Barreras para Amar.

Capítulo 1- El accidente.

Pov Sam.

A veces, una suele preguntarse: ¿Por qué me pasa esto a mí? Sí, hay que aceptarlo, a pesar de que una dice o hace cosas para tratar de cambiar al menos algo de lo que está ocurriendo en ese preciso momento, siempre hay algo que hace que las cosas ocurran cómo tienen que ocurrir.

Se preguntarán porque rayos estoy diciendo esto. Bueno una de las razones es porque ahora estoy en mi casa, recién salgo del hospital por un accidente causado por un borracho que se le ocurrió cambiar de carril justificándolo con qué le parecía una idea divertida. La segunda razón es que me acabo de enterar que mis padres, por protegerme en el estúpido "accidente", ahora no están conmigo sino en la morgue muertos. Tercero, cómo estoy huérfana, me voy a la casa de mi tía a la otra punta del país, dejando atrás a todo lo que amé, amo y amaré.

Ah, casi lo olvido, me presentaré. Soy Samantha Díaz, tengo 16 años, voy a 3° año de la secundaria; tengo los mejores amigos más increíbles del planeta. Ellos son:

Denise González; tiene 16 años, al igual que yo; mejor amiga desde los 5 años. Con ella he pasado los mejores y peores momentos de mi vida; ha sido mi cable a tierra, mi pañuelo de lágrimas, mi hermana, mi amiga, mi confidente, mi salvadora,mi consejera y mi ayudante con los chicos; y viceversa...

Alán Martínez, 19 años, tiene novia llamada Katherine Valderrama, de su misma edad. Lo conocimos, junto con Denise, en el barrio dónde vivimos, en Mississippi. Él se fue a estudiar dónde yo me mudaré en unos días: Washington.

Ah, claro, lo volví a olvidar. Esta soy yo:

Soy normal al igual que mis amigos. Hemos vividos en Mississippi desde que nacimos. Alán se fue a Washington porque tuvo que ir a la universidad. Espero poder encontrarlo cuando esté allí.

Volviendo al presente y considerando que ya presenté a mis mejores amigos, estoy envuelta en un lío: tener que irme a Washington y no querer irme de Mississippi. Pero, como no puedo decidir todavia por mi misma, tendré que viajar quiera o no.

Y acá estoy en mi habitación: preparando las maletas y despidiéndome de Denise.

-Sabes que te voy a extrañar. Nunca me olvides.- Dijo ella con lágrimas en sus ojos.

Cómo si eso fuera posible. Pensé.

-Te lo prometo. ¿Recuerdas la promesa que nos hicimos: "Siempre cuidar, nunca olvidar y SIEMPRE Amar"? No pienso romperla, ni ahora , ni nunca.- Nos abrazamos cómo si fuera la última vez que nos veríamos; porque, hay que aceptarlo, no sabemos cuando pasará el "reencuentro".

.....

Después de despedirme de la única persona importante que me queda en este estado y con mi familia materna nos encaminamos a Washington en avión para poder hacer todo con tiempo: los papeles de custodia temporal, el traslado a otra escuela y mi instalación y adaptación a este nuevo lugar.

Alguien me sacó de mis pensamientos diciendo:

-Ah, Sami, tenemos una sorpresa para cuándo lleguemos a casa- me informó mi tía Ruth, guiñándome un ojo.

Yo sólo asentí con la cabeza. No podía ni quería pensar en nada más.

Por lo menos por este día.