Barreras para Amar.

Capítulo 5 - Dios griego, pero cero neuronas. (Parte 2)

Pov Sam.

Video llamada de Skype.

-¡¡Hola Samm!! ¿Cómo estas, cómo estuvo el viaje, conociste bombones dignos de ser de Washington?

-Hola Deni. Estoy bien, el viaje fue tranquilo y con respecto a las personas que conocí, solo hay una, pero no es digna de robar nuestro tiempo- dije con una mueca al recordar a Nathan.

-Siempre que dices eso, termina siendo más interesante de lo que te imaginas.

-Si lo sé, pero él es diferente y un provocador, mal educado, entrometido y si, si hablamos de físico es un Dios Griego en persona. Lo que sí te digo que lo que tiene de músculos, le falta de neuronas.

-Si lo que me tratas de decir es que él es el Dios Griego que está atrás tuyo, me caigo muertaaaaaa!!!!!!!!!- dijo Deni emocionada.

Me di vuelta y definitivamente el mundo estaba en mi contra. Un semi-desnudo Nathan se encontraba en el umbral de mi habitación apoyado en una pose muy sexy. Me sonreía pícaro.

-¿Así que lo que tengo de esto- señaló su torso- no lo tengo de neuronas?- levantó una ceja desafiante.

-Oh, acéptalo. Tú no tienes ni media neurona.

-En ese caso, tu eres una puta barata que se besa con el primero que encuentra.- dijo carcajeando.

Aceptaba de él que fuera un bueno para nada, mal educado, pervertido, entrometido, pero no iba a soportar que me faltara semejante respeto alegando que era una cualquiera.

Lo miré por un segundo, para verificar si lo había dicho sólo para dañarme o si se iba a retractar. Él no parecía darse cuenta que lo había salido de su boca como una simple afirmación, para mi corazón fue una espada entrando y saliendo sin piedad de ahí dejando huellas que me iba a costar sellar.

Lo empujé hacia el pasillo, creyó por un breve momento que era una broma más hasta que divisó en mi cara unas pequeñas lágrimas que descendían por mis mejillas.

-Oye Samantha, no fue mi...- Cerré fuertemente la puerta, haciendo que se escuchara por toda la casa.

Nunca me vas a dirigir la palabra de vuelta, ni vamos a entablar una conversación de más de 2 minutos y no me pienso enamorar de ti, Nathan. Para mi estás muerto. Me prometí en mi cabeza.