, no solo para la pareja y para los hijos, total, mis padres están separados, papá tiene una nueva pareja y yo vivo con mi mamá y mi hermano, estoy estudiando la Universidad, y digamos que son como los estudios superiores aquí – dijo aventurándose

- Los únicos que pueden tener ese derecho son los pertenecientes a la realeza, todos los demás solo tenemos oficios – dije sonriendo

- Bueno, y pues creo que es todo – dijo alzando los hombros

- No hay derecho, y aplicare tus mismas preguntas, ¿estás casada? ¿tienes hijos? – dije divertido y ella se rio

- No estoy casada, mucho menos con hijos, ni siquiera novio tengo – dijo ella y vi cómo su mirada cambiaba

- Lo siento si te incomodé – dije tomándola de la mano

- Claro que no me incomodas, oye ¿Qué sucede con el Diamante negro, de dónde salió? – dijo ella para después dar un bostezo

- Creo que mañana te contaré, ya es tarde y mañana hay que levantarnos temprano – dije sacando de la mochila una cuerda

- ¿eso para qué es? – dijo asustada

- Para no caernos del árbol, me recargaré contra el tronco y me amarraré la cintura y una pierna, después tú te recargas en mí y hago lo mismo – dije mientras me recargaba, su cara se puso del color de un tomate - ¿estás bien? Dije cuando terminé de atar mi cintura al árbol

- Sí, no te preocupes – dijo ella y se acercó a mí, recargando su espalda en mi pecho, hábilmente hice el nudo alrededor de su pequeña cintura y después por una de sus torneadas piernas, cosa que me puso a sudar frío

- ¿No te lastime? – dije una vez cuando termine de atarnos

- No, para nada – dijo ella bostezando – Buenas noches Sky – dijo ella acomodándose en mi pecho

- Buenas noches Stell – dije mientras le acariciaba el cabello y veía al horizonte, el cielo oscuro, sin estrellas y solo la luna como adorno

El cielo en tu miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora