Las vueltas de mi vida

Colores sin sentido

Rojo 

Negro 

Rojo

Veo esos colores sin poder distinguirlos. Corro sin parar. Me siento perseguida. Me sumejo más a la oscuridad. Quiero parar pero mi pies no me obedecen. Prefiero que me maten. Ya no siento el suelo sobre mis pies. He caído en un abismo donde nada importa. Hay dolor de mas. Todo vuelve a aparecer. Recuerdos de vida perfecta, mis primeros insultos, mis primeras zancadillas; todo se mezcla formando un tornado a mi alrededor. Grito al vacío pero nadie me escucha.

Despierto.

Esos colores vuelven a aparecer en mi mente. Estoy sentada en suelo de mi habitación. Giro mi cabeza unos cuarenta y cinco grados a la derecha y visualizo el reloj que está sobre mi cómoda. Seis de la mañana con cincuenta segundos. Hora de levantarse. 

Avanzo hacia el cuarto de baño, sin prisas. No tengo por que llegar temprano al primer día del colegio. Antes de llegar, bajo la mirada, no me atrevo a mirarme al espejo. 

No quiero, no quiero. Mi fuerza de voluntad se ha esfumado. Miro directamente hacia el espejo. No me reconozco. Estoy pálida, mis ojos grises se ven apagados, ojeras de noches en vela se encuentran presentes en mi rostro. Mis brazos y muñecas presentan cicatrices permanentes. Trato de sonreír. Mi sonrisa se ha convertido en una mueca.

Entro en la ducha. Me relajo y permito que las gotas de agua caigan. Cierro la llave. Me envuelvo en una toalla y salgo del cuato de baño. Me dirijo hacia mi ropero. No tengo mucho de donde elegir, toda mi ropa es negra, roja o blanca a excepción de mi gorro preferido. Elijo unos jenas negros y una blusa roja que yo misma diseñe. Cojo mi chaleco blanco, me vendo las muñecas y la parte alta de los brazos y salgo de mi casa sin desayunar. 

Regreso sobre mis pasos. Olvidé mi gorro de lana gris. 

No estoy lista para el primer día de escuela. Preferiría morir aunque claro quedó que ya estoy medio muerta.

Frente a las puertas de la escuela espero un momento. No estoy lista. Maldigo aquel día en el que me inscribí en esta escuela. Es mi último año en preparatoria y soy la chica nueva. ¿En qué estaba pensando?

Inhalo y exhalo cinco veces. Doy unos cuantos pasos y me encuentro dentro de la escuela...

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Lamento demasiado el retraso, culpen a mis profesores, a mis clases extra y unas personitas en especial. Este capítulo va dedicado a FallenAndLost. Gracias por tu apoyo.