Me separé de Zack y vi sus ojos. Brillaban como nunca, una sonrisa decoraba su rostro. Sentía como me sonrojaba. Volví a mirar a la luna y sonreí. Me sentí feliz. Primero no podía confiar en él, luego fue mi amigo y ahora... No tengo idea...
Ya se hacía tarde, con el rabillo del ojo vi a Zack mirándome. Sonriendo.
- Deberíamos irnos, los demás se preguntarán donde estamos.- Dije.
- Tienes razón.- Contestó y me ofreció su mano.- Vamos?
Yo tomé su mano y fuimos al lugar donde nos iba a recibir Louis. Caminamos en silencio, nuestras manos siempre estuvieron entrelazadas. Llegamos a la casa... Bueno más bien mansión. Cuando presionamos el timbre Louis abrió y nos dio un recorrido por la casa. Los demás estaban cenando así que nos unimos. No tenía idea de lo que era, pero estaba segura que nos iban a servir caracoles. Y así fue. No tuve más remedio que comer. A decir verdad no estaban tan mal... A mi me gustaron, no puedo decir lo mismo que Zack. Me reí de sus muecas al probar la comida. Maya prefirió comer algo más "vegetariano". Gwen y Artemisa con tan solo ver la comida se excusaron con cualquier estupidez para no comer. Kyle, Nox y Wally no tuvieron problema en devorarse todo lo que le ponían enfrente. Louis también reía de las reacciones de los demás. Claro él no le importaba comer ya que estaba acostumbrado a comer esta clase de alimento.
Al terminar, Louis nos invitó a la sala de juegos. Fuimos y había mesas de pool, mini futbolito, tenis de mesa, videojuegos y otros. Nesecitabamos un descanso así que decidimos jugar. Zack y Wally comenzaron a jugar futbolito. Maya, Artemisa y Gwen se turnaban para jugar tenis de mesa. Kyle, Louis y yo jugamos pool. Yo les gane, seguida por Louis y por último Kyle. Ibamos cambiando de juegos. Hasta que vimos la hora. Tres y cuarto de la mañana. Jugamos un rato más y nos fuimos a dormir.
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El sol alumbró mis ojos. Lentamente los abrí. Al parecer todas las mujeres se habían levantado. Bostezé y me levanté. Louis nos había ofrecido ropa nueva, una polera que me cubría la mitad del estómago negra y unos shorts de tela de jeans. Un cinturón con una ebilla de plata y unas zapatillas cuyo color variaba entre blanco y gris. Me coloqué el collar de fuego y salí de la habitación. Casi me pierdo un par de veces pero llegué al comedor. Estaban todos hablando felices. Zack levantó la mirada y sonrió.
- Miren quien despertó al fin.- Comentó. Me indicó un puesto que estaba a su lado. Me senté y tome un vaso que tenía jugo que parecía de naranja.
- Por qué no me despertaron?- Pregunté.
- Lo intentamos.- Bromeó Maya.
- No quizimos.- Dijo Zack.- Normalmente te despiertas en la mitad de la noche o muy temprano, pensé que te gustaría dormir más.- Me pasó un par de tostadas. Les unté mantequilla y me las comí.- Ya estamos todos los elementos, hora de ver quién es magia no?
Maya me entregó la brújula. La abrí y una luz blanca iluminó el camino y luego salió la ubicación. Jump City, Estados Unidos. Comenzé a golpearme la cabeza con la mesa. Zack soltó un suspiro.
- Veo que veremos a los jóvenes titanes de nuevo...- Dijo Zack.
- Eso parece.- Resoplé.- Pero quién podría ser?
- Tengo una idea.- Dijo Gwen.- Vamos a Jump City y que la brújula nos diga.
- Pues no tenemos más opción...- Comentó Artemisa.
- Podemos tomar mi avión.- Ofreció Louis.
- Tenemos nuestro vehículo...- Dijo Maya.- Pero no se... Tal vez esté cansado...
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Los elementales (fuego)
Novela Juvenil¿Qué harías si de un día para otro eres mutada en contra de tu voluntad en una criatura destinada al mal? Bueno, eso le ha ocurrido a Sara, una chica normal que sufrió una mutación con genes de un tigre, pero eso no es todo... ¡también tiene el pode...
