El Favorito (Kidou x Fudou)

Capítulo 2

Al día siguiente hablé para hacer una reservación. Tenía una disponible a las 6:00 pm. La acepté y me fui a trabajar.

Yo trabajaba en la gran compañía Kageyama, una industria textil, mi salario era bueno, y también ganaba algo extra por acostarme con el jefe. Así que mi vida económica era buena.

Yo era un joven castaño, alto de ojos verdes, y adoraba usar un pearcing en la ceja.

No tenía ningún amigo en la empresa, no me gustaba relacionarme con otros, a excepción de Genda, se podría decir que era mi superior, cuando yo comencé a trabajar aquí él ya estaba, él conocía a mi rival Kido y también sabía qué clase de relación mantenía yo con nuestro jefe.

–Ayer conocí a un... desconocido –hablé de forma incoherente cuando los dos estábamos cerca de la maquinaria.

–Ah claro, conociste a un desconocido –se burló Genda haciendo un ademan.

–Bueno a una persona, no sé qué haya sido... en un bar, él me dio una tarjeta para que buscara ayuda –le conté.

–¿Tan mal te vio? –contestó el pelirrojo con una risita.

–No lo sé –dije apenado, no recordaba mucho.

–No te preocupes, quizá sea un ángel guardián que te protegió –dijo Genda –y quiere que te alejes de los malos pasos.

Bufé enojado

–Pero jamás lo volveré a ver –dije seguro.

–Tú no lo sabes –dijo Genda retando al destino.

Nos pusimos a trabajar como jefes de piso, ordenando, haciendo reportes y demás. Ya eran cerca de las 5:30 y fui a la consulta.

El lugar era agradable y estaba pintado de blanco. Era tranquilo, no había mucha gente, solo una secretaria.

–Disculpe, tengo terapia con la señorita... etto... Haruna Ootonashi –dije tímido.

–Espere un momento –dijo ella revisando su computador –¿Cuál es su nombre? –preguntó

–Akio Fudou –contesté

–Espere por favor, la psicóloga lo atenderá en un momento –dijo.

Me senté en una silla y empecé a hojear una revista de nutrición, así de aburrido estaba, cuestionándome si había sido una buena idea haber venido.

Esperé unos minutos antes de que la puerta se abriera.

–Joven Akio, puede pasar –dijo la secretaria.

Me levanté de mi lugar y me dirigí a una puerta, la cual abrí y cerré una vez que estuve adentro.

En frente de mí, en un escritorio estaba una mujer de cabello corto y azul, ojos azules y unos lentes de armazón rojo.

–Buenas tardes –dijo ella – Soy Haruna Ootonashi, usted debe ser Akio Fudou ¿cierto?

Solo asentí

–Por favor siéntese o recuéstese, como prefiera –dijo mostrándome una silla o un sofá rojo.

Preferí el sillón y me acosté allí.

–Bien, ¿cuáles son sus problemas? –dijo la mujer.

–La verdad es que no confió en estos lugares –dije viendo el techo –no sé si haya sido una buena idea venir.

Ella sonrio.

–Si estás aquí es por que necesitas ayuda, cuenta conmigo por favor –dijo amablemente