Capítulo 15: El fuego que no quema

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- NO!- Gritó el delincuente.- NO IRÁS!!

- Tengo que ir Juvie*.- Dijo Gwen con mucha tranquilidad.

- Cómo sabes que debes ir?- Le preguntó él alterado.- No los conoces.

Gwen encogió los hombros.- Simplemente lo se.- Dijo.

Increíble, ella confió totalmente en nosotros y está dispuesta a ir hacia... Bueno no se hacia donde.

- Debes estar bromeando.- Dijo él.- Déjame ser claro... NO IRÁS!

- No puedes hacer nada para evitarlo.- Dijo Gwen. El delincuente pareció que iba a decir algo pero no lo hizo.

- Tenemos que irnos.- Dije. Gwen asintió y miró al delincuente.

- Adiós Juvie.- Le dijo.- Nos veremos después.

Comenzamos a caminar. Buscamos a Zack, Maya Artemisa y/o Wally. Nada.

- Entonces tu eres fuego, ese tal Zack es electricidad, Maya aura y Artemisa oscuridad... Pero y yo? Qué elemento soy?- Preguntó Gwen.

- Bueno...- Dije.- Tenemos las leves sospechas de que seas el elemento agua...

- Eso explicaría lo de hoy...- Dijo.

Encogí los hombros.- Eso creo.- Dije.

Derepente Zack apareció corriendo agitado.

- Sara, Gwen!- Dijo mientras recobraba el aliento.- Tienen que seguirme ahora!

- Qué sucede?- Pregunté.

- Él... Está aquí.- Dijo. Abrí mis ojos como platos.

- Vamos.- Dije. Zack asintió y comenzó a correr. Le lanzé el collar de agua a Gwen.- Lo necesitarás.- Y comenzé a seguir a Zack.

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Llegamos cerca del Big Ben. La gente corría desesperadamente, Maya, Artemisa y Wally combatían con él. Se vía sus escamosa piel y sus enormes alas. 

- Saquen a la gente.- Les dije.- Yo me ocupo de esto.

Ellos asintieron y comenzaron a hacer lo que les dije. Yo comenzé a correr hacia el tipo dragón. Él me vio y comenzó a tomar y lanzarme autos. Yo los evité fácilmente con una habilidad felina que yo no sabía que tenía. Seguí corriendo. Sentí que alguien se encontraba detrás mio. Zack no estaba muy lejos, esquivaba tan bien como yo pero de una manera diferente.

Llegué hacia él y salté hacia su cabeza... No fue mi mejor idea. Él se agachó. Ni siquiera logré golpearle ni un poco de la cara. Él en cambio me dió un puñetazo en el estómago. Caí lejos sobre mi costado. Todo se volvió negro por un momento, al volver a la "normalidad" vi donde me golpeó y noté que estaba sangrando y mucho. Miré hacia donde estaba el "Mutador" quien había caído. Zack corrió hacia mi.

- No será lo último Sara Fresno, volveré.- Dijo y comenzó a volar.

Miré a Zack quien miraba la herida.

- Tranquila, no está tan mal.- Dijo tratando de sonar relajado.

Llegaron los demás y me vieron, corrieron hacia mi. No me gusta ser el centro de la atención pero no podía hacer nada para evitarlo estaba sangrando y adolorida.

- Qué sucedió?- Preguntó Maya.

- Qué crees?- Le dijo Zack. Maya cayó y se acercó a mi.

Colocó su mano sobre mi herida, su mano estaba fría ya que era de metal, puse una mueca de dolor.

- Voy a presionar un poco, te va a doler vale?- Me advirtió Maya, yo asentí.

Maya comenzó a presionar. Solté un gruñido que no sabía que tenía. Una luz celeste con toques azules me rodeó el estómago, por lo menos dejé de sangrar.

Maya pensó un minuto.- Alguien tiene un fósforo o un encendedor?- Preguntó. Todos abrimos los ojos como platos.

- No es tiempo de juegos.- Dijo Artemisa mientras Wally buscaba.

- No estoy jugando.- Dijo Maya.

- Aquí hay uno!- Exclamó Wally victorioso. Se lo lanzó a Maya, ella lo encendió y me lo acercó.

Por un minuto me sentí nerviosa, lo colocó sobre mi estómago. Lo extraño es que no me dolió en cambio entró a mi piel como si el fuego fuera parte de mi... Durante un momento nada sucedió y luego no sentí más dolor... Me miré mi estómago y la herida ya se había ido. Todos miraron asombrados a excepción de Maya quien miró a Artemisa diciendo quién-está-loca-ahora?

- Cómo te sientes?- Me preguntó Zack.

- Como si un camión me hubiera atropellado.- Dije con un resoplido.

- Bueno preciosa, eso pasa cuando atacas a alguien que probablemente esté armado.- Dijo.

Le lanzé una mirada envenenada. Él se rió.

- Y cómo vamos a ir a Tokio?- Preguntó Gwen.

Luego se sacudió la tierra. Luego los militares aparecieron. Un gran agujero se abrió y de él salio una especie de serpiente gigante con miles de dientes apareció. Dió un enorme rugido que movió la tierra. Los militares le lanzaron sogas y redes, hasta arpones. El monstruo cayó. Maya lo miró compadecida. La serpiete la miró y soltó un par de gruñidos que parecían tristes... Como si le pidiera ayuda. Maya se acercó a ella y nadie la detuvo. La serpiente la miró y repitió los gruñidos, Maya asintió y miró a los soldados.

- Sueltenla.- Dijo con un tono serio.

- Estás loca!?- Gritó uno de ellos que parecía un general.- Nos costó casi un mes en atraparla.

Yo me lavanté.- Ha dicho que la suelten.- Dijo segudo de un gruñido. Podía acostumbrarme a esto de intimidar con la mirada.

- NO!- Respondió el general.

Miré a Maya y ella asintió. Le lanzé una bola de fuego que quemó algunas cuerdas y redes. Maya ya había hecho lo mismo, luego distintas especies de poderes hicieron lo mismo y la serpiente se liberó. Rugió triunfal y miró a Maya. La serpiente se acercó a Maya y esta le acarició la cabeza. La criatura hizo unos ruidos que parecía ronroneos. Maya le dijo algo y la serpiente gruño de manera positiva. Los soldados ya nos apuntaban.

- Suban.- Dijo Maya montándo a la serpiente.- YA!

Todos subimos y la serpiente expandió unas alas que no habíamos visto y alzo vuelo.

- Proxima parada: Tokio.- Dije. 

Los elementales (fuego)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora