Capítulo 26.- ¿Quieres guerra? ¡Guerra tendrás!

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Skylar

Ver a Stella tan decidida era extraño, no se parecía en nada a la que llego a Infratierra, además, ahora ella era mía, mía en toda la extensión de la palabra, pero eso me daba miedo, o más bien me preocupaba, no me había puesto a pensar en lo que pasará después de que le demos fin a Fabricio de Crims.

¿Stella querrá quedarse conmigo? ¿Y si se va, qué haré? No quiero que nuestro amor no tenga el final feliz que todo mundo espera que tengamos, además ¡yo quiero ese final feliz!

- Sky, ¿amor, te encuentras bien? – me saco de mis pensamientos mi mujercita

- Sí, bueno, no – dije honestamente

- ¿Qué es lo que te pasa? – dijo Stella deteniéndose en su andar

- Tengo miedo de que algo te pasé – dije sin pensar

- Yo también Sky, tengo un miedo irracional a que te suceda algo, pero no va a ser así – dijo ella abrazándome para reconfortarme

-Hay algo más – dije tratando de no asustarla

- ¡¿QUÉ?! – no funciono

- No quiero atormentarte ahorita... –

- Sky –

- Pero tenemos que hablar de eso en algún momento

- Skylar

- Pero primero hay que enfocarnos en el diamante negro

- ¡TARRANT SKYLAR HIGHTOPP! – me grito

- ¿Sí? – dije asustado

- Sabes que odio que me digan las cosas entre líneas o con rodeos, así que mejor dime las cosas como van, sin anestesia – dijo algo enojada

Tome un gran suspiro - ¿qué va a pasar el día que tengas que regresar? ¿te quedarás? ¿o qué pasará? - dije asustado

Ella solo me miró tiernamente y me dio un casto beso en los labios

- No te preocupes por eso, esté en donde este, siempre recuerda que te amo, y que puedo asegurar que eres el amor de toda mi vida, ¿ok? – dijo ella tratando de mantener la compostura

- ok – dije tratando de calmarme

- Vamos Sky, ya casi llegamos al castillo – dijo ella poniéndose en marcha nuevamente,

Stella, sé que no te quedarás, jamás renunciaras a tu mundo por mi pensé

Medio día después de camino habíamos llegado a la casa del clan

Volví a tocar en clave esperando una respuesta, pero no la obtuve, volví a tocar y en aquel momento el lugar en donde estábamos parados Stella y yo, se abrió y literalmente el suelo y nos tragó. Stella y yo caímos por un túnel, que parecía interminable, pero gracias a Dios si tenía fin, caímos en una madriguera

- ¿Tienes idea de donde estamos? – dije al no reconocer el lugar

- Sí, y ellos también – dijo Stell, señalando al frente y ahí estaba todo el clan

- ¡CHICOS! – gritaron de emoción al vernos de nuevo

Pronto saludamos a todos, menos a mi padre, y ahí estaban, haciendo su aparición, tanto Stella como yo corrimos a abrazarlo

- ¡Papá! ¡Demetrius! – gritamos ambos y corrimos a abrazarlo

- Chicos, me alegro de verlos bien y con vida – dijo sin dejar de abrazarnos

El cielo en tu miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora