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Estamos en la pizzería nueva, acabamos de tomar el pedido dos pizzas grandes de barbacoa y la otra de cuatro quesos y ahora estamos sentadas esperando que griten el nombre de Caro para ir a por nuestra comida.

Entonces un chico moreno, de cabello negro peinado con un mini tupe y de cejas muy pobladas se nos acerca porque Caro lo llamo por Max, supongo que será su nombre.

El chico sonrie y viene hacia nosotras, Caro se levanta para darle dos besos y nos presenta, me levanto, planto dos besos en cada mejilla y me siento.

-Él es Max, el amigo de mi primo Rubén.

-Hola.-me dice.

-Hola.-le respondo sonriente.

-Está aquí estudiando, se vino hace un mes.

-¿Te gusta Madrid?.

-Está muy bien.

-¿De dónde eres?.

-De Irlanda.

-¿Qué bien dominas el idioma no?.

-Si bueno, no me ha sido difícil, antes de venir he estado estudiando algo. Todavía hay cosas que no domino.

-Bueno poco a poco, igual que Rubén.

-Bueno, mi primo con lo flojo que es no sé que decirte.

CARO.

Suena su nombre de mi amiga y va a recoger las pizzas. Max y yo nos miramos, sonreimos y buscamos alguna salida por la pizzería.

La verdad es que Max no es feo, o por lo menos para mi. De momento parece un encanto y es simpático y abierto. ¿Sería mi chico perfecto?. No. Luego me acuerdo que yo soy fea, pequeña, no tengo un cuerpaso, ni ojos lindos y esto me recuerda a que de mi hermana si se puede enamorar.

-Las pizzas.-dice Caro dejandolas con cuidado en la mesa.

-¿Cuánto tengo que poner para comer?.-pregunta Max.

-Nada.-decimos Caro y yo a la vez.-Conexión.

-He invitado yo por el cumple de Amalia.

-¿Es tu cumpleaños?.

-Si.

-¡Felicidades!.-se levanta para darme un abrazo.

-Gracias.

-Nada. Lástima que no sabía nada, te hubiera traido un regalo.

-No te molestes.

-Al contrario, qué menos.

Si ni siquiera te conozco.

Pero es tan guapo.

¡Cállate ya Amalia Fernández!

Eso es lo que ocurre normalmente en mi mente.

Tras un almuerzo increíble y divertido regreso a mi infierno, lo normal es que personas de mi edad piensen que el infierno es el Instituto y la gloria la casa, no es mi caso.

~*~

Llegue a casa, mi madre me vio entrar y ni se molestó en preguntar porque no vine a almorzar y mi padre seguía trabajando.

Subí las escaleras, llegué a mi habitación y tiré la maleta en la cama y después me tiré yo. Al rato entro mi hermana.

-¿Dónde estabas?.

-He ido a comer a la nueva pizzería.

-¿Y eso?.

-He celebrado mi cumpleaños.

-Ah ¿con quién?.

-Con Caro y un chico nuevo Max, muy agradable.

-Me alegro. Yo he estado esperando sentada con tu regalo mucho tiempo.

-¿Mi regalo?.-me levanto de la cama y me siento a su lado.

-Obvio, lo recogí después del Instituto. ¿Creías que me había olvidado de ti verdad?.

-Bueno...

-Era mi propósito, darte un sustituto. Toma.

Abro la caja rosa de corazones violetas, en su interior reposa un cuadro de bordes blancos y en su interior hay agua y estrellas, después la foto nuestra. Es como una bola de nieve, pero en cuadro y hecha para mi.

-¡Me encanta!.-le doy un abrazo.

-Feliz Cumpleaños enana.

-Gracias, gracias, gracias.

-Te quiero.

-Y yo.

Sólo 14.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora