{SI PODÉIS LEER ESCUCHANDO ESTO}.
Narra Aroa.Estoy bajando las escaleras saltandolas de dos en dos. Todavía tengo mi espíritu infantil. El teléfono suena cuándo estoy a mitad de la escalera y ocurre.
Un dolor en el pecho y una tristeza cae sobre mi. Me arrodillo sujetando mi pecho con mis manos. ¿Qué me ocurre?. Mi madre pega un grito y hace que me levante de golpe para bajar corriendo.
-¿Qué pasa mamá?.-digo preocupada.
-¿Qué ocurre cariño?.-dice mi padre.
-A-A-A....-empieza a tartamudear.
-Tranquila mamá. Respira.-digo.
-Amalia se suicidó.-está paralizada.
Nos quedamos en shock con la noticia pero rápidamente lágrimas recorren nuestras mejillas. Nos abrazamos a los tres y después corremos al hospital. Caro estaba en la puerta.
-Señora Amalia quiere suicidarse.
-Ya lo hizo Caro.-digo llorando.
-¿Qué?.-dice llorando.-no.
La abrazo y nos la llevamos al hospital.
~*~
Seis horas, seis horas llevamos aquí entre éstas cuatro paredes blancas sin ninguna respuesta.
-Me dejo una carta. Debí darme cuenta antes.-dice Caro.
-No tienes la culpa, ella va a estar bien.-dice mi madre.
-Mi amiga.-empieza a llorar.
~*~
Siete horas, y no hay nada. Pero por fin un doctor viene pronunciado nuestro apellido.
-¿Fernández? ¿Amalia Fernández?.-dice.
-Nosotros.-dice mi padre por nosotros.
-Lo sentimos mucho pero no resistió el golpe. Hoy Amalia no está entre nosotros.
-Gracias doctor.-dicen mis padres.
-Fue vuestra culpa.-dice Caro.
-No lo fue.
-¡Si lo fue!.-grito.-¡La haciais invisible! ¿QUE OS HIZO?.
-Esa niña fue producto de una violación.-dice mi madre.
-¿Qué?.-decimos confundidas.
-Me violaron.
-¿¡Y ESO TE DA DERECHO A NO QUERERLA!?.-grito.
-¡ESA NIÑA ME AMARGO LA VIDA!.-dice.
La palma de mi mano se estrella con su mejilla.
-Te odio.
~*~
Tras el entierro de Amalia no hablé con mi madre para nada. Me sienta muy mal que solo haya derramado dos lágrimas por la muerte de mi hermana. No pienso perdonarselo.
Entro en su habitación, dónde todo está ordenado tal y cómo ella lo dejo. Veo un sobre tirado en el suelo. Se habrá caido por el viento, y cierro la ventana.
Abro el sobre para ver su interior.
Espero qué si estáis leyendo esto, o estás leyendo esto hermana, yo ya esté lejos de éste mundo. ¿Sabes? Siempre me pregunte cómo sería la vida allá arriba y si habrá paz, pero seguro que más que aquí.
Aroa, te quiero muchísimo nunca lo olvides y nunca me olvides. Tu tranquila, yo estoy aquí arriba vigilando y mandandote milagros. Pero gracias por esos momentos.
A papá y a mamá dile que también los amo, aunque ellos a mi no. Sinceramente no sé qué hice para que fuera invisible en su vida, porque dime ¿que hace un bebé de malo?. Jamás lo sabré, aunque ya no me importa. Ahora estoy en paz.
Quiero que siempre seas muy feliz, porque te lo mereces. Crece, diviértete, casate y ten muchos hijos hermosos. Y no te sientas mal por mi muerte. Al contrario. Si yo estoy feliz por no estar tu también porque yo soy feliz ¿si?.
Te quiero, no lo olvides, no me olvides. Besos.
Lágrimas recorren mi mejilla, pego la carta a mi pecho, y me echo en la cama a llorar. ¿Por qué no hice nada?.
ESTÁS LEYENDO
Sólo 14.
Teen FictionInma .-Amalia, ¿todo bien en tu casa? Amalia.-No maestra , al contrario. Mis padres me odian. Inma .-Amalia no digas eso, ellos te aman. Amalia.-¿sabe usted lo que es ser invisible? Pues eso es lo que paso todos los días de mi vida.-cogió su mochil...