Capitulo siete.
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-Justin, despierta... -acaricié su mejilla y miré nuevamente el reloj de su muñeca, estaba segura de que una enfermera vendría a verme pronto, y de otra cosa de la que estaba segura, era de que la visita que Justin me había hecho no estaba del todo autorizada, por no decir nada. Dios, éste chico tiene el sueño muy pesado.- Justin, ya... levántate. Te meterás en problemas. Despierta... por favor Justin.
Moví su brazo bruscamente intentando despertarlo, con eso ya debía despertar. Digo, ¿quién no despierta si lo remueven de esa forma? Demonios, no podía ser posible.
-Justin, estoy hablando en serio. Despierta, ahora. Te lo ordeno.
Nada. Bueno, si lo atrapaban no podría culparme, hice todo lo posible por sacarlo de ésta no-tan-cómoda-pero-no-tan-horrenda-cama. Sus ojos cerrados, iluminados por la luz del sol tenían un contraste impresionante. Su perfil... era perfecto... él era perfecto. Sus cejas perfectamente perfiladas, sus ojos entornados, grandes y mieles, su boca fina y que se veía tan elegante cuando él hablaba. Su nariz... su mandíbula... su cabello... observaba todo eso y seguía sin encontrar defecto alguno. No se en que momento me fui acercando, sólo lo noté al verlo abrir sus ojos justo frente a los mios. Eran hermosos. Abrí mi boca para decir algo, pero no sabía que decir, ni siquiera sabía porque la había abierto. Volví a cerrarla pero ya era tarde, ya había captado su atención hacia esa parte de mi rostro... y demonios, no mires su boca, no lo hagas.
-Al fin despertaste. -Lo miré nuevamente a los ojos y sonreí, comportándome como la buena amiga que era.
-Desperté hace mucho. Quería ver hasta que punto llegabas con el fin de ponerme de pie.
-Ya casi rompía ese florero en tu cabeza -me aparté de él y señalé con mi cabeza el florero blanco con flores rojas y naranjas sobre la repisa junto a la ventana. Me senté con mis piernas cruzadas sobre la cama, y él también lo hizo, mientras observaba tambié el florero.
-No lo dudo. -rió.- ¿Cómo te sientes hoy? -centró su atención de nuevo hacia mi.-
-Hoy me siento bien...si, bien. -sonreí sin mostrar los dientes.- Justin... ¿sabes que hora es?
-Mmm, las siete de la mañana con treinta minutos, ¿por qué? - contestó en tono divertido. Sabía perfectamente que estaba cerca de meterse en un problema.
-No lo se. Solo quería saber.
-Bien. ahí lo tienes. -reí. Era tan bueno haciéndose el desentendido.
-Justin, en serio. Debes irte. Se perfectamente que no estás autorizado para estár aquí. Tienes tiempo suficiente para irte ahora.. -me acomodé para quedar frente a él.- No debes meterte en problemas por mi.
-Yo quiero meterme en problemas por ti, lo vales, ______, -estiró su brazo hasta que su mano pudo acariciar mi mejilla.-
-Justin, solo soy tu amiga. -reí nerviosamente, vamos, esa era la única verdad.
Me miró sin pestañar unos segundos, y luego bajó la mirada, al igual que su mano de mi mejilla.
-Si... mi mejor amiga. -sonrió aún mirando el cubierto blanco de la cama.- Y te quiero mucho, ángel. Yo quiero quedarme contigo. Me preocupo por ti.
-Escucha, ve a casa, come algo solido, date una buena ducha, y duerme un poco. Cuando estés fresco y descansado vienes y me haces toda la compañia que quieras, ¿si?
Yo igual me preocupo por ti, Justin. Estaré bien. Quiero que tú también lo estés.Levantó su vista y la posó sobre mi.
-¿Por favor? -hice una mueca suplicante.
-Ni creas que voy a dormir. Comida y ducha. Es todo lo que haré. -sonreí. y como pude me acerqué a él para abrazarlo.
-Gracias Justin. Por todo, de verdad. Eres... lo mejor que tengo. -mi voz se quebró un poco en la última frase. Era lo mejor que tenía, lo único, y ¿que hice yo? Enamorarme de él. Arruinaría todo si no mantenía mis sentimientos a raya.
-Tú también lo eres para mi, ángel. -me deolvió el abrazo con delicadeza, y besó mi cabello. Demonios, ya no seas tan dulce.
-Hora de irse. -dije al separarme de él, con una sonrisa.
-Volveré lo más rápido que pueda. ¿si? -tomó mi cara y depositó un beso en mi frente. Para luego levantarse y arreglar su chaqueta de cuero negra, común en él, sus pantalones cada vez más abajo.
-Tómaté tu tiempo... y Justin. Los pantalones solían usarse a la cintura. ¿Lo sabías? -me cubrí con la sabana hasta el cuello. Costumbre.
-Claro que lo se. Pero vamos, esto atrae a las chicas. -guiñó su ojo derecho.
-Oh, claro campeón. -reí. Como si yo no supiera el efecto que tenía él sobre las chicas. Por suerte no aguantaba a la misma z*rra más de un mes. Creo que eso era bueno...-¿Cómo pretendes salir sin que te vean? -pregunté, porque de verdad me gustaría saber que hará para pasar desapercibido.
-Eso déjamelo a mi. -caminó hacia la puerta y la abrió un poco- Adiós ángel. Nos vemos luego.-echó un rápido vistazo hacia ambos lados y luego salió cerrando la puerta.
Esperaba que no lo encontraran. Me acomodé de lado en la cama, en el lado que Justin había dormido, tenía su perfume impregnado en la almohada. Siempre deja su olor en las cabeceras, su perfume es tan penetrante. Me acurruqué y cerré mis ojos. Aunque había dormido casi toda la noche, tenía un sueño enorme. Los somníferos son muy fuertes y aún están dentro de mi organismo. Era extraño estár así de cómoda en un hospital, por lo general me alteraba al pensar en agujas, suero, y todos los utensilios que aquí se ocupan. Pero... Justin estaba conmigo. ¿Cómo es posible depender tanto de una persona? Hace unas horas atrás, cuando desperté desorientada y nerviosa, Justin estaba ahí, me sorprendió un poco que estuviera ahí, pero le agradecía a Dios que así fuese. Me consoló y me calmó simplemente con su presencia. Me etrechó contra sus brazos y me brindó la serenidad que necesitaba. Es difícil pensar en Justin como en alguien tierno, la mayotía de la gente no lo considera así, su personalidad aún tiene rastros del chico de las peleas callejeras, es algo que ya está en él. Pero conmigo... él siempre fue todo lo contrario a un idiota engreído. Debe ser por todo lo que compartimos. Sabemos la historia del otro tan bien, que dudo, alguna vez encontremos otras personas con las cuales desenvolvernos de la manera en que lo hacemos entre nosotros. Pensando y recordando momentos juntos, caí en un profundo sueño,.Genial, así aprovecharía el tiempo hasta que Justin volviera.
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Two Pieces.
FanfictionÉl, un joven que en su pasado tomó malas decisiones. Ella, una joven que sin tener culpa de nada, ha sido maltratada toda su vida... Un día sus caminos se cruzan, y logran salir adelante juntos. El amor va surgiendo en ellos, pero el miedo a la pér...