Cap. 7

128 11 5
                                    

Shawn se quedó conmigo esperando a mis padres. "Tranquila" fue la última palabra del tema. Entre mis sollozos me aferré a él mientras esperábamos en el sillón de la sala. No le expliqué nada, dije que lo diría sólo una vez, así que aguardaríamos a mis padres, no quería recordar. Tal vez no es para tanto, pero me sentía terrible, por alguna razón me sentía asquerosa, asustada, e indefensa, me sentía tan vulnerable. Una sensación que quiero olvidar, una sensación que al parecer Shawn me hacía olvidar. Dicen que cuando lloramos en realidad no sólo lloramos por el acontecimiento que hizo que empezaran a brotar las lágrimas de tus ojos, sino que lloramos por todo lo que aguantamos hace tiempo. Supongo que lloraba por conocer a mi ídolo, por tener tan cerca a Shawn tanto tiempo, porque tenía al chico perfecto a par de calles de mi hogar. Ese chico perfecto inalcanzable, ese chico que jamás tendré.

«No te tendré»

Un sonido me sacó de los pensamientos, era el auto de mis padres. Me incorporé y aguardé sosteniéndole la mano a Shawn. Pocos minutos después mis padres cruzaron la puerta.

-¿Al? ¿Qué haces despierta?- preguntó mi madre mientras se quitaba su abrigo y dejaba sus pertenencias en la mesa.

-¿Quién es?- preguntó mi padre señalando a Shawn.

-Es Shawn Mendes...- mi voz apenas estable-Hoy me topé con Jacob- al decir estas palabras mis padres pararon de hacer lo que hacían y tomaron asiento frente a mi y a Shawn.

Esperaban a que hablara, tragué hondo, Shawn entrelazó su mano con la mía, mi corazón quería estallar de emoción, pero debía de controlarme, ahora no podía salir gritando de la emoción, era una situación en la que tenía que ser consciente.

-Me levanté tarde, no pude ir a la escuela y decidí dar un paseo e ir a la librería. Mientras aguardaba un libro, Jacob llegó, me dijo que lo sentía y se fue. Luego fui al centro, y luego me fui, iba a casa pero me perdí y...- mi voz se quebró, no había pasado algo tan fuerte gracias al anciano, pero saber que estuvo a segundos de haber pasado no se me hacía del todo fácil.

-Está bien cariño- dijo mi madre inclinándose hacia al frente. Tomé mi tiempo.

Les conté lo acontecido. Mi madre empezó a llorar, y mi padre se molestó mucho, no conmigo, claro. Mi madre se sentía muy mal, casi abusan de su hija, mi padre quería matar al bastardo. Llamaron a la policía, Shawn seguía siendo mi soporte. Toda su camisa se llenó de mis lágrimas y mocos, me sentía apenada, pero él insistía en que no me preocupara por ello. Estaba ahí a mi lado, nunca me dejó, ni siquiera cuando los policías tomaron mi declaración. Estaba cansada hasta la médula, no fuimos al hospital ni a la comisaría, les rogué a mis padres que no fuéramos hoy, quería descansar. Shawn una vez más me ayudó a subir a mi habitación, me quitó los zapatos y me arropó, me dio un beso en la frente, sin decir nada se disponía a irse. Lo sostuve por la mano.

-Gracias- se volteó y se sentó en el borde de la cama- significas muchos para mi, no te voy a mentir, estoy muy ilusionada contigo. Eres Shawn Mendes, el chico con el que sería feliz, pero se que estás aquí porque eres una buena persona y no estás aquí por alguna otra razón, apenas me conoces así que no hay otra razón. Así que...- respiré profundo- así que si no tengo probabilidades contigo, por favor dímelo, pero si las tengo... No me dejes, no te vallas.

Shawn se acercó a mi y me acarició la mejilla, cerré mis ojos dejando escapar algunas cuantas lágrimas. Sentí cómo se acercaba delicadamente a mi oído, sentí por un segundo sus labios rozar mi oreja mientras su respiración chocaba en mi piel.

-No me iré- dijo pasivamente. Apenas sentía cómo se apartaba cuando caí en un sueño profundo.

...

La alarma me levantó de un brinco, hoy tenía que ir a la escuela, si o si. Me siento muy cansada, al tratar de levantarme noto que algo me está pinchando las piernas. Shawn estaba dormido ahí. Mi corazón quería salir por mi boca, pero lo único que hice fue sonreír de oreja a oreja, y sonrojarme demasiado. Se veía muy tierno dormido, demasiado, ya no quería levantarme, sólo quería estár así todo el día. Tenía ganas de abrazarlo, es decir, con una espalda como la de Shawn Mendes, ¿quién no quiere?

Al parecer notó que estaba despierta, pues se fue moviendo lentamente hasta llegar a alcanzarme con la vista.

-Buenos días princesa- dijo con el tono de voz risueño.

Este es el momento para explotar de alegría, ¿qué más podía pedir? Tenía a mi ídolo frente a mí, era él. Desperté a su lado, ¿qué más quiero? Con tan sólo tenerlo aquí a mi lado es suficiente, no me importa si muero de pobreza, sería más que feliz con él. Era lo único que pedía a las 11:11 de cada día, a mis pestañas caídas, a las estrellas fugaces. Era lo único que pedía. ¿Pero duraría? Apenas tengo 17 años, el 20, no va a durar, ¿verdad?

En mi rostro se reflejó mi pena, Shawn lo notó.

-¿Qué pasa?- dijo incorporandoce.

-Nada- dije mirando al vacío.

-Nada nunca es nada, ¿en qué piensas?- su voz era tan suave que nadie en el mundo podría resistirse a ella.

-Pensaba en que tengo a mi ídolo frente a mi, y que es todo lo que pido, que es todo lo que necesito. Te he amado sin conocerte en persona, imaginate lo ilusionada que estoy ahora. Y al pensar en eso... sé que no va a durar, y sé que sólo soy una admiradora más, pero... es diferente para nosotras. Cada admiradora imagina una vida junto a tí, en despertar y verte. Yo acabo de vivir eso, pero sé que no durará, a final de cuentas te irás, apenas tengo 17, me falta mucho por madurar. Y digamos que Shawn Mendes no me mirará de otra forma que una más en un millón de admiradoras. En eso pienso.

No dijo nada, no respondió, sólo se quedó con esa expresión de estupefacto sin poder articular alguna otra palabra. Entonces decidí dirigirme al baño para alistarme e ir a la escuela.

El Chico Perfecto: Tres Palabras Vacías - Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora