El fin

1.1K 89 7
                                    

Me contó todo lo que había pasado aquel día y como Dani se convirtió en lo que es ahora. Me sentía triste por él, y no sabía bien como iban a matarlo sin dañarlo. Pero pensar en el tiempo que me quedaba con vida, tampoco me gustaba demasiado. Las chicas dijeron que se ocuparían ellos de como hacerlo, yo solo tenía que distraerlo para que no se diera cuenta de nuestro plan. Sabía que a Sam no le haría gracia que estuviera cerca de otro, pero solo por esta vez bajó la cabeza, apretó los dientes y accedió.

A la mañana siguiente, vinieron para decirme que ya estaba todo preparado, solo faltaba mi parte. Si buscaba a un demonio solo tenía que pedirlo, fuimos al bosque oscuro, mientras ellas se escondían como gatos entre los arbustos, yo me puse en medio y gritó con todas mis fuerzas su nombre.

-¡Daniel! Sé que me escuchas.

-Vaya, creí que no aceptarías, ¿el perro viene contigo?-De repente apareció delante mía.

-No, estoy yo sola.

-Mucho mejor. ¿Y bien, qué vas a hacer?

-¿Por qué haces esto?¿Por qué me obligas a decidir entre una vida contigo o una muerte segura?

-Yo no quería hacerlo, me has obligado a hacerlo, por abandonarme. No sé como has conseguido volver a ser un lobo, pero me aseguraré de que cuando aceptes te olvides de tu familia y de tu pasado para siempre.

-Si acepto, solo me convertiré en una muñeca sin recuerdos. ¿Es así cómo me quieres? Creí que serías mucho mejor persona que eso. Si antes me quería, déjame ir ahora. Déjame ser feliz con quién elegí.

-Eso es una opción imposible. Ahora decide, ¿aceptas o no?-Su postura era firme y sabía que no iba a retroceder ni cambiar de opinión, por mucho que insistiera. Me acerqué a él lentamente, mientras veía como ellas se acercaban por atrás.

-Daniel, yo...no puedo aceptarlo, prefiero morir a perder mis recuerdos. Por que también sería perder mis recuerdos contigo, y no quiero.

-TSK...-Estaba enfadado, y se acercó a mí de forma amenazante.-¡No acepto un no, como respuesta! Si tantas ganas tienes de morir, entonces te mataré yo mismo.

De repente me fijé que en su mano apareció una espada y que venía directamente hacia mí, cerré los ojos y me cubrí con los brazos, cuando de pronto mi olfato reconoció el olor de la sangre, quité los brazos y abrí los ojos y vi a Daniel quieto delante de mí. La espada cayó al suelo y vi a Ana detrás suya.

-¿Qué? Deberías...estar muerta.-Cuando bajé la vista vi que mi pelo estaba totalmente blanco, pero que sentía mi cuerpo vivo, nada me hacía daño. Él se giró y miró hacia atrás, cuando la vio.-No puede ser, es imposible, Sara...

-Lo siento Daniel, pero esto ya se ha acabado. El trato se ha roto, Alice no va a morir y ya no puedes tocarla.-Le sacó el puñal y él cayó al suelo de rodillas escupiendo sangre.

-¿Y ya está? ¿Se ha acabado el juego?-Era extraño, pero estaba sonriendo. Cuando de repente de su cuerpo salió aquel mismo hombre del que habló Ana. Daniel se cayó inconsciente y su aspecto empezó a cambiar al que le correspondía, alguien de cuarenta años.

-Maldito mocoso imprudente.-Aquel demonio también estaba herido, y estaba desvaneciéndose, hasta que completamente desapareció.

-Lo llevaremos a un hospital, no tendrá recuerdos de lo que pasó después de aquel accidente, así que nuestra existencia seguirá siendo nula.-Lo cogieron entre las dos.-Arreglaré el error que ocasioné hace años, muchas gracias por ayudarme Alice.

-Cuidadlo bien, por favor.

-Vete con Sam, debe de estar esperándote y ya sabes como se pone un lobo si su pareja no vuelve pronto.-Sonriendo.

-Nos veremos muy pronto Alice.-Me despedí de ellas y desaparecieron, yo salí del bosque y volví hacia el Norte cuando vi que Sam me estaba esperando y que al lado de él estaba mi familia.

-¿Qué tal ha ido?

-Se me quedará el pelo así, pero no me importa, él está vivo y yo también, así que...nada podría salir mejor ahora que estoy contigo.

-Ya hemos hablado y el tratado está firmado, solo nos queda que nuestra hermanita de el último paso.

-¿Todavía quieres unirte a mí?

-No voy a echarme atrás ahora, quiero estar contigo para siempre. Gracias por todo Will, y a todos. Todavía me tengo que disculpar mucho por todos los problemas que causé en el pasado, pero no me olvidaré nunca de ellos.

-Pues entonces a qué estamos esperando, vamos a organizar tu boda.

Mi madre estaba muy entusiasmada y no se dio cuenta de que estaba gritando y que todos lo habían oído. Aún así, se acercaron a felicitarnos a Sam y a mí. Yo estaba muy feliz, ya que tenía a mi pareja a mi lado y a mi familia en el otro. Pero aún así no olvidaría a Daniel, después de todo, un pacto no se rompe jamás y el mío era: Nunca olvides los preciados recuerdos del pasado y únelos con los brillantes recuerdos del futuro.

El Pacto del DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora