Belleza Asesina

5- Uno menos

Me faltabá el aliento. No podía respirar, necesitaba hacer algo para pararlo.
—¿Querías pasarte de lista conmigo? — dijo él buitre, sus ojos casi se salían. Se veía horripilante.
Yo no podía decír ni una sola palabra, me estaba matando.

Estaba a nada de matarlo, pero él infeliz pareció ser más listo de lo que parece. Estaba seduciendoló, y estaba tomando el arma de la bolsa, pero él maldito me tomo de la mano y después me golpeó. Debí haber sido más astuta.
—Nadie me matará, menos una maldita resbalosa como tú— dijo riéndose. La sangre me hervio, tenía que matarlo, no importa cómo.
—Pensé que eras más lista, Linda. No pensé que fueras tan estúpida— aproveché para darle una patada en la entre pierna. Y vaya que fue fuerte, él maldito cayó sin más, retorciéndose y lanzandome maldiciones.
Me levanté rápido, ni siquiera me recuperé, busqué mi arma con la vista, pero no sabía donde estaba, así que tome una navaja que tenía él infeliz sobre un escritorio.
—Ahora sí, vas a conocer quien realmente soy— le dije. No había tiempo de nervios y no podía cometer errores, así que tome un palo de béisbol, se veía que él infeliz ya lo había estrenado; estaba manchado de sangre.
Empecé a golpearle la cara para que no se moviera. Cuando no se podía dejar de quejar por su estúpida nariz, tome la navaja.
—¿Sigues pensando que no soy lista?— Le dije mientras me sentaba en su estómago— No soy una resbalosa infeliz— dije con rabia. Y después lo degolle.

Había sangre por todos lados; en el piso, un poco de ella se veía en su escritorio, debí admitir que me encanta ver su sangre, es hermosa en cierta forma.
Limpié las huellas con un pañuelo, no quería tomar el mínimo riesgo. Saqué la rosa blanca de mi bolso, me encantaba como se veía sobre mi víctima, era la firma de mi venganza.