Mi chico de barrio. [Novela hot+18]

Capitulo 1: Adiós, Boston.

-¡¡Alessiaaaa!!- me llamó mi madre por la mañana mientras todavía estaba en la cama.
-Dime mamá-dije mientras me levantaba.
-Está Hugo abajo, tienes que despedirte ya de él-contestó entrando en mi cuarto-¿ya tienes echa la maleta?
-Sí-dije un poco triste, no quería irme- ¿a qué hora me tengo que ir?
-A las 10 viene tu abuela a por ti al aeropuerto-dijo saliendo de mi cuarto-baja a ver a Hugo anda.

Bajé al salón, y ahí estaba él, Hugo, mi novio. Fui hasta el sillón que estaba de espaldas a mí y le tapé los ojos con las dos manos.

-Mi gordaaa-dijo con emoción, siempre me llamaba así, o también princesa- ¿a qué hora te vas?
-Me voy esta noche, a las 10-dije triste mientras bajaba la cabeza-te voy a echar de menos.
-Ven anda fea-me abrazó con fuerzas y se acercó a mí oído susurrando-tengo una buena noticia.
-¿cuál?-pregunté levantando la cabeza- ven a mi cuarto, estaremos mejor allí y hablamos.

Subimos a mi cuarto,  le invité a sentarse en mi cama.
-Y bueno, ¿cuál es la buena noticia?-volví a preguntar.
-He convencido a mi madre, podré ir a España en 2 meses-dijo orgulloso.
-¡¡Qué bieeeen!!-grite y lo abrazé fuerte-te quiero.
-Y yo igual princesa-me sonrió y lo besé.

Mientras transcurría el beso, que era dulce y especial, mis manos se colocaron en su cuello, mientras que las suyas iban acariciando poco a poco cada parte de mi espalda, hasta luego pasar a mi barriga. Cada vez subía más, y yo cada vez que lo hacía me ponía más nerviosa. Llegó hasta uno de mis pechos, lo acarició y estrujó hasta que gemí del placer que me provocaba. Más tarde, seguíamos en otro beso, el bajó la mano hasta tocar mi feminidad, introdujo un dedo en ella y hizo unos movimientos muy placenteros para mí.
-Hu...go...-dije gimiendo- mi madre... Puede venir...
-Tranquila princesa-me sonrió y me volvió a besar.
Volvió a introducir otro dedo más en mi feminidad y los empezó a mover tan tan tan bien que pude llegar al orgasmo, Dios, sus manos son mágicas.
-Ah...Hugo...-gemí en su oído-te...quiero gordo.
Sacó sus dedos y lo abrazé con fuerza mientras caían varias lágrimas  por mi rostro.
-Y yo gorda-sonrío y vio que lloraba-¿qué pasa mi vida?
-Te voy a extrañar Hugo-dije llorando en su hombro.
-Eh mi vida,-me levantó la cara- iré contigo, tranquila.
Le sonreí, no saben cómo lo quiero.
Así pasamos la tarde todos juntos, mi familia y Hugo, hasta que llegó la hora de despedirse. Ahora sí: Adiós, Boston.