Maratón (1/???)
One-shot pedido por hatsunia ok más vale tarde que nunca, hoy me dan las notas por lo cual deseadme suerte.
Me encontraba caminando por las tranquilas calles de Pekín en una mañana de verano, estaba muy contenta con mi decisión, era agradable haber elegido venir a China en lugar de pasar las vacaciones en el campo junto con mis padres, este país rebosaba paz por doquier y aunque había parte del bullicio de las ciudades todo era más ordenado lo cual era de agradecer.
A lo lejos pude ver a un chico con coleta que se encontraba acompañado de otro joven con un corte de cabello japonés, ambos parecían estar disfrutando de una interesante conversación ambos estaban sentados en un banco mientras observaban el río, por mi parte saqué el móvil y mi cuaderno de dibujo y empecé a dibujar la preciosa escena que tenía delante de mi, mis cabellos (c/p) caían por delante de mi cara por mucho que intentase apartarlos, por lo cual llegado un momento desistí de mi intento por apartarlo.
Seguí haciendo trazos hasta que noté que una sombra se cernió sobre mi, levanté un poco la cabeza encontrándome al mismo chico que antes se encontraba hablando con el chico con el corte japonés, pero no lo veía por ningún lado por lo que imaginaba que este ya no estaba.
Al darme cuenta de que estaba viendo el dibujo lo tapé avergonzada, no era buena dibujando, pero me gustaba hacerlo, también me percaté de que estaba demasiado cerca, era muy guapo no iba a negarlo, pero creo que incluso eso me ponía más nerviosa.
-¡Hola-aru! Soy Wang Yao, dibujas muy bien-aru.
-Soy (t/n) -lo dije en un susurro inaudible, pero al parecer él me escuchó ya que se sentó a mi lado y vio el dibujo.
-Me encanta tu nombre-aru... (t/n)... ¿no eres de aquí? ¿Verdad?
-Estoy de vacaciones... me queda una semana por aquí... -mi timidez me estaba ganando y cada vez hablaba más bajo, cosa que realmente parecía imposible.
-¿Y que te está pareciendo mi casa-aru?
-Realmente me gusta mucho, sobretodo los paisajes, y los pandas... amo a los pandas.
-Son demasiado lindos, vayamos a verlos al zoo, venga-aru.
Al final acabé siendo arrastrada por Yao al zoológico viendo a los pandas, sonreí a la vez que una cría de panda se acercaba, Yao me ofreció un trozo de bambú y yo se lo di al panda que parecía contento no pude evitar sonreír y acariciarle el pelaje, eran demasiado lindo, amaba demasiado a estos animales.
Saqué el cuaderno, me senté en el suelo y empecé a dibujarlo, me hacía gracia que se quedase mirando para mi como si estuviese posando, Yao se sentó a mi lado y apoyó su cabeza en mi hombro mientras, pronto acabe el dibujo del panda, pero cuando me giré mi acompañante estaba dormido cosa que me pareció tierna y decidí dibujarle.
Estuve así durante media tarde hasta que finalmente acabé el dibujo y decidí despertarle, este parecía algo avergonzado por haberse quedado dormido encima de mí, pero yo le resté importancia y le sonreí, al final acabó sonrojándose cosa que me pareció muy tierna por su parte, me levanté y le ofrecí una mano que este aceptó y que no soltó durante toda la vuelta hasta el hotel al que decidió acompañarme.
Durante el resto de las vacaciones quedé con él absolutamente todos los días conociéndonos, haciéndonos amigos y finalmente enamorándome de él, aun siendo solamente en una semana. Raramente encontraba a alguien que valiese tanto la pena como él pero no tenía claro que debía hacer, hoy era mi último día en China y debía tomar una decisión antes de que esto se volviese solo un recuerdo.
Durante la noche anterior me había sentido mal conmigo misma por no ser capaz de decidirme, no sabía lo que sentía pero no quería perder al que podría ser el amor de mi vida, sabía que si le decía que le quería le mantendría atado a una relación de larga distancia en la que apenas nos veríamos, pero si me lo callaba no me sentiría bien conmigo misma, una vez una persona muy sabia me dijo que había que escuchar al corazón y dejarse llevas ya que aunque pienses que no sabes lo que quieres hacer siempre hay algo en tu interior que te impulsa hacia un lado u otro y eso es lo que pensaba hacer ese día, si es que Yao llegaba ya que tenía un compromiso que atender, pero aun así me prometió venir a despedirse, tal vez en lugar de decidirlo yo lo acabé decidiendo el destino...
Agarré la carta que llevaba en el bolsillo de mi pantalón, allí tenía todos mis sentimientos, todo lo que podía destruirme por dentro y finalmente me había decidido a entregárselos a él, porque sabía que los cuidaría.
A lo lejos observé a alguien acercarse corriendo, al ver como se acercaba pude comprobar que se trataba de él, sonreí, estaba segura de que vendría.
Sonreí y le abracé con ganas, realmente estaba contenta de que hubiese venido, parecía sorprendido de mi efusividad, pero no se apartó de mi, al contrario se acercó más y empezó a acariciarme el pelo.
-Ya pensé que no vendrías.
-¿Y dejarte tirada? ¿Por quien me tomas-aru?
Reí y me separé un poco de él viéndole a la cara.
-Te voy a echar de menos.
-No digas eso, solo vuelves a casa no te vas a morir.
-Yao... te quiero.
En un principio no parecía entender que es lo que quería decir, pero finalmente reaccionó cuando uní mis labios con los suyos, estuvimos besándonos hasta que se escuchó la llamada a mi vuelo, finalmente nos separamos y le di la carta antes de que me arrepintiese corriendo hacía el avión, estaba segura de que volveríamos a vernos, teníamos que volver a vernos.
Meses después:
Me encontraba en el aeropuerto de (t/p) esperando a alguien, no podía parar de mirar de ver la hora cada dos minutos.
-Oye, ¿te vas a quedar ahí-aru?
Levanté la vista encontrándome con una mirada oscura, sonreí y me levanté besándole.
-Te he echado de menos.
Me levanté y uní mis labios con los suyos.
Por fin me siento en casa.
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One-shots "HetaliaxLectora" (Pedidos cerrados)
FanficHistorias cortas de uno o dos capítulos