Las vueltas de mi vida

El baile y unas visitas inesperadas.

Por favor lean la nota del final, gracias.

Son la 9 de la mañana. El reloj continua marcando el tiempo que llevo aquí. Armando se fue desde hace mucho, aproximadamente unas diez horas. Jo se fue inmediatamente después de que lo vio. Y yo en este momento me estoy preparando para una de mis presentaciones de baile. Voy a tantas clases como puedo para lograr despejar mi mente. 

Unas zapatillas de baile y mi vestuario. Lo único que necesito. Me siento a esperar a que de la hora para salir mientras termino la tarea de cálculo. Dan las 7:00 en punto, estoy lista. Bajo las escaleras del refugio y comienzo a caminar en dirección a mi preparatoria. Al parecer, a mi instructora le pareció buena idea para que mostremos nuestro talento a mis compañeros.

Eso es una pérdida de tiempo, ellos nunca se interesan por cualquier cosa que no sea los chismes, rumores o cualquier otro tipo de información no comprobada.

En fin, saliendo de los terrenos del tío Antoine está la casa de Aaron; pero él nunca está ahí por lo que no me debo de preocupar. Las casas van aumentando conforme más me acerco a la ciudad y también la gente circulando por las calles.

La presentación está a punto de comenzar y Connor no llega. Cuando lo vea lo voy a golpear. Mi celular suena y aparece un foto de Connor. Es un mensaje.

Malas noticias. No voy a poder bailar, me obligaron a ir a no sé donde, pero con todo y maleta. Te quiero enana. No olvides alimentar al pez... Cierto, que lo regalaste. XD Improvisa o has algo pero te suplico que no le digas a la instructora que falté por ir a quién sabe donde; mejor dile que estoy enfermo. Un beso y un abrazo por parte mía y de los chicos, te queremos.

¡Arg! Pues no me queda de otra que hacer una improvisación.

Salí al escenario sintiendo como las miradas de todos los de mi curso y grados inferiores se posaban en mi. La canción comenzó, una música suave y pausada comenzó a sonar por los altavoces y mi brazo se comenzó a mover. Un brazo, luego el otro. Una pierna y luego la otra. Me comence a mover alredor del escenario como si estuviera esperando y la canción cambió a una de mis favoritas. Un hit latino muy famoso. Di una vuelta hacia atrás y quedé en la posición inicial. 

Me sentía llena de vida, hace mucho tiempo que no escuchaba música en mi idioma natal y mucho menos aquí. El ritmo de la canción iba en aumento y con eso los pasos que realizaba se hacían más díficiles. En el momento de la pausa, mis compañeros me comenzaron a aplaudir pero el baile no terminaba ahí. La canción que nunca en la vida pensé que la escucharía de nuevo empezó a sonar y yo tuve que cambiar un poco la rutina de mis movimientos.

Terminando toda la coreografía mis compañeros me aplaudieron y algunos hasta me silbaron, yo di las gracias y me fui corriendo de ahí.

Acabo de mostrar mi pasión a unos hipócritas que no saben como tomar este tipo de cosas y las vuelven una vergüenza. Bien, eso no pasará conmigo. No me dejaré caer.

Ya en mi casa, subo a mi habitación sin esperar encontrarme a mis dos hermanos durmiendo como osos encima de mi colchón.

Supongo que me estaban esperando. Como buena hermana pequeña y molesta que soy decidí echarles un balde de agua en la cara. Y ellos se despertaron.

-¡¿Qué mierda te pasa?! ¡¿Qué no ves que estamos tratando de dormir aquí?!-Will se levantó enojado, vaya ni siquiera se da cuenta de que soy yo.

-No, no lo veo porque es mi habitación, aparte fueron ustedes quienes se lo merecían.

-¿Por qué?-Dijeron ambos al mismo tiempo.

-Por estar durmiendo en mi habitación y sobretodo por gritarme.

-Vale, vale. Tú ganas. 

-¿Y qué me cuentan?-Me senté en el suelo mirándolos atentamente.

-Nada, llegamos ayer pero tú no estabas.-Alex me miró con una cara maliciosa. Lo único que me queda hacer es....

-Vamos, hermana. ¿Todavía le tienes miedo a las cosquillas?

Y eso fue lo que hizo pararme y salir corriendo mientras ellos me perseguían por todo el lugar

Vale, no sé si les guste la historia o no. No me gusta tener lectores fantasma. Pero bueno, ustedes díganme que hago. ¿La sigo? ¿La borro? ¿Qué hago? Porque en primer lugar no sé si les gusta lo que escribo. Porque si no les gusta, escribo para mi. Yo no quiero tener a mis capítulos de rehén pero simplemente díganme por un mensaje o comentario o voto si quieren que la siga. Si no hay respuesta, no vale seguir escribiendo. Gracias por leer.