2km → Byun Baekhyun

024

Unos minutos más pasaron y pude ver su rostro, pálido y desganado, sus ojos rojizos al igual que su nariz. Venía acompañada por Hye Min, su hermana, quien también se encontraba casi en las mismas condiciones que la mayor.

- Lo siento -. Hye Min me susurró en el oído al abrazarme, su voz se oía como si estuviese a punto de llorar.- Yo...yo intenté -. No entendía las palabras de la menor, di varias palmadas en su espalda tratando de reconfortarla.- Intente convencerla de que no lo hiciera...perdón -. Se disculpó mirándome a los ojos y luego se alejó rápidamente para volver a la habitación donde se encontraba su madre.

Me había dejado atónito, no entendía bien las palabras de la niña..."Intente convencerla de que no lo hiciera" ¿Hablaba de su madre o hablaba de Hye Sun?...y más importante, ¿sobre que quiso convencer a quien?...

Hye Sun se encontraba aferrada contra la pared frente a mí, justo al lado de la puerta donde estaba su madre. No tenía expresión alguna en su rostro, solo se encontraba allí, parada mirando un punto en la nada.

- Hye Sun... -. Me acerqué a abrazarla, lentamente acariciando su cabello y con mi respiración volviéndose cada vez más inestable, no sabía por qué pero sentía ganas de llorar.

Inconscientemente las lágrimas comenzaron a caer.

- Baek... -. La frágil voz de Hye Sun resonó contra mis oídos, rápidamente me separé un poco para ver su rostro.- ¿Podemos salir de aquí? -. Su voz salió ligeramente ronca.

Asentí levemente mientras colocaba mi brazo al rededor de sus hombros y la sacaba fuera de allí, una vez en mi auto me atreví a preguntar.

- ...¿Qué pasó con tu madre? -. Ella volteo a mí con una ligera mueca, carraspeo antes de contestar.

- Esta bien, digo está viva -. Su expresión se aflojó pero su ceño se volvió a fruncir cuando volvió a hablar.- Ya es una mujer adulta, y debe cuidar su salud así que va a dejar la empresa y por fin descansar -. Vi sus ojos cristalizarse, rápidamente tapo su rostro con el pequeño pañuelo que tenía en manos.

- Ah...b-bueno, es un alivio que no le haya pasado nada grave -. Ella solo asintió mientras volvía la vista hacia la ventanilla.

Había anochecido para cuando llegamos a su departamento, la acompañe hasta la puerta y plante un beso en su frente para despedirla pero cuando me estuve a punto de ir sentí sus manos envolverme desde atrás.

- B-baek... -. Susurró, en mi odio, sus manos se colocaron en mi pecho y con un movimiento me volteo frente a ella.- No quiero ir a casa esta noche... -. Dijo y en ese instante plantó un beso en mis labios.

No sé cómo pero ambos terminamos en mi auto, dirigiéndonos a mi departamento. En menos de 20 minutos llegamos, hubiese sido antes pero el tráfico nos había agarrado desprevenidos, aunque esos veinte minutos ella se la pasó tocando y apretando mis piernas haciéndome retorcer.

Al llegar a mi departamento ella volvió a besarme, ferozmente esta vez. Sentí un cosquilleo en mi nuca, allí donde descansaba su fría mano. Lo que sentía al tocarla era indescriptible, era como si me quemara al sentir el contacto de su piel con la mía.

No mentía, estaba bien duro y ya le había sacado la mitad de la ropa para cuando habíamos llegado a la habitación. Pero algo me decía que esto estaba mal, bueno, todo indicaba que esto estaba mal.

Digo, la Hye Sun que yo conozco no está aquí...

- Hye Sun... -. Separé nuestros labios para hablar, ella soltó un agudo chillido por qué había cortado aquel beso.- Yo no... -. Tomé su mejilla, sus ojos me miraron con un poco de tristeza.