El Pacto del Demonio

Cerca de la guerra.

-Hay problemas. Tenemos una reunión en el bosque oscuro, debemos ir.

-¿Problemas?¿Qué clase de problemas?¿Y por qué nos incumbe a nosotros?-Salí de la cama, me arreglé y me puse mis botas negras. Salimos de la habitación y bajamos hasta el salón.

-Lo sabrás cuando lleguemos, esto te afectará mucho más a ti,¿Estás lista?

-Si.-Nos teletansportamos al bosque oscuro, un lugar donde los demonios solían hacer sus reuniones, las árboles y plantas estaban todos muertos, y ya que en ese lugar siempre había una densa niebla rodeando el bosque, haciendo que estuviera completamente oscuro, los humanos lo llamaron así. Estaba preocupada, ya que no sabía de que manera me afectaba a mí esos problemas. Cuando llegamos muchos más estaban allí, haciendo un círculo amplio al que nosotros también nos unimos.

-¿Ya estamos todos?

-¡Hola! Sentimos llegar tarde, pero este lugar queda bastante lejos.-Otros monstruos vinieron, principalmente vampiros y brujas. Ningún lobo por lo que veía...y aquella voz, me sonaba de algo, cuando miré hacia uno de los laterales, vi a dos rubios muy familiares, y los reconocí...eran los mismos que me ayudaron cuando estaban con Sam.

-Muy bien, como algunos sabréis ha habido ciertas rivalidades entre los lobos, y eso es consecuencia de la guerra entre la manada del Norte, y la del Oeste. Hay humanos que han visto estas peleas, y han encontrado a lobos muertos por los bosques, hacemos todo lo posible para ocuparnos de esos humanos pero como siga así, la gente empezará a hablar y eso también nos causará problemas a nosotros.

¿Guerra?Esto era culpa mía, por lo que pasó aquella vez, iba a hablar cuando de repente un demonio apareció en medio de todos. Y por su cara parecía bastante sorprendido y alterado.

-Erik, ¿traes noticias?

-La aldea de los lobos de las montañas ha sido arrasada, un par de brujas han ido para tratar a los heridos, pero apenas hay ninguno.

Cuando escuché aquellas palabras, me quedé totalmente en shock, mi madre, mi madre podría estar allí, tenía que ir a buscarla. Me di la cuelta, apartando a la gente que estaba detrás y salí corriendo, pero escuché que Dani vino detrás mía.

-¿A dónde vas?¿No estarás pensando en ir allí tú sola, verdad?

-Es mi familia, tengo que ver que estén bien. Mi madre puede estar viva, y tengo que comprobarlo.

-Daniel, ¿qué ocurre?-Uno de los demonios habló y todos nos miraron curiosos.

-Por favor, tengo que verlo yo misma.

-Puede ser peligroso, si vas, yo voy contigo.

-Tengo que ir yo sola, lo siento.-Cerré los ojos y después aparecí en el bosque del territorio de los lobos de la montaña. Fui corriendo lo máximo que podía, y cuando llegué hasta la aldea, me quedé totalmente horrorizada, había sangre por todas partes, todo estaba totalmente destruido, hábia muchos lobos muertos de la manada, y lo que más me sorprendió es que no solo eran de montaña, los lobos del valle y los de la costa también estaban por aquí. Los del valle eran más bien marron claro y grises, y los de costa eran rubios, así que era fácil reconocerlos, pero si era una guerra contra el Norte, ¿por qué no había ni un lobo blanco por aquí?