*Final alternativo*
Cuando escuché al papá de Alfredo entré en pánico y me quedé ahí congelado del miedo sin saber que hacer. Ni mis brazos, ni mis piernas respondían. Ví como se asomaba de a poco el padre de mi mejor amigo. Que de un salto entró al pasillo apuntando con su pistola calibre .38 .
-Max, que pas....- no terminó la frase y se quedó mirando. No dijo nada. Unas lagrimas salieron de sus ojos lentamente deslizándose por sus mejillas.-Señor, no es lo que parece- dije tratando de calmar y explicar la situación mientras el volvía a levantar el arma apuntando hacia mi.
-Será mejor que me des una muy buena explicación muchacho... ¿Que fue lo que pasó? Y ¿Por que Alfredo está..... está muerto?- dicho eso se cerro de golpe la puerta de la entrada que había quedado abierta. - ¿Que esta pasando? ¿Quien anda ah......
Una mano negra traspasó el cuerpo como si fuera agua y le arrancó el corazón del pecho a sangre fría justo en frente de mis ojos mientras yo todavía sostenía el cuerpo de mi difunto amigo.
Cayó el arma de sus manos y con la cara pálida como si le hubiesen drenado toda la sangre del cuerpo me dio su última mirada como pidiendo auxilio. Como si yo pudiera hacer algo al respecto ni siquiera yo sabía que estaba pasando.
Sin dudarlo y por suerte en ese momento si pude levantarme para correr y terminar de atravesar el pasillo para así dar la vuelta y llegar a la cocina.
Todavía con la espada que estaba empapada en la sangre de mi mejor amigo. Me atrincheré detrás de un mueble con la esperanza de que ya nada ni nadie pudiera alcamzarme.
Escuchaba los sonidos de las puertas y las ventanas abriendose y cerrándose brutalmente y el molesto sonido comenzó a meterse en mi cerebro como agujas dandome un horrible dolor de cabeza. Sentí sangre saliendo de mis oídos.
De un segundo a otro todo era silencio. No se escuchaba nada, sin embargo, seguía sintiendo la vibración que emitía el sonido de las puertas y ventanas abriendose y cerrandose sin cesar. Sentí quietud por un momento.
Me quedé quieto, pensando en mi vida. Dicen que antes de morir vez pasar toda tu vida frente a tus ojos y es verdad. Caí desmayado en la cerámica de mi cocina con un punzante dolor en los oídos.
Desperté en una habitación que no pertenecía a mi casa. estaba muy oscuro para ver, pero cuando mis ojos se acostumbraron pude divisar que estaba casi vacía. Había solo una silla en donde yo estaba sentado y una mesa.
Sentí frío como nunca. Esa extraña sensación del comienzo que me parecía fantasmagórica. Una voz, con un eco extraño.
Me llama......
tengo que ir...
Veo una luz. Habré muerto?
Será este el fin?
Muchas preguntas y pocas respuestas....
Fin.
gracias
Maximiliano Varela
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Memorias
Science FictionUna especie de diario donde puedo decir lo extraño que fue este tiempo. Cosas muy extrañas ocurren en mi casa y la verdad no se como explicarlas así. Lean esta historia.