Eternamente Tuyo

Cambios

Ya era miércoles los días habían pasado rápidos sin notarlo y a esta altura tenía reunido gran parte del dinero, pero no lo suficiente para cubrir el total de la deuda. Mis pensamientos estaban inquietos no me permitían concentrar la visión en las pistas, termine por retirarme temprano de los eventos nocturnos.

<<El problema no era ganar esas carreras, es solo que mi mente me estaba jugando en contra>>

Solo pensaba llamar a su móvil e invitarla a cenar conmigo esta noche, tal vez verla ayudaría a calmar la ansiedad que me invadía.

Salí de la piscina después de unas largas secuencias de brazadas, cogí una de las toallas que había dejado sobre el fulget y la frote sobre todo mi cuerpo, me arropé con ella mientras cogía mi móvil con el pelo aun goteando. Busque el número de Eli seguro de mis intenciones.

-Hola ¿Quién habla?

-Ya no reconoces mi voz princesa...-sonreía igual que un bobo como si la tuviera enfrente.

-Kobe ¿Como estas?

-No tan bien como tú, me gustaría verte y no voy aceptar un no como respuesta, ¿Que dices? -me sentía seguro.

-Pues no me queda otra opción o ¿sí? no vas aceptar un no como respuesta y no estoy en plan de enojarme con nadie el día de hoy -Su voz sonaba distinta.

- ¿Te sucede algo? dime quien fue y vera ese patán.

-Gracias Kobe, pero no necesito que nadie me cuide, no soy una damisela en peligro que necesita que un príncipe la rescate de una torre.

<<No dejas de ser provocadora...>>

-No pretendo ser tu príncipe, solo quiero que me dejes ayudarte cuando lo necesites... te veo esta noche, yo paso por ti me mandas tu dirección en un mensaje vale.

-Está bien Kob.

<<Hasta la noche>>

Entre triunfante a la habitación, suspiré, y luego me volví hacia el cuarto de baño dejando a un lado la ropa que traía puesta. Que alivio sentí cuando había aceptado la propuesta de salir conmigo esta noche, yo no estaba realmente seguro de si la rechazaría, alcé la vista al hacia las grietas del cielo imaginando dibujos en ella, era una manera de sofocar mis ideas locas que parloteaban dentro de mi mente. El agua tibia relajaba todos mis músculos tensos una vez mas, me quede un par de minutos disfrutando el contacto con el agua caer por mi espalda.

<<Que agradable sensación>>

Bajé a la primera planta donde podía sentir un delicioso olor a café recién preparado, entré en la cocina donde And servía dos tazas de café.

-And esperaba encontrarte acá -chocamos las manos y con la otra cogí la taza humeante.

-Mis mañanas deben iniciar con una buena taza de café.

Le di un golpecito en la espalda y me acomodé en una de las sillas de la cocina americana, apoyando los codos sobre la barra.

-Kobe ¿no te has olvidado lo de hoy verdad? -reprimí una cara de sorpresa.

-Lo de hoy... claro que no-miré al interior de mi taza como si ahí pudiera encontrar la respuesta, torcí el ceño sin lograr recordar a que se refería mi amigo.

-Lo has olvidado...-resopló

-Hay que ir donde Maike ya sabes el chico nos debe dinero, el perdió tu ganaste y si no cobramos nosotros ellos vendrán a cobrarnos, de seguro no quieres eso, los chicos no tendrán problema en cubrirnos, pero nunca se sabe con cuantos vendrán- Tomo un gran sorbo de su café y se quedó mirando su móvil.