Los elementales (fuego)

capítulo 1: " El chico misterioso"

Sara de 15 años iba corriendo por el bosque sin causa alguna, pensando sobre su vida, pensando en sus hermanas Alex de 16 años, Diana también de 16 años y en Jessica (Jess) de 15 años, también pensaba en su hermano mayor de 20 años que se había cambiado el nombre en Lionex, pero Sara lo recordaba por su nombre de pila que era Cylebe que en un idioma desconocido significaba destrucción y dolor, Pero en quién más pensaba era en su hermano Dragonet de 17 años, quien desapareció hacía ya un año.

Sara llevaba una hora de camino, cuando escuchó una explosión no muy lejos de donde estaba. Sara decidió ir a investigar lo que sucedía. 

Al llegar allí se encontraba un joven más o menos de la edad de Sara era rubio con ojos celestes usaba una polera verde con pantalones cafés. Este niño se encontraba inconciente, con varios rasguños en la cara, luego desde las sombras aparece una quimera. La cabeza central era de un león, la de la derecha era la cabeza de un águila y la de la izquierda era de una serpiente. Tenía alas de dragón, las patas traseras eran de caballo y las delanteras de león.

La quimera se abalanzó sobre Sara con las garras afuera, pero Sara fué más velóz y lo esquivó, luego levantó su mano en forma de una garra de un tigre sacó las garras y prendió fuego en ellas. Bajó la garra con todas sus fuerzas justo en la nuca del león dejando una de las cabezas inconscientes

-Una menos faltan dos. – se dijo a si misma.

Luego, se dió cuenta que la quimera tensó sus músculos y estaba lista para atacar.

Sara tenía razón. Momentos después, la criatura lanzó una zarpa sobre ella, quién no logró escapar. La quimera la tenía entre sus garras. Pero Sara atinó a usar la cola que tenía, la encendió en llamas y dió a la cabeza de águila. La quimera retrocedió dejándola libre. Unos momentos después Sara formo una garra de tigre en cada mano poniéndose en postura defensiva. La quimera supo que ella estaba lista para el ataque así que se quedó ahí donde estaba… esperando. 

Sara encendió sus garras y a la velocidad de la luz lanzó un ataque de garras de tigre ardiente en la cabeza de la serpiente dejándola sin opción de protegerse o esquivar el ataque, así que la quimera cayó inconsciente sin posibilidad de movimiento por las quemaduras. Sara salió victoriosa.

Luego acudió en ayuda del chico caído que pronto despertó vio a Sara y dijo:

-Gracias.

- No fué nada. – Respondió- ¿ Por qué te atacó esa criatura?

-No… no lo recuerdo

- Bueno te llevare a un pueblo cercano para que te ayuden vale?

- Vale.

Ambos se fueron al pueblo más cercano que encontraron.