La grabación que cambió dos vidas [#Nicudy]

Capítulo 1

Si había una cosa que Judy temía perder, después de su celular (y su vida), era su querido bolígrafo con el que capturaba palabras clave de diferentes criminales, ladrones y estafadores. Lo llevaba siempre consigo y en ningún momento lo dejaba a la vista, excepto cuando no tenía otra opción en algunos casos. Pero esa nublada mañana había sido la excepción, pues había desaparecido sin razón alguna, por lo que comenzó a buscarlo como loca en todos los rincones de su cuarto dejándolo patas arriba. Segundos antes, había llamado a su mejor amigo Nick como unas veintitantas veces, pero éste no descolgaba la llamada.
Luego de varios intentos más sin éxito, decidió ir a buscarlo a su "casa" (que en realidad era bajo un puente).

–No me dejaste opción, Wilde –Ella todavía estaba en pijama, así que rápidamente se puso lo más simple que pudo encontrar en su armario; después, agarró sus llaves y su teléfono.

Al salir del departamento, escuchó un trueno, por lo que decidió acelerar el paso ya que, para colmo, no llevaba paragüas. Al cabo de varios minutos corriendo, llegó finalmente y empezó a gritarle.

–¡Nick!.. ¡Nick! –En eso, escuchó la voz de aquel zorro y lo buscó con la mirada hasta que lo encontró abajo del puente con su bolígrafo entre las patas.–¡Nicolas Wilde! ¿Qué estás haciendo con mi bo...? –se interrumpió luego de descubrirlo hablando solo, mientras presionaba el botón del bolígrafo que indicaba que la grabación había empezado.

–Quiero que formes parte de mi vida y que estés siempre a mi lado... Si tú aceptas, claro. 

Judy, sorprendida, abrió sus ojos más de lo normal y sus grandes orejas se levantaron de golpe involuntariamente al escuchar las palabras sentimentales de Nick. Jamás había oído a ese zorro decir palabras con mucha sinceridad y valentía. Pero de golpe, le llegó un pensamiento, que hizo que ella preguntara algo que nunca pensó que se atrevería a hacerlo.

–Nick, acaso... ¿tienes novia? –Al momento de cuestionarle, grandes gotas de lluvia caían sobre su pequeño cuerpo. Ya no le importaba agarrar un resfriado, solamente quería una clara explicación de lo que estaba pasando.