Capítulo 5

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El espejo aún mostraba mi rostro sonrojado. Dios, mi cabeza no paraba de preguntarse que hacia él en la universidad. Se me ocurrían miles de razones. Mi "cachondito" del hospital, el médico me atendió en mi borrachera, en realidad podría ser:  un profesor de la facultad,  un alumno en prácticas en el hospital o igual examinaba a los estudiantes de medicina con prácticas allí... no se por qué, pero la curiosidad me mataba. 

Natael.

Las clases empezaban en media hora, por lo que aunque me daba tiempo de ir a tomar un cola-cao a la cafetería preferí ir al baño a arreglarme un poco e ir ya a clases. En el baño me eché un poco de labial  y me coloqué las horquillas que agarraban mi pelo en un Arriba-España. Aquella mañana me había puesto unas capas de rímel,me maquillé una línea sobre mis pestañas haciendo resaltar más mis ojos y despertando mi mirada.

Me senté en la tercera fila de clase, no quería estar delante de todo pero tampoco atrás y no enterarme o no ver. Era la primera en llegar. Miré el horario que había apuntado, mi primera clase sería de un tal profesor Bejamín Bermello, sobre aplicación de células madres y de radionúclidos en biomedicina. Para esta asignatura no teníamos que comprar ningún manual y eso, en cierta medida, me preocupaba, pues era sinónimo de tomar apuntes de todo.

Había sacado los folios y los bolis cuando entró un chico en clases, también llegaba temprano. Por su cara de sorpresa al verme sospecho que pensó que sería el primero.

-Buenos días- dijo sonriéndome.

-Buenos días- contesté.

Se puso dos filas detrás de mí, e hizo un ruido de una cremallera, no me giré para ver que hacía pero supuse que estaba abriendo su mochila. Apunté en unos folios números en la esquina inferior derecha para tener numeradas las hojas. Y en la primera puse la fecha, el nombre de la asignatura y del profesor.

Estaba terminando de apuntar el nombre cuando el chico se sentó justo en la mesa que estaba delante de mí. Me asustó, por lo que se me escapó un pequeño garabato en el folio.

-Soy Sergio- se presentó con una sonrisa.

-Soy Cassandra-le devolví la sonrisa y le tendí la mano, aunque en el momento me di cuenta de lo incomodo que era ese gesto. Me frunció el ceño.

-No me puedes dar dos besos Cassandra?- dijo con una sonrisa sexy. Me sonrojé al instante y me incliné en la mesa para darle los besos.

Tenía una barba como de dos días pero retocada. El pelo peinado en un tupe hacia arriba y atrás. Tenía un tono de pelo muy oscuro, casi negro, las cejas, barba y pestañas igual.Y los ojos extremadamente oscuros, profundos. Se veía que se cuidaba, estaba realmente bien físicamente. Llevaba unos jeans oscuros ,un polo azul con detalles blancos y unas nikes blancas. Era muy guapo.

Me sorprendí a mi misma examinándolo con los ojos de arriba-abajo y de abajo-arriba, cuando vi que sus manos hacían un movimiento en plan sube-sube. Me volví a poner roja me acababa de pillar observándolo.

-Mis ojos están arriba- dijo riendo. Me mordí el labio, que vergüenza por dios. No sabia que contestar a esta cachada.

-Eh..Por qué viniste tan temprano?- dije lo primero que se me ocurrió.

-Bueno no te rías, pero en realidad pensé que llegaba media hora tarde, pensé que las clases comenzaban a las nueve y no diez.-me reí al instante- Qué no te rías !-  dijo con tono burlón y riendo.Se levantó de la mesa y volvió a donde había puesto sus cosas recogiéndolas y poniéndolas en el sitio contiguo al mío mientras seguía hablando.- Me desperté, vi la hora y puff...me preparé super rápido para no llegar muy tarde, pensando que sería a las nueve pero llegué aquí y vi el horario en la puerta que ponía de 10-12 la clase de nuestro máster y yo pensé....Bueno dejemos de reírnos de mí. Tú,por qué llegaste a esta hora?

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