30: "Las Vegas queda de pasada"

4.2K 481 294
                                    

El querer a alguien nos hace perdernos por completo, y veces eso es bueno porque nos enseña otro camino, uno que ni siquiera conocíamos. 

Maddie comprendió al fin que no podía meter a todos los hombres en el mismo paquete, y Harry... Harry realmente había aprendido que nunca hay que rendirse en el amor o cuando de dar amor se trata.

"Amor, estaba pensando en que podríamos llamar a nuestras madres y avisarles que vamos a almorzar con ellas la próxima semana". Comentó la castaña acurrucada en el pecho de su novio mientras esperaban que se acabaran los comerciales de la película que miraban.

Harry no detuvo las caricias que hacía en el cabello de Mad y bajó la mirada para prestarle atención. Él amaba tenerla así, a su lado, tan dulce, sonriente y cómoda. 

Hacía semanas desde el acontecimiento con el ex de Mad (el cual no se había atrevido a molestarla de nuevo) y desde entonces, todo había sido como miel sobre hojuelas. 

"¿La próxima semana?" Preguntó nuevamente mordiendo su labio inferior.

"Sí, ¿por qué? ¿Hay algún inconveniente?"

"Algo así". Murmuró. "Quería... compartir algo contigo".

"¿Es una sorpresa?" Se aventuró a preguntar.

"Algo así".

La castaña sonrió asintiendo.

"Entonces planearemos una reunión con nuestras madres después". Harry sonrió en respuesta para luego, ambos prestar atención a la película. 

Quince días después de aquello y Harry estaba más distante y desaparecido que nunca.

Maddie no sabía que pensar, desde la noche en la que él le dijo que quería compartir algo con ella había faltado a sus citas y la había evitado. No quería ser negativa, pero solo el hecho de pensar en un posible engaño... Se metería a monja si era necesario, no volvería a salir lastimada, no quería.

Estacionó su auto en el estacionamiento del edificio del rizado, decidida a buscarlo luego de que no contestara sus llamadas, y apretó el volante con fuerza.

La última vez que había ido a visitar a su novio sin avisarle no había terminado nada bien...

"Vamos, Mad, no seas una gallina". Se dijo así misma tomando una gran bocanada de aire para después salir del refugio que suponía su vehículo.

Una vez dentro del edificio, decidió tomar las escaleras y no el ascensor. Obviamente estaba dándole larga a la situación y prefería no tener ni idea de con qué se encontraría en cuanto llegara. Sin embargo, le preocupaba también el hecho de que estuviera enfermo o herido, pero si era así, ¿por qué no le había devuelto alguno de sus mensajes o llamadas?

Se detuvo frente a la puerta de Harry durante varios minutos, y por lo menos agradeció el hecho de que no escuchaba ningún ruido. Sacó su juego de llaves e introdujo la copia que le había dado el muchacho hacía unos días atrás, cuando la había encontrado esperando por él sentada en las escaleras de su edificio.

"¿Harry?" Murmuró después de abrir la puerta e introducir su cabeza a la casa. 

No lo vio por la pequeña sala ni escuchó ruidos en la cocina, por lo que supuso estaría en el cuarto. Tragó duro y luego de entrar y cerrar la puerta a sus espaldas, guardó las llaves en su bolsillo y caminó a paso lento hacia el cuarto del chico que representaba mucho en su vida.

Tomó el pomo de la puerta del cuarto y luego de respirar profundo, giró la manilla soltando su lengua a la vez que entraba.

"Harry se que debería darte tu espacio y no llegar así como así, pero..."

Batalla de Géneros » h.sDonde viven las historias. Descúbrelo ahora