"Mundo En Ruinas " ( Carl Grimes Y Tu)

capítulo 32

—¡Mamá! ¡Ya llegaste! —grito emma y se abalanzó hacia mi abrazándome haciendome cargarla muy gustosamente. Mi corazón se calentó y una sonrisa involuntaria se mostró, aquella bienvenida era ls mejor de todas, pero faltaba alguien...

—Hola princesa ¿donde esta tu hermano? —pregunte buscándolo con la mirada, ella me miro seria haciendome que me preocupara

—Esta en su cuarto, no quiere salir porque dice que tu le mentiste — dijo algo triste, yo le sonreí para que no se preocupara y le di un beso en la mejilla

—yo hablare con el — dije y ella asintió bajándose y entrando a nuestro edificio/casa. Ebtre a su cuarto y vi que estaba en su cama llorando ¿como es que a pesar de tener 4 años se pueda enterar de la verdadera situación de las cosas? Sin duda mis pequeños eran muy listos

—que sucede mi vida — dije sentándome al lado de el y acariciando su cabellera, este rápidamente ahora me abrazo escondiéndose en mi pecho buscando consuelo. Verlo así me rompía el corazón

—¿e-es cierto? —dijo entre sollozos

—¿El que? Cuéntamelo — dije en un tono dulce y el me abrazo mas fuerte

— el que tiene el sombrero del sheriff m-me dijo que —hizo una pequeña pausa — No, nada solo estaba preocupado porque no llegabas— lo mire no muy convencida y el solo se seco las lágrimas. Me miró unos segundos y después sacó uns sonrisita apenada —De verdad, es eso. Nos vemos mami — después salió de la habitación dejándome confundida.

Tome mis armas y me diriji a mi despacho, después de dejar las cosas en su lugar me senté en las silla comenzando a leer los informes de lo que necesitábamos en la comunidad, estaba ya casi terminando mi trabajo cuando alguien toca la puerta

— adelante — dije sin quitar la vista de los documentos, escuche como sus pasos se aproximaban y se detenían al frente del escritorio, levante la vista encontrándome con una rubia de ojos verdes que se hace llamar paula dixon

—quiero que me presentes ante tu comunidad como tu hermana del alma, hermanita — dijo y se sentó en una silla con una sonrisa falsa. Sentí como mi molestia incrementaba, ella no me caia para nada bien y el tolerarla me era algo difícil.

—no, ni lo pienses, yo tengo dignidad y demasiada para presentar a un mal aborto como mi hermana ante mi gente —dije y seguí revisando lo que tenía entre las manos. Estaba dispuesta s seguir escribiendo cuando me arrebataron los papeles que ya había leído, bufé y salí de la oficina con una molesta persona siguiendome a todos lados

—¿que es lo que quieres? — pregunte saliendo del edificio, la tipa me seguía muy de cercas

— solo quiero forjar nuestros lazos de hermandas—  yo reí sarcásticamente y decidí ignorarla de vuelta, seguramente solo servía de bonita. Entre al comedor mire unos segundos a los lados, todos comían y bebían relajadamente después de un agotador dia de trabajo. Sonreí orgullosa, hasta que detuvieron mi caminar porque alguien se paro en frente de mi

—ni creas que por llegar simplemente vas a arruinar la reputación de los Dixon — dije quitando la vista de mi gente pare verla cuando saco un arma, de inmediato mis hombres le apuntaron a paula — dios mio como se te ocurre amenazarme en un lugar donde hay más de 10 hombres armandos a mi favor, y me sorprende que aún así preguntes porque piensas que no tienes la inteligencia — dije y me miró mal, jared llegó inmediatamente y le quito la arma después se la dio al otro para que la llevara a la bodega.

—No sabes con quien te estas metiendo — murmuró y yo solo levante una ceja, no entendía a esta mujer

—Disculpa querida pero hay algo que debo decirte, todos ellos —señale a mis hombres —Son mi familia, con ellos forjo un lazo de hermandad día con día porque me muestran su esfuerzo mediante los trabajos que me ayudan a realizar — la mire de arriba a abajo — mientras que tú solo estas siendo una niña mimada que no me apenara usar de carnada si la situación lo amerita. El que no sabe con quien se está metiendo eres tú.