Dulce Dolor

No se como viviré ahora...

Siendo tu mi aliento, mi esperanza, mi vida, mi todo...
Estando tan cerca de mi y tan lejos, ¿Cómo puedo llegar a ti nuevamente? Siento que gritar y llorar no es suficiente para sacar toda esta tristeza de mi interior.
Ya no estas a mi lado, tal vez jamás vuelvas a estarlo.
El tiempo nos separa, tu vas demasiado rápido mientras que yo, solo me muevo a donde me lleve el viento.
Somos dos almas distantes y tan diferentes pero desee con todo mi ser que fueran una sola. Me equivoqué.
Nuestros caminos se separan hacía distintas direcciones y no sé si vuelvan a unirse.
Seguimos hablando pero ya no es como antes. Hay algo que cambio pero aún así te sigo amando.
Jamás pude decirte lo que guardaba en lo más profundo de mi corazón y ahora en ese lugar solo se llena de oscuridad.
Mi cuerpo ya no es como antes, nunca pensé que necesitaría la ayuda de una máquina para seguir viviendo, ni tampoco que me vería diariamente dentro de un hospital solo viendo pasar a los médicos con problemas de cirugía y con pacientes fuera de sus camas.
Miro mis manos, ese tono avellana que había sacado de mi padre ahora tiene un tono amarillento y pálido, mis dedos estan más delgados y parecen temblar mientras intento no hacerlo, pero me sentía tan cansado ahora que ya no importaba si estaba arreglado o no, de todas formas me veía terrible.
El sonido de las máquinas hacían saber si seguía con vida, pero esto ya no lo es... Estar así es horrible.
Llega a mi habitación una enfermera y me cambia la intravenosa y me coloca la morfina para resistir el tratamiento. Después de segundos me colocan en posición fetal y el médico que me atendía llegaba con otra enfermera con un aparato que parece una jeringa gigante. Este momento era muy doloroso y más porque metían en una zona de mi columna la aguja gruesa, pasando por mi piel, carne, nervios hasta llegar al sistema motor y adormecer la zona. Era imposible no llorar ante el dolor pero me hacía llorar más la idea de que ya no estaba esa persona ahí conmigo para superar el dolor.
Al sacar el aparato de mi cuerpo ya no sentía la parte baja de mi cuerpo ni tampoco la podía mover. De inmediato me llevan a cirugía donde solo me esperaban tragedias.
Si sobrevivía a esto podía tener complicaciones pero si no lo hacía dejaba atrás a todo lo que amaba.
Mi padre se encontraba en la entrada del quirófano con una sonrisa triste, al mirarlo solo me dice "esfuerzate, te estaré esperando".
Esforzarme... Esforzarme cuando ya no siento vida, cuando me siento vacio, perdido en la oscuridad y soledad ¿ Para qué esforzarme si ya no tengo por el cuál pelear?
Sólo me cuestionaba eso sin pensar en mi padre que lloraba en silencio cuando se había enterado de que tenía una enfermedad que me mataba lentamente y sin remedio.
Siempre le hacía saber que estaría bien sin pensar en que le estaba mintiendo.
No sé que me pasará ahora, no se sí sobreviviré o no, pero solo espero tener la oportunidad de remediar mi vida, disfrutar de cosas que nunca hice y amar por última vez a mi mejor amigo.