Noche Buena

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Narra Blaine

Así es noche buena, no sólo era un día antes de la famosa Navidad, para los Anderson era un gran día, más bien una especie de tradición que practicamos cada año seguido, nos reunimos en una cabaña todos para volvernos a ver al menos una vez al año.

Jamás había invitado a Kurt hasta ahora, sería mi primer invitado en todas la reuniones. Recuerdo que de pequeño me encantaba ir aunque no entendía el sentido de ir a verlos si lo veía seguido a casi todos, y podría decirse que sigo sin entenderlo, lo que sé es que esto hace que todos sigamos unidos y en contacto de esta forma.

Salí de la gran tienda que me encontraba con todo lo que me había mandado mi madre a comprar. Definitivamente quería con ansias que ya fuera de noche. Cooper tampoco había llevado a alguien, hasta ahora, llevaría a Cece y yo no tenía ningún problema ya que ella era todo un alma de la fiesta.

Empecé a caminar a pasos rápidos mientras enviaba un mensaje para Kurt de que me acompañara a casa a cocinar la cena de esta noche junto a mi querida madre.

Me detuve un segundo para poder enviar el mensaje. Lo hice, pero algo muy raro pasó, un sonido de celular igual al de Kurt sonó. Mire hacia todas las tiendas pero no había nada. Envíe otro mensaje para escuchar de nuevo el sonido y si, definitivamente era el de Kurt.

Me acerque a una estantería de bolas de cristal encantadoras, que sí no fuera por la pared de vidrio que me separaba de ellas ya las hubiera tocado y revuelto para ver la nieve caer dentro de ellas, me dedique a pegarme contra el cristal haciendo que mi nariz topará contra aquella pared de vidrio.

Visualice a Kurt hablando con alguien adentro, era Adam, se veían muy contentos, hablando de lo que fuera, me acerque aún más al cristal para poder apreciar más la escena, Kurt golpeó el hombro de Adam y este se movió un poco haciendo que Kurt se acercara más a el. No se ni siquiera el porque estaba viendo esto.

Una persona se posición del otro lado del cristal tapándome toda la escena de atrás.

Era Lola, traía un gorrito en la cabeza y sus mejillas estaban más rojas de lo normal por el frío me miraba enternecida.

Se esfumó de mi vista para luego aparecer por la puerta de la tienda, me sonrió y se acercó a mi.

— Te ves muy adorable así-dijo con una sonrisa

— ¿Así cómo?-pregunté

— Así-dijo recargando su nariz con el cristal y luego dirigiendo su mirada hacia mi.-¿Esperas a alguien?-preguntó

— No, solo miro-dije pegando mi cara nuevamente al cristal

— ¿Los espías?-preguntó imitándome.-¿los espías a ellos?-esta vez apuntó rápido con su dedo y luego bajó su mano

— Bueno eso parece-respondí

Kurt golpeó unas vez más el hombro de Adam y este tomó a Kurt y lo beso.

— ¡Waoh! ¡que intenso! ¿El no asiste a clases en McKinley?-pregunto

Asentí con la cabeza.

Kurt y Adam se estaban besando, ¿cómo podían hacerlo? mejor dicho ¿como Kurt pudo hacerlo?
Los ojos me empezaron a escocer, cerré mis ojos y me separe del cristal.

— ¿Te encuentras bien?-preguntó Lola preocupada para luego dirigir sus vista hacia el cristal.-¿Lo conoces?-volvió a preguntar

— Más que eso-dije mirando mis zapatos

— Oh-murmuro-haciendo una mueca-Si te sirve de algo tu amigo ya se fue-dijo mirando por el cristal

— Si yo también lo lamento-gruñí más que molesto, dolido, volví mi vista a el lugar y era cierto, ya no estaba Kurt, pero si Adam, tenía tantas ganas de entrar y golpearlo por hacer esto, pero no quería hacer problemas, no hoy, no en noche buena.

Me enamoréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora