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26: Bolsa de boxeo

Harry estaba un poco inquieto. Maddie no le había devuelto la única llamada que le había hecho, y a las dos horas recibió un mensaje diciendo que estaba bien y que si por favor podía pasarla a buscar para la salida con los chicos, pero él sabía que ella no estaba bien; Maddie era gruñona, habladora y, aunque ella no lo admitiera, era tierna, esa respuesta era una vaga manera de decir que no quería que la molestara más, o eso pensaba él. 

Llegada la noche, Harry se dirigía al edificio de la castaña mientras no paraba de golpear el volante con sus dedos, y al estar tan perdido en sus cavilaciones no prestaba atención alguna a lo que su amigo conversaba con Alex en la parte de atrás. Cabía destacar que Mad le había pedido el favor que pasara por su amiga rubia antes de ir por ella.

"¿Oíste, Harry?" Cole al darse cuenta que su amigo no respondía, lo golpeó en la cabeza.

"¡Oye!"

"¡Te estoy hablando, hermano!"

"¡¿Qué quieres?!"

"Te dije que te pasaste la calle de Maddie". Harry soltó un gruñido girando el volante para regresarse mientras que el rubio rodaba los ojos volviendo a conversar con Alex, quien observaba el comportamiento del rizado atentamente. 

En cuanto llegó, la chica ya se encontraba afuera de su edificio esperando. Harry se bajó rápidamente a medida que ella se acercaba para abrirle la puerta (más allá de querer ser un caballero quería intentar descifrarla). 

"Estás hermosa". Murmuró tomando su mano para ayudarla a subir, ella simplemente sonrió levemente asintiendo.

Durante todo el camino hacia la discoteca a la que irían, Harry no paraba de mover sus dedos (de nuevo) y de mirar de vez en cuando a su acompañante. Quería decir algo, pero no sabía qué y realmente no deseaba arruinar las cosas con ella, menos cuando acababa de encontrarse con su estúpido ex. 

Cole y Alexandra se encargaron de rellenar el silencio con su escandalosa conversación sobre por qué los hombres eran mejores conductores que las mujeres y viceversa.

En cuanto llegaron, el rizado miró a Maddie de reojo y se fijó en las pocas ganas que tenía de hablar. Soltó un suspiro lanzado una mirada a su amigo por el espejo retrovisor.

"Nos adelantaremos". Informó Cole entendiendo lo que su amigo quería decir para luego tomar a Alex del codo.

"¿Maddie?" Preguntó su amiga negándose a bajar.

"Está bien". Murmuró ella en respuesta asintiendo con una leve sonrisa. 

Ambos chicos se bajaron dejando que el auto se sumergiera en un nuevo silencio.

"Bien, ¿me dirás que sucede?"

Maddie no respondió.

"Vella..."

"Harry, ¿de verdad no sientes nada por tu antigua novia?" Él suspiró. "¿O por tus antiguas novias? Porque has tenido muchas relaciones y yo... bueno..." Su voz se volvió un susurro y frotó sus manos intentando aliviar su nerviosismo. 

"¿Qué sucede, Mad?" Preguntó en un tono de voz bajo. "No me devolviste la llamada después de que te reuniste con el inútil ese y tampoco has dicho alguna palabra desde que te montante en el auto, ¿no hay algo que quieras compartir conmigo?"

"Bueno..." Ella dudó un poco viendo jugar a sus dedos. "Hablé con él, Harry". 

El ojiverde se quedó estático, pestañeando varias veces asimilando sus palabras.

"Ah, ¿sí?" 

No podía estar celoso... o mejor dicho, no podía demostrarlo.

"Así es". Asintió. "Me pidió perdón y me explicó lo mal que lo ha pasado durante este tiempo, él quiere que regresemos". 

No sabía que responder a eso. Es decir, ¿qué podía decir? Él había sido su prometido por meses y novio por años. ¿Asumiría su derrota?

"¿Por qué me preguntaste lo de mis ex?" Quiso saber recostando su cabeza en el asiento suspirando. 

"¿Le darías otra oportunidad a alguna de ellas?" 

Esta vez Maddie lo miró a lo ojos logrando que Harry pudiera captar la indecisión en sus ojos. 

"Sabes Mad, si me hubieras preguntado eso hace algunos meses atráprobablemente te hubiese respondido que sí porque ya lo había hecho". Continuó mirándola con dulzura. "Pero he aprendido que no podemos ser la bolsa de boxeo de los demás". Una risa carente de diversión salió de sus labios. "Si me dieran una bala por cada vez que me han visto la cara de idiota tendría un armamento entero". 

"Harry..."

"Te digo esto para que aprendas, Maddie". La interrumpió tomando su rostro entre sus cálidas manos para así obligarla a mirarlo. "Que por más creas que está arrepentida una persona, el que engaña una... lo hará de nuevo". 

Ella bajó la mirada y Harry sintió como una lágrima caía en una de sus manos. 

En ese momento comprendió que a Mad aun le faltaba por sanar.

La atrajo hacia él y a pesar de la incomodidad del auto y los asientos, la abrazó tan fuerte como pudo.

"Pero yo seré tu bálsamo". Susurró dejando varios besos sobre su cabeza.

*****

Cortito, pero poderoso.

¡Buenas noches, mi genteeee!

Como se pudieron dar cuenta no me pude resistir de colocar el vídeo de Niall. Estoy tan orgullosa de nuestro bebito♥

Espero tengan un hermoso fin de semana, mis melocotones.