"Mundo En Ruinas " ( Carl Grimes Y Tu)

capitulo 11

No sabía que hacer, se veía tan frágil, tan destrozada. Mu corazón estaba partido en dos, me había encariñado de la mini Dixon muy rápido, claro que me dolía verla en ese estado.

—¿____ que hicieron? ¿estas bien? — pregunte muy preocupada, ella levanto la mirada y seco sus lágrimas. Se veía destrozada pero parecía querer ocultarlo, aun temblaba.

—no, me siento sucia maggie, ya no lo soporto. El es un gran hijo de puta, cuanto daría por matarlo y no dejar que se le acerce a las personas que amo, maggie. No importa lo que haga conmigo, me preocupa lo que haga con ustedes, con los de la prisión — dijo sollozando. No quiero ni imaginar lo que le hizo ese idiota, pero tenía una idea clara. Quedamos en silencio, gleen y yo no sabíamos que decir.

—ya casi estaremos con tu príncipe azul — trato de animarla gleen

— ¿Carl? — pregunto ____ limpiandose las lágrimas que nuevamente habían salido, sonreí al ver que sus ojos volvieron a tomar ese brillo

—yo nunca dije carl —respondío gleen provocando que a ____ se le escapara una pequeña sonrisa. Gracias gleen por hacer que sonriera

Narra ____

La ausencia de jared, quien era quien me ayudaba después de aquellos malos ratos no fue tan mala gracias a gleen, el simple hecho de saber que intentaban hacerme sentir mejor ne hacia sentir muchísimo mejor. Pero aún así, quería a a jared, quería volver a sentir la protección que sentía con el porque vaya, es mi hermano. Y quería volver con... Carl. No se a que estaba jugando pero tenía una gran necesidad de verlo otra vez, no sabía porque, no recordaba haber vivido un sentimiento como el que estaba sintiendo cuando este mundo no se había ido al caño.

Volví de mis pensamientos y recordé en el lugar en el que estaba, un frío cuarto, atrapada y posiblemente con casi nulas probabilidades de salir.

Mire a gleen y a maggie, se protegían uno al otro. Era verdad que yo era la que sobraba yo aquí, o al menos así me sentía en ese momento. A pesar de que pude tomar mi camiseta, me sentía desnuda, tal vez esa era mi verdadera yo, era en realidad débil. O me hacía débil al lado del gobernador, a pesar de ello no me sentía mal por ello, era imposible que no me sintiera mal al lado de mi agresor. El había matado a mi madre, el había chantajeado a jared, el me había hecho daño. Usaba a su gente como peones en un tablero de ajedrez, no, en realidad no era así, ni siquiera los veía como piezas para hacer un buen juego. El solo sacrificaba gente para su benéficio. El gobernador pagaría toda y cada una de las cosas que había hecho, me encargaría de eso.

Mis pensamientos se interrumpieron y solo pude sentir un jalón antes de recobrar el sentido, nos dirigieron a la salida a maggie, gleen y a mi. Nos pusieron bolsas de tela en la cabeza impidiendo ver lo que había más allá de la puerta, se escuchaba la gente alterada, algo estaba pasando. Y nos estaban llevando cuando se comenzaron a escuchar balazos, como si de un enfrentamiento vinieran. Tenía una de idea de que podrían ser los de la prisión pero no estaba segura

—¡maggie! ¡Gleen! —grite alterada, tenía miedo de perderlos, realmente hace poco los trate pero no dudaron en protegerme, yo tampoco lo haría con ellos

—aquí estamos —dijieron, alguien me quito la bolsa de la cabeza, me desamarraron y al mirar quien lo hizo me llene de felicidad.

— ¡papá! ¡Jared! — dije y corrí a abrazarlos. Me correspondieron el abrazo de una manera en la que me sentí mejor, un abrazo podia trasmitir lo que las palabras no. Debía de ser fuerte por ellos, saldría adelante por mi familia.

—¡¿Estas bien?! ¿Te hizo algo? — preguntó jared, mis ojos se llenaron de lágrimas rápidamente dándole la repuesta, y el lo supo. Bufo y sus ojos se llenaron de un rabia, rápidamente volvió a abrazarme.

—Ese maldito imbecil — murmuró mi papá. Jared tomo mi mano

—Vamos pequeña, larguemonos de aquí — asentí y rápido intentamos huir de woodbury

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