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Camino por las calles desiertas de Konoha, siguiendo al pie de la letra las indicaciones del papelito que Orochimaru me dió.

Realmente no se como le hice para que las chicas no sospecharan, salí como pude del campus del Instituto y eme aquí, helandome en un mini vestido color rojo sangre y unas botas largas negras de tacón. Hoy estaba demasiado fresco y como la mujer precavida que no soy no traje chaqueta, ni siquiera un mísero suéter.

Poco recordaba de las zonas bajas de la ciudad y ahora que las miro recuerdo que para una niña de 10 años todo esto era más horrible que para una de 17... o eso quería pensar porque actualmente las calles están menos alumbradas y más horriblemente pavimentadas.

Llegó a ese bar, la zona alrededor es mucho más horrible que cuando era chica por eso mismo ese lugar resalta la entrada se ve arreglada e iluminada. Al entrar compruebo que Orochimaru no perdió el tiempo, está todo reformado y repleto de todo tipo de gente, chicas luciendo vestido que parecen una segunda piel, meseras con más tacones que ropa sobre ellas.

Mi cabeza da vueltas, miles de recuerdos la atacan sin piedad, no se que hacer y temo que el aire comience a faltarme.

No será como mesera que él quiere que trabaje, puedo jurarlo.

—Saku, Saku, linda Saku— habló esa voz maldita desde el taburete de la barra, mirándome lasivamente y detallando mi vestuario. —Ese vestido es muy largo, pero bueno, de igual forma no lo tendrás puesto por mucho tiempo.

—¿Q-qué?

—Escucha Linda, hace poco una de mis bailarinas se fue, ella no daba servicios extra, peeero, tú me debes así que tendrás que hacerlo si no quieres cargos extra, es más, si lo haces bien hasta podría hacerte uno que otro descuento, especialmente si me lo haces bien a mi.

Un escalofrío recorrió mi espalda por completo y las rodillas amenazaron con fallarme, mis alarmas se prendieron aún más cuando una de sus manos se posó en mi espalda baja y me pegó a él de forma brusca.

Corre, corre, corre.

—Hoy te vas a divertir conmigo— susurró en mi oído— el próximo fin comenzarás a bailar y dar servicio al público.

Haz algo, por favor, patealo, pégale, algo, corre, corre y sal de aquí.

Comenzó a besar mi cuello de forma brusca y poco a poco fui disociando, deje de pensar y me quedé en blanco, deje que las cosas pasarán.

Igual sucederían.

(...)

Desperté en mi cama, adolorida y con recuerdos vagos de lo que pasó y mi camino de regreso a los dormitorios, el nudo en mi garganta dolía y mis ganas de correr por las navajas al baño me carcomían. Sabía que cualquier situación de estrés el día de hoy me causaría un ataque, sería incontrolable y asustaría a las chicas de un modo horrible. Respiré.

Hoy es Domingo, Orochimaru solo ocupa de mis servicios los Sábados, así que hoy saldré a calmarme y esperar que un auto me atropelle y muera.

Decidí cambiarme, las chicas seguían dormidas, así que me cambié a paso veloz para no despertarlas y que no me preguntarán por mis horrendas ojeras y mi pálido y descompuesto rostro.

Salí de la habitación y seguí mi camino al café donde trabajo, hoy no tenía turno pero un chocolate caliente me quitaría el asco del borroso recuerdo de ayer.











Este capítulo es para dar señales de vida, más que nada, para avisar que este fic sigue y que habrá actualización no muy pronto, porque quiero escribir varios capítulos antes para publicarlos juntos, ya tenía uno avanzado pero la lap dónde escribía explotó y perdí un montón de trabajo no solo de este fic, de la mayoría de mis obras jahfja odio existir.

Gracias por continuar aquí después de tantos años, los adoro con el alma. 💖

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⏰ Última actualización: Nov 29, 2021 ⏰

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