Epílogo

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Mi familia era perfecta. Mi padre era un hombre alto de cabello oscuro, tenía un bigote que parecía una ardilla, por otro lado, mi madre era bella, llegaba a los hombros de mi padre, una mujer radiante llena de vida, con sus cabellos castaños y sus ojos negros siempre lograba que mi padre cayera ante sus deseos. Gracias a ella aprendí a usar mis encantos de mujer.
Mi hermana, Cathy, siempre fue una niña con la belleza y carisma de mi padre y yo, bueno, yo heredé la inteligencia y sensualidad de mi madre.
Una familia feliz, tan perfecta que no podía ser verdad acabo cuando mi padre murió en un accidente. Ese día mi vida acabó, después de unos años lo entendí. Tenía tan sólo 15 años cuando papá murió y Cathy 13 años. Mamá no era la misma, parecía muerta en vida. Cuando yo cumplí los 16 años llegó el infierno a nuestra familia, aún más. Nuestra madre se había vuelto drogadicta y alcohólica, ella adoraba a Cathy, era en carne viva mi padre, pero ella me odiaba, jamás supe porque.
Un día de invierno, unos hombres llegaron golpeando a mi madre, le pedían dinero, pero éramos pobres. Ellos me vieron a mí, una mujercita bella e inocente. Se metieron a un cuarto a hablar con mi madre, cuando
salieron dijeron que me debía ir con ellos.
—¿Qué? ¡No! ¡Mamá, no puedes permitir esto!
—Hija, hazlo por tu hermana. Eres tú o ella, ¿qué eliges?
—No es justo, yo no tengo la culpa, mamá.
—¡¿Tú o ella?!

—Jamás las volví a ver, esa noche lloré mares, pero jamás lloré tanto como cuando dormí en la cama del cerdo por primera vez—tome un pañuelo y limpié mis lágrimas, me quedé en silencio un momento y suspiré.
—Mi querida, Evangeline—dijo él hombre que yo más amaba—cada vez me demuestras qué eres una luchadora, valiente... toda una joya—me apretó fuerte y beso mi frente.
—Mi querido, Joseth—dije apartando la vista del bello mar para posar mis ojos en sus hermosos ojos miel—cada vez me demuestras ser tan perfecto para mí, digno de todo mi amor y admiración.

Ahí, frente al mar y su atardecer, él se enteraría de la llegada de nuestro primer hijo, y con él, más que una vida juntos, una vida con una familia hermosa.

Belleza Asesina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora