San Valentín, 14 de Febrero del 2014

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CAPÍTULO1

-¡Mamááááá!, ¿¡Mi móvil donde está?!

-¡En la mesa del salón, Serena!

-¡Aquí no está!

Le pasa con frecuencia, cada vez que esta nerviosa no sabe ni donde deja las cosas.

Su madre se dirige hacía el salón con paso firme sabiendo que lo encontraría y... ¡Bingo! Ahí estaba el móvil de su hija.

-Toma chiquilla... algún día pierdes la cabeza si no la tuvieras pegada al cuerpo.

Típica frase que le dice Isabel cada vez que su hija no encuentra algo.

-Gracias mamá, te quiero.

Corre por toda la casa en busca de su móvil, luego de sus zapatos favoritos, revisa que ropa ponerse cada vez que pasa por su armario, se mira al espejo cada minuto que pasa, y se peina cada vez que ve un pelo despeinado, y todo eso mientras se pregunta si todo saldrá bien.

Hoy es su primera cita con aquel chico el cual llevaba detrás de él bastantes meses. Solo habían tenido miradas por los pasillos en el instituto, las típicas cosquillas cada vez que se ponían a juguetear sin que ella se lo esperara, y alguna que otra indirecta cuando estaban en la calle con sus amigos. Pero... ¡lo consiguió!¡Su primera cita y en San Valentín! Aunque seria doble ya que una de sus mejores amigas, Julia también vendría con su novio.

Cuando ya esta vestida con sus vaqueros ajustados de stradivarius, un chalequito de lana, y sus botas favoritas coge el móvil y le envía un mensaje a su amiga.

¡Tía, estoy muy nerviosa!

Julia no tarda mucho en contestarle ya que aun se estaba arreglando para su cita.

Nena,no te preocupes que verás la sorpresa que te llevas hoy.

Serena no sabe si preocuparse más o si debería relajarse hasta que su amiga la viniera a recoger. Ella estaba preocupada ya que pensaba que no estaría a la altura de su amiga.

Julia era todo lo contrario que Serena; media melena rubia, ojos grandes y azules tapados por unas gafas de pasta verdes, 1'58 de estatura, delgada y una sonrisa despampanante, era guapísima pero sin embargo Serena era muy distinta; una melena larguísima negra, ojos verdes pardos, 1'60 de estatura, un poco mas rellenita que su amiga y un montón de pecas, así que se podría decir que su autoestima no es que fuera muy buena.

Llegan las seis de la tarde y su amiga todavía sigue sin llegar, Serena no para de dar vueltas por toda la casa, nerviosísima de que su cómplice de cita llegara con sus acompañantes.

-Serena, relájate que pronto van a llegar. - anuncia la madre al ver a su hija revoloteando por todo el salón.

Su hija resopla al ver la hora en su reloj de pulsera, y se altera aun más de lo que ya estaba.

-¡Como no llegue Julia con ellos pronto me va a dar algo! - afirma ella, sin parar de moverse de un lado a otro

No paraba de pensar en él, como iría vestido, cuales de sus colonias usaría, a donde las llevarían, que hará cuando lo vea; ¿le dará dos besos?, ¿un simple hola?, ¿le da un beso en esos labios que llevaba meses deseando besar?, pero lo que mas ronda su cabeza es, ¿cual sería la sorpresa de la que hablo antes su amiga?

Tenía miedo de como pudiera acabar el día, ¿hoy sería el día en el cual disfrutaría de esos besos soñados?, ¿podrían llegar a ser pareja? Todo eso le paso por la cabeza de Serena en tan poco tiempo, pero lo que no sabía era lo que le esperaría en un futuro con aquel chico "ideal"para ella, que le traerían cosas malas junto a una historia que se debería de contar.


¿Quién lo diría?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora