capitulo 3

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El dia anterior, el dia de hoy, el dia siguiente, era violada por el gobernador.

Decidi no pelear y me converti en la mano derecha de el a parte de su juego sexual, según dicen las personas.

Pero ¿por que mierda no hacen nada? Eso es pedofilia

— Jared ¿donde estas? — dije entrando al departamento de jared

— Aqui — dijo desde su cuarto y me dirigi a el. La casa es bonita, como no decirlo. Teníamos una casa para jared y para mi, la cual estaba amueblada y teníamos el privilegio de tener nuestra despensa llena a nuestra disposición. Algo bueno tenia que sacar de ese pedazo de imbecil.

Finalmente me acerque a donde estaba acostado, mirando el techo al parecer buscando respuestas o la cura al cáncer. Me acerque a con el y me acosté a su lado mirando también el techo. Ojala estuviéramos en aquellos días en los cuales me contaba de sus ligues.

— ¿sabes donde esta tio merle?— pregunte recordando a que habia ido a su habitación. Después de unos segundos se vio entrar por la puerta.

— Aqui niña hueca — entró y se dejó caer en la cama de jared. El nos había intentado ayudar, pero al ser descubiertos dejamos de tratar. Había sido rápido pero, ya no quería que el gobernador me lastimara. Estaba harta.

iba a responderle por el innecesario apodo pero el sonido del wolkie tokie me interrumpió. Suspire frustrada con ganas de lanzarlo por la ventana a él bosque. Porque cuando sonaba mi wolkie tokie solo había probabilidad de que me llamaran dos personas, y una de ellas estaba conmigo.

—Tengo trabajo para ti, no me hagas esperar — al dejar de escuchar su despreciable voz, presione el boton.

— voy enseguida — solte el boton y suspire pesadamente mientras miraba el pisó, me despedi de jared y tío merle con la mano sin dejar que dijeran algo. Sali de ese departamento.

Y fui con el gobernador. Al entrar lo vi sentado en la sala, justo cuando me miro se levantó y se acerco a mi com esa sonrisa que tanto detestaba. Su personalidad, su accesibilidad, todo era falso. Me abrace a mi misma sintiendo las lágrimas bajar y mi pecho oprimirse.

— ¿Me buscabas? — pregunte, el solo me miro y me dio a entender todo. Lo haría de nuevo.

Se acercó a mi y con sus asquerosas manos tocó mi cintura. Contuve la respiración mientras trataba de hacerme para atras, para evitar que me tocase. Pero con un jalón brusco estaba cerca de el. Un sollozo salió de mi boca y rápidamente me lleve una mano a esta viendo temerosa al gobernador.

—Sabes que odio que llores —


















— ____ ya que te vistas vas a mi oficina — se puso lo zapatos y se fue sin mirar atras. Yo solo pensaba en el dia que entramos a woodbury, en cuanto les insistí en que no me agradaba para nada este lugar. Me levante para poder asearme y me vestí con un pantalón y un suéter de los Ángeles California, además de mis típicos tenis deportivos. Antes de poder salir no pude sentir asco por mi misma. Fui en camino hacia donde me había pedido el gobernador. Entre a su "despacho y mire como el estába ahí, otra vez, tan indiferente como siempre. De verdad que lo odiaba.

—Hay una prisión a pocos kilómetros de aquí, la quiero y tu me la conseguirás. — dijo mientras sonreía

—¿y que quiere que haga? — río mientras se acomodada en la silla, por inercia di un paso hacia atrás.

—abajo hay unos tipos los cuales vienen de ese lugar, quiero que me des la dirección exacta — Tenía ganas de tomar un estúpido cuchillo y meterselo por donde no creerán que entraban. Yo solo asenti y fui a la salida.

— maldito — susurre pero por suerte no me escucho, abrí la puerta y vi al vigilante quien estaba sentado al lado de la puerta con la arma entre manos. Bien, estaba harta de lidear con pendejetes como estos, esos que se creen demasiado a pesar de que serían los primeros en morir al ataque de una orda de caminantes.

— Bien. largo de aquí, yo me encargare de ellos — le dije cruzandome de brazos mientras lo miraba mal.

— Con ordenes de quien — me dijo desafiante, rodé los ojos. Al parecer hoy tenía complejo de merle, igual de fastidioso.

— Con ordenes del gobernador ¿y sabes algo? eres nuevo. Ve y preguntale a la gente quien soy yo. — se paro tratando de intimidarme, suspiré fastidiada. Ya habia tenido mucho que pasar hoy como lara aguantar a otro par de idiota — ¡LARGO! — el solo se fue. Entre a la sala y los 3 que estaban ahí levantaron la vista, habia una señora morena con rastras, un chino y un tipo con un chaleco con alas atrás. La chica de rastras era la que había venido con Andrea hace unos días. Mi única esperanza para que el gobernador se hartara de mi y me dejara de lado. Pero al parecer no estaba a gusto con otra rubia en su colección de prostitutas. Estaban cansados y algo sucios, se veían mal. Pero de repente se me ocurrió una idea. Podia ayudarlos a escapar y escapar con ellos. Después cada quien por su camino.

— Bien, ganado nuevo — dije y me miraron con odio, sonreí un poco ante la absurda situación. — pero no me miren asi que duele — reí y después toca mi pecho fingiendo que dolio. Luego me puse normal y camine al centro viendo mejor a los tres. Después de un rato viéndolos hable — ¿cuales son sus nombres?

— ¿porque tendría que dartelo? Apenas te conozco — dijo el mugroso. Puse una mano en mi cadera. Aparentemente no querían cooperar

— porque yo los puedo sacar de aquí, el gobernador quiere la prisión, así que hará lo que sea para obtenerla. Estoy dispuesta a ayudarlos, aquí entre nos no me cae para nada el gobernador. Sus nombres ahora — dije seca

— Yo soy michonne — la mire y gire la cabeza para ver a el chino.

— ¿Y tu chino? — dije y mire al siguente esa cara se me hacía muy conocida. Me acerque un poco más al que se veía rudo.

— Yo soy gleen y soy coreano, el es daryl — me quede impactada, en shock ¿sera daryl? ¿ese daryl quien estoy buscándo? Sus rasgos eran parecidos a los de jared, por eso me resultaba tan familiar.

— ¿Daryl que? — dije seria, si el era mi supuesto padre tendría que ir a hablar con jared e idear un plan para sacarlos de aquí ahora.

— ¿Acaso importa? — me miro desafiante asi que lo tomé de la barbilla obligándole a verme.

— Respondeme a lo que te pregunto si no quieres un pedazo de plomo en tu linda y mugrosa cabezota — dije quitando mi mano de su barbilla

— Dixon, Daryl Dixon — o dios mío, ¡no dijo eso! el es papa, tengo que decirselo a jared

Tomé el woolkie tokie y me aleje a la puerta dejando a los tres extrañados por mi comportamiento, en especial a daryl.

— Jared refuerzo en el sotano del edificio cinco — sonreí emocionada y una pizca de esperanza me lleno el cuerpo.

— ya voy en camino —

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Q emocion rayita conocio a su papa hermoso wow

Que vergüenza daba a mis principios ;-;

"Mundo En Ruinas " ( Carl Grimes Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora