El principito

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Al pedirle al zorro que lo domestique, y explicarle en qué  consiste el proceso, se da cuenta de que el esta "domesticado" por su flor, que también el la ha domesticado, y que ello no es más que someterse a los dictados del corazón y establecer los correspondientes lazos afectivos.
Así, cuando el zorro le pide que vaya de nuevo al jardín donde ha encontrado a cientos de rosas similares a la suya, que él creía "unica en el mundo" a despedirse de ellas, es capaz de hacerlas saber que "su" rosa es y sigue siendo en verdad, única en el mundo, porque es la suya, la que él ama y lo ama, y por esto alguien es único en el mundo para otro: sólo por el amor.

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