– Alexis levanta, tenemos que irnos – Nolan estaba delante de mí con una taza de café en las manos.
Estaba bastante confundida, la noche de ayer fue un completo desastre. Miré la habitación con detenimiento, e instantáneamente lo recordé todo.
– ¿Y Charlotte? – pregunté poniéndome en pie.
– Se ha despertado hace poco, ahora se está duchando.
El me tendió la taza. Olía genial. Salimos juntos de la habitación y nos encontramos a Eric saliendo de la suya. Iba cargado con un montón de cosas. Llevaba en sus manos sus botas de tacos, en el hombro izquierdo una mochila para el partido y en el otro lado la ropa de Charlotte.
– ¿Qué haces con eso? – dije señalando la ropa.
– Nada más levantarse ha ido a vomitar al baño y se ha manchado la ropa. Tengo que dejarle yo algo.
Eric me dio unos pantalones de chándal grises y una camiseta blanca básica. Caminé unos pasos hasta pararme delante de la puerta del baño. Llamé varias veces y salió Charlotte con una toalla en la cabeza y otra en el cuerpo. Ambas caminamos de nuevo hasta la habitación de Eric.
– ¿Qué tal te encuentras? –le pregunté con cara de lástima.
– Hecha una mierda – reía al oír su voz. Estaba ronca por completo. Parecía un camionero. Ella se aclaró la garganta y volvió a repetir la frase, esta vez con su voz normal.
Después de cambiarse, peinarse y gritarme porque no tenía maquillaje salimos de la primera planta. Todos nos sentamos en la isla de la cocina. Eric iba vestido con la equipación del equipo salvo por la sudadera de Los Ángeles que llevaba. Yo y Nolan llevábamos la misma ropa de ayer y estábamos bastante desaliñados. Por otro lado, estaba Charlotte con un pelo divino, una cara de no haber dormido en mil años y esa ropa que la hacía más parecer más pequeña.
– Bueno... ¿y que hicisteis ahí dentro mientras nosotras estábamos con esos gilipollas?
– No encontrábamos al encargado – contestó Eric con fastidio–. Encima casi os pasa algo horrible...
– Por no olvidar que te tuviste que pegar con un tipo cuatro años mayor que tú y te dejo un feo recuerdo –continuó el rubio señalando a Eric. El pómulo que había recibido el golpe se veía bastante mal. Lo tenía inflamado y un poco morado.
– No me lo recuerdes – espetó él con mala cara.
(...)
Tras haber hecho las tres paradas correspondientes en nuestras casas, saludar a nuestros padres, cambiarnos de ropa y coger las mochilas, nos dirigimos al instituto. Ninguno de nosotros quería hablar. Todo estaba en silencio en el trayecto. Sin embargo, no me extraña. Char y yo seguíamos con el miedo metido en el cuerpo. Una pregunta no paraba de asomar en mi cabeza.
¿Y si esos tipos vuelven aparecer y nos hacen algo peor?
¿Y si le hacen algo al hermano de Char?
Estaba bastante pasmada y confundida con lo que pasó ayer. No me podía creer que nos hubiesen manipulado de esa manera.
Llegamos una hora antes de lo normal para poder ver jugar a Eric. Los partidos de fútbol, normalmente en nuestro instituto los hacían muy temprano, para que los estudiantes no perdiesen tiempo de clase.
Despedimos a Eric con un gran abrazo y nos fuimos los tres a sentar a las gradas como siempre. Faltaba poco tiempo para que el partido empezase, cuando Havana se presentó ante nosotros.
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The Last Year || THM I
General FictionPRIMER LIBRO DE LA TRILOGÍA "The Hunter Memories." Tras el comienzo del último curso de instituto de Alexis, nada vuelve a ser como antes, y menos aún cuando llegan intrusos a Stoney Valley. Desde pequeña sabe que allí existe algo diferente, y todo...