Eternamente Tuyo

Dando vueltas

- ¡No! Gracias.

<< ¿Realmente me estaba rechazando?>>

-Mmm... está bien, no sabes lo que te pierdes cariño -Cada palabra que salía de mi boca no lograban surgir efecto en ella.

-No creo que de mucho.

-Sigues desafiándome cariño, pero sabes muy bien que si pasas solo un día entre mis brazos no vas a querer estar ni un solo momento sin mi -la mire con más deseo, pero no pareció notarlo.

<< Dios esta chica me tiene de los nervios>>

-Jajajajaja te crees tan especial piensas que ninguna mujer te puede decir que no, mira "cariño" yo no soy como las mujeres con las que te acuestas.

-De eso me doy cuenta, hay algo en ti, que hace que no me pueda resistir- las palabras salieron expulsadas de mi boca sin poder frenarlas a tiempo.

<< ¿Estaba siendo sincero? ¿qué sucede conmigo?>>

-Lo siento Kobe no era mi intención que te enamoraras de mi -sus palabras me dejaron plasmado, antes de poder salir de mi letargo veo a Eli subir rápidamente a un Taxi.

El vehículo se echa andar y no pierdo tiempo en sobrepasarlo, quedando a un costado de la ventanilla.

-No cariño no te amo, no todavía- guiño un ojo y acelero el vehículo antes de que pudiera seguir expulsando bobadas.

No tenía idea de que me estaba pasando, me sentía mareado y agobiado, mi estomago daba vueltas, además ¿Qué era todo eso que dije? ¿realmente me sentía enfermo o la demencia ya había vuelto a entrar en mí?

Comencé a bajar la velocidad del coche, estaba entrando a la Villa y la música no estaba sonando, la gente estaba retirándose en sus respectivos vehículos. Divise a And despidiéndose cariñosa mente de una de las mujeres que subía a un carro.

- ¡Kobe! Amigo... ¿Dónde te habías metido?

-Ya te dije... estaba buscando adrenalina- esforcé una sonrisa y caminé hacia las escalas para subir a la recamara.

Lance los zapatos a un lado, me quite la camisa junto a los pantalones quedando solo en ropa interior. Las ventanas seguían abiertas y las cortinas se sacudían de lado a lado, dejando entrar una agradable brisa. Me tumbé en la cama sin despegar la vista del cielo, la cabeza me daba vueltas y no dejaba de pensar lo que había pasado esta noche, la discusión con Max me había molestado más de la cuenta sobre todo después de su confesión, aunque no la hubiera aceptado sabía muy bien que ella le gustaba.

Con solo recordarlo me enfurecía, empuñé con fuerzas la mano y terminé golpeando la muralla al costado de la cama, todo mi cuerpo se tensó incluso mis pectorales, el cemento crujió, pero no llego a quebrajarse. Una gota cálida recorrió mi mano, no le preste atención, volví a recostarme y mientras mis parpados comenzaba a sentirse pesados.

El sonido del móvil me saco del sueño, di un salto de la cama buscando a ciegas el maldito teléfono. Cuando logré dar con él y noté que la llamada entrante era privada.

<< Debe de ser él...>>

-Mierda-acerque el móvil a mi oreja mientras aclaraba la garganta-Diga....

-Quiero mi dinero Kobe... El tiempo ya se acaba... No lo olvides o temo que recibirás visitas está semana.

La llamada se cortó, no había nada más que hacer la advertencia ya estaba dada y aun no juntaba todo el dinero que le debía, además de los absurdos intereses. Necesitaba ganar más carreras eso no era mayor problema si no el tiempo que tenía para ganarlas, pero la verdad no tenia deseos de pensar en eso solo pensaba en una cosa.